Las
Mujeres estamos hasta los Ovarios de tantos Cojones. Es decir de tanto MACHISMO.
No hay más que mirar el Diccionario para saber lo que significa este cansancio
de las Mujeres por el exceso de
TESTOSTERONA que existe en todas partes:
Cojón
1 vulg.
Testículo.
2 cojones vulg.
Valor o atrevimiento: no tener cojones.
Hasta
los cojones vulg. Indica que se está
harto de una situación o de una persona.
Por
cojones vulg. Sin existir un motivo
justificado: dijo que entraría por cojones.
Salir
de los cojones vulg. Se usa para
expresar que algo se hace por antojo, sin una razón específica.
Tocar
(o hinchar) los cojones vulg. Molestar o
fastidiar.
Un
cojón vulg. Mucho: valer un cojón;
tardar un cojón.
(Diccionario
Manual de la Lengua Española)
Por
si todavía no habéis visto el video que circula por las redes , aquí
está para que comprobéis cual es la palabra castellana con más acepciones:
Me
pregunto si el hecho de poseer unos órganos sexuales distintos a los de las
Mujeres les dará a los Hombres legitimidad para creerse superiores.
Conviene
recordar que la mayoría de las guerras son debidas al exceso de testosterona.
Por eso, pedimos un poco más de estrógenos. La mayor presencia
femenina siempre es positiva siempre y cuando éstas acepten ser ellas mismas y
no se dediquen a jugar “juegos de chicos” como lo hicieron Golda Meir, Indira Gandhi
o Margaret Thatcher con sus respectivas
guerras.
Al
exceso de testosterona se deben también
las crisis deficitarias, fiscales y de endeudamiento que padecemos. “Nunca
debería haber demasiada testosterona en una misma habitación”, dijo la primera
mujer en la historia en tomar las riendas del poderoso Fondo Monetario
Internacional (FMI), la francesa Christine Lagarde. “Si se les deja solos, los
hombres tienden a crear lío”.
Añadir
que la mayoría de la programación en las radios y televisiones públicas, también
van sobradas de lo mismo. En España, sin ir más lejos, la programación gira en
torno a los “intereses masculinos” de ocio, suprimiendo programas culturales si hay un
partido de fútbol de por medio. O programando películas violentas y machistas (
como siempre hacen en “La película de la
Semana” de la cadena 1).
Por
no hablar de la Violencia Machista que ha dejado en el 2015 más de 25 millones
de mujeres europeas víctimas y 55 mujeres
asesinadas en España.
Pero
no solo las Mujeres padecen el exceso de testosterona, es justo subrayar que
para muchos hombres, sobre todo niños y adolescentes, la expresión,¡A que no
hay huevos! O en su expresión más coloquial, ¡A que no hay güevos!, supone un
sufrimiento.
Los
chicos más machos se retan constantemente para saber quién es el que hace el
alarde de masculinidad más espectacular. De esta manera se verá mucho más fácil
quién es más macho. Se trata de masculinidades tóxicas, y de cómo los hombres
más o menos jóvenes construyen un modo u otro de masculinidad. Hasta que no se
atienda la educación en otras masculinidades más igualitarias y civilizadas no
empezaremos a comprender esta estupidez o irresponsabilidad.
Estos
versos con ripio lo explican por si solos:“No importa si eres listo o retrasao.
De Sri Lanka o Bilbao. Aunque seas un cobarde y un pringao, más de una vez te
han liao. Bastan solo 3 palabras, para cuestionar tu honor. Sueltas un
“mecagoenlaostia”…Y te embriagas de valor” (letras.com/el-reno-renardo)
¿A
que no hay huevos?.Cada vez que se pronuncia esta frase imagino a uno o más
hombres decidiendo si asumen o no el riesgo a que se les reta nos cuenta José
Ángel Lozoya Gómez. La predisposición de los varones a exponerse a peligros,
actuando de manera irresponsable contra sí mismos para validar su hombría,
forma parte del aprendizaje de la masculinidad desde pequeños, una alta dosis
de machismo que explica por qué las lesiones y las muertes por accidentes son
más frecuentes entre la población masculina y que la masculinidad pueda ser
considerada factor de riesgo. Los relatos de los niños también hablan de chicos
maltratados desde la infancia por ser poco viriles, de quienes prefirieron
salir corriendo a enfrentarse a otros, o de insumisos al servicio militar,
acusados de maricas, a los que golpearon y detuvieron por negarse a dejar que
los "hicieran hombres" entre la incomprensión de muchos y la
solidaridad de un movimiento que resultó imparable. Pero la mayoría de los
varones tiene que dejar de ver la prudencia como sinónimo de cobardía y empezar
a cuestionar la heroicidad, la misoginia, la homofobia, las jerarquías o la
virilidad, si quieren evitar que ese "tener que ser" los tenga
dolorosamente cogidos por lo que presumen poseer.
Lo
dicho, estamos hasta los OVARIOS de tantos cojones.