Colette,
( Sidonie-Gabrielle Colette) (Saint-Sauveur-en-Puisaye, 28 de enero de
1873 - París, 3 de agosto de 1954). Novelista, periodista, guionista,
libretista y artista de revistas y cabaré francesa.
Vindicar
los derechos de la carne sobre el espíritu y los de la mujer sobre el hombre es
el eje constituyente de su obra, aún no reconocida por una crítica literaria
eminentemente machista, a pesar de haber recibido grandes honores y
reconocimientos estando aún viva.
Fue
miembro de la Academia Goncourt desde 1945, la llegó a presidir entre 1949 y
1954.
Adquirió
celebridad internacional por su novela Gigi, llevada al cine por Vincente
Minnelli en 1958.
Fue condecorada con la Legión de Honor.
Disfrutó
de una educación laica y una infancia feliz en la pequeña villa de Bourgogne,
de la que sacó un gran amor a la naturaleza vegetal y animal y al ejercicio
físico.
Siendo
aún adolescente, conoció al escritor y libertino Henry Gauthier-Villars,
apodado «Willy», quince años mayor que ella, pese a lo cual se casó con él en 1893.
Willy,
autor de novelas populares e individuo muy mundano y vividor, explotaba como “negros”
o "escritores fantasma" a varios colaboradores cuyas obras firmaba.
Fue el primero en descubrir las facultades como escritora de su esposa, a quien
animó a redactar obras que luego él firmaba sin escrúpulo alguno. Estas novelas
constituyeron la serie de las Claudine (1900-1903), formada por los recuerdos
de la época escolar y juventud de Colette.
Indignada
por las infidelidades de su marido y desesperada por verse constreñida al papel
de esposa escarnecida y burlada, Colette fue liberándose poco a poco de su
tutela y, animada por Georges Wagne, se dedicó a satisfacer sus ambiciones
teatrales dedicándose a actuar en espectáculos de music-hall.
Fueron
estos años de escándalo y liberación moral en los que descubrió su bisexualidad
y tuvo varias aventuras con otras mujeres. Incluso sostuvo un trío con una de
las amantes de su esposo. Colette volcó esta historia con pocos retoques en
Claudine en ménage.
En
1906 se divorció al fin de «Willy», a quien no importaban sus aventuras con
mujeres, sino solo con los hombres, y durante esos años fue afianzándose como
escritora, ayudada por los consejos que al respecto recibió del novelista
Georges Simenon: precisión en las palabras que describen la belleza de la
naturaleza, gran poder de observación, fino análisis de la conducta de los
animales y una gran voluptuosidad y sensualidad expresadas con estilo
igualmente fresco y libre.
Tuvo
otras amantes importantes, como la rica heredera norteamericana Natalie
Clifford Barney, lesbiana militante, y Sophie de Morny, marquesa de Belboeuf,
más conocida como "Mitzi", "Missy" o "tío Max".
También tuvo solo amigas: las escritoras Helène Picard, que fue su secretaria,
y Marguerite Moreno, esposa de Marcel Schwob. Entre los hombres, por supuesto,
los escritores Jean Cocteau y Paul Valéry, pero le fue imposible estrechar una
amistad con André Gide: eran como agua y aceite.
Tras
su divorcio, y siempre con una agitada vida sentimental, Colette conoció a
Henry de Jouvenel, un periodista redactor jefe de Le Matin con el que se casará
en 1911 .Colette colaborará en el periódico de su esposo, Le Matin, con
diversos artículos y reportajes y se divorciará en 1923, no sin convertirse
escandalosamente, ya con cuarenta años, en amante de su hijastro Bertrand de
Jouvenel, de diecisiete, iniciándole además en la escritura. Esta experiencia
le servirá a Colette para desarrollar los temas y situaciones de dos de sus más
famosas novelas, Chéri y Le Blé en herbe.
Léopold
Marchand colabora con Colette en las adaptaciones teatrales de Chéri (1921) y
La vagabunda (1923)
En
1932 publicó el que, según algún crítico dijo: es "el más difícil de sus
libros y, a la vez, el más original. Dudo que se haya escrito algo más intenso
y más exacto sobre los sentidos, especialmente del sexual, acerca de su
soberanía y su tristeza" Se trata
de “Estos placeres...”, una especie de biografía del periodo más tétrico de
vida de la poetisa lesbiana Renée Vivien, que había conocido en persona. La
primera entrega salió en semanario Gringoire, pero el director recibió tantas
protestas escandalizadas que no llegó a ver la luz la segunda. Colette decidió
cambiar de título al libro a “Lo puro y lo impuro”, porque le molestaban los
puntos suspensivos.
De
1933 a 1936 asumió la crítica teatral en el periódico Le Journal y durante
cinco años asistió a ensayos generales cuatro o cinco días a la semana,
cultivando la crítica impresionista que llena los cuatro volúmenes de La jungla
negra, lo que hizo decrecer su producción narrativa.
En
1936 aparece Mis aprendizajes, que narra la vida de Colette en la época de las
Claudines
En
1937 publica su primer volumen de relatos, Bella Vista, al que siguieron otros
tres, Cuarto de hotel, El quepis y Gigi.
El
judío Maurice Goudeket, será su tercer marido y, después de haber pasado por el
campo de concentración de Compiègne (1941-1944), del que Colette no pudo lograr
sacarlo, la ayudará a soportar una terrible artritis de cadera que la relegó a
una silla de ruedas a partir sobre todo de 1944.
En
1945 fue elegida miembro de la Academia Goncourt.
En
1948 se empezó a imprimir sus Obras completas, que venía recogiendo desde hacía
tres años, y se extendió su fama fuera de Francia.
Pese
a su escandalosa reputación, y habiéndosele negado un funeral católico por su
condición de atea, la República Francesa le hizo unos funerales de estado, de
forma que ha sido la única escritora francesa que ha gozado de tal honor. Está
enterrada en el cementerio del Père Lachaise (París).
Frases
de Colette
“Cuando
se es amado, no se duda de nada. Cuando se ama se duda de todo”.
“Adoro
mi pasado. Adoro mi presente. No estoy avergonzada de lo que he tenido, y no
estoy triste porque ya no lo tengo”.
“La
ausencia total de humor hace la vida imposible”.
“Una
mujer disfruta con la certeza de acariciar un cuerpo cuyos secretos conoce y
cuyas preferencias son sugeridas por el suyo propio”.
“Hay
menos maneras de hacer el amor de lo que se dice, pero más de lo que se cree”.
“Los
viajes sólo son necesarios para las imaginaciones menguadas”.
“Una
infancia feliz es deficiente preparación de los contactos humanos.”
“Nunca
toque el ala de una mariposa con el dedo”.
“Sólo
hacemos bien las cosas que queremos hacer”.
“Escribir
sólo conduce a más escritos”.
“No
es algo malo que los niños, ocasionalmente y en forma cortés, pongan en su
lugar a sus padres”.
“El
enfermo de amor, el traicionado y el celoso tienen el mismo olor”.
“Los
defectos de los maridos a menudo son causados por el exceso de virtudes de sus
esposas.”
“Soportaría
gustosa una docena más de desencantos amorosos, si ello me ayudara a perder un
par de kilos”.
“Ninguna
tentación puede ser medida jamás por el valor de su objeto”.
“Una/o
pretende olvidar la vejez hasta el borde de la tumba”.