Liliana
Cavani (Carpi, Módena, Italia, 12 de enero de 1933) Guionista y directora de
cine italiana.
La
madre de Liliana provenía de una familia de clase trabajadora de antifascistas
militantes. Su abuelo materno, un sindicalista, le presentó las obras de
Engels, Marx y Bakunin. Su padre, un arquitecto de Mantua, perteneció a una
familia conservadora de terratenientes. "Mi padre era un arquitecto
interesado en el desarrollo urbano. Me llevó a museos. Había trabajado en la
planificación urbana en Bagdad en 1956, cuando Irak todavía estaba bajo control
británico. Mi madre era muy fuerte, muy capaz, y muy dulce". Era una
apasionada de las películas y la llevó al cine todos los domingos desde una
edad temprana.
Cursó
estudios de Filología clásica y Lingüística en la universidad de Bolonia.
En
1960 se graduó en Literatura y Filología.
Diplomada
por el Centro Sperimentale di Cinematografia de Roma. Estudió cine documental y
obtuvo su diploma con los cortometrajes Incontro notturno (1961), y L'evento
(1962).
De
1962 a 1965 trabajó en la RAI realizando documentales.
En
1966 realiza su primer largometraje Francesco d'Assisi.
En
1969 dirige Galileo, película
italo-búlgara, que provocó reacciones en medios eclesiásticos .
Los
caníbales [I cannibali], 1969 y Milarepa 1974 también fueron motivo de
escándalo.
Muy
interesada en diversos aspectos de la Segunda Guerra Mundial, en Portero de
noche (Il portiere di notte 1974) explota el nazismo y el sadomasoquismo.
Aunque
Liliana Cavani ya había tratado de denunciar los totalitarismos en sus
documentales para la televisión, con El portero de noche dio un paso más.
"Todos somos víctimas o verdugos", replicó a quienes la atacaban por
su presunta humanización del personaje del agente nazi. Los abusos sexuales de
él sobre la joven judía encerrada en un campo de concentración se transforman
con el tiempo en una ardiente historia de amor y dependencia de la que ninguno
de los dos podrá liberarse. Los fantasmas del pasado vuelven a tomar forma en
ellos, conduciéndoles a una tenebrosa vía sin salida.
La piel (La pelle, 1981) se basa en la novela del mismo título de Curzio Malaparte. Un retrato absolutamente desgarrador de la liberación de Italia durante la II GM.
Las escenas de brutal realismo abundan: vemos mujeres que
ofrecen a sus hijos pequeños a los soldados africanos, un brazo humano en un
plato de comida, un hombre aplastado por un tanque… escenas absolutamente descarnadas
pero que encajan bien en el marco de la historia. No obstante, el tono
tremendista de la narración se ve afortunadamente aligerado por algunas notas
de humor (el robo pieza a pieza de un tanque, o cuando el jefe mafioso negocia
la venta a los aliados de prisioneros alemanes “al peso”) que dotan a la
historia de una mayor profundidad.
También
realizó L'ospite (1971) con Lucía Bosé
En 1977
rodó Más
allá del bien y del mal (Al di la del bene e del male, ) sobre las
relaciones de Nietzsche y de Lou Andreas Salomé.
Es la biografía personal de
Nietzsche centrada en el año más crucial de la vida del filósofo: aquel en que
vivió una relación de amor triangular con la bella aristócrata rusa-judía Lou
Salomé y el joven literato Paul Rée. Nietzsche, incapaz de llevar una vida
exenta de reglas, como la de Lou, y asqueado de su hipócrita educación
burguesa, acaba enloqueciendo
Detrás
de la puerta (Oltre la porta, 1982) y Berlín interior (Interno berlinesse,
IT-RFA, 1985).
En
2002, la realizadora recreó el personaje de "Tom Ripley", creado por
la escritora Patricia Highsmith, con la ayuda de su protagonista, el actor
estadounidense John Malkovich.
Además
realizó óperas como La Traviata de Giuseppe Verdi, Cavalleria Rusticana de
Mascagni o Manon Lescaut de Giacomo Puccini entre otras.
«Mis
películas funcionan como aguijón que despierta las fantasías de la gente.
Muchos ven fantasmas que en realidad no existen. Circulan por el mundo
películas mil veces más eróticas que las mías. Quizá he sido capaz de dar
expresión a fantasmas reprimidos en el inconsciente del espectador. Si se
sienten tan turbados quiere decir que son ellos los que necesitan curarse.»
«Toda obra de arte que hace pensar tiene una función terapéutica porque obliga a desempolvar miedos escondidos en el alma».
«Toda obra de arte que hace pensar tiene una función terapéutica porque obliga a desempolvar miedos escondidos en el alma».
«Me
da miedo una época en la que para poderse fiar de una persona es necesario
saber si es creyente o marxista o cualquier cosa en vez de juzgarla por lo que
produce, que puede ser bello, escandaloso, divertido o doloroso. Lo cierto es
que nunca me adscribí a ningún partido político. Los partidos son instrumentos,
no fe, y yo creo que el artista, como el periodista, debe ser independiente:
fotografiar las cosas y los sentimientos. Mi única fe es la vida. Me gusta
vivir, en el bien y en el mal. »
«Creo
que el feminismo es inevitable como lo es el que uno mate por hambre: Puedo no
coincidir con ciertos radicalismos, pero comprendo que es imposible en un
movimiento de liberación no caer en algunos momentos en el ridículo. Por mi
parte, pienso que una lucha hecha excluyendo a los demás es una guerra perdida.
Pienso que la lucha de las mujeres solas es un error porque cuando las mujeres
hablaban de sexo reprimido no se dan cuenta de que la causa está en la
represión sexual mental de los hombres. Me parece una lucha poco científica:
hay que dar la batalla juntos, hombres y mujeres, para elevar la calidad de la
vida. »
«En ocasiones he pensado que la familia era
una institución hermosa, sobre todo en períodos navideños, pero viviendo
después momentos de gran calor familiar (generalmente con mis amigos) he
pensado que la no-soledad es sólo, un problema de cómo se viven las relaciones,
no de la familia como tal, en la que, naturalmente, puede existir una soledad
sin nombre».
«La
institución familiar tiene siempre más miedo al sexo que a la
violencia, porque siempre se ha servido de esa violencia. La conoce muy bien y
la usa. La violencia es de casa. El sexo, no. Lo conoce poco porque ha estado
siempre fuera de la vida y porque si la gente se decide a ser feliz será
difícil manejarla. »