sábado, 30 de abril de 2016

La Noche de Walpurgis. La Noche de Brujas.




La Noche de Walpurgis. También conocida como la Noche de Brujas. Festividad celebrada en la noche del 30 de abril al 1 de mayo en grandes regiones de la Europa Central y Septentrional.

El origen de la festividad procede de antiguas celebraciones paganas germanas, adorando e invocando a los dioses de la fertilidad la noche del 30 de abril.




La tradición señala esta fecha como de transición de la primavera al verano, la festividad de Beltane en honor a Belenos, dios del fuego, prendiendo hogueras para renovar con el humo a los pueblos y a sus habitantes.

La festividad fue adoptada en algunos puntos para usos de brujería; luego fue absorbida por la llegada del cristianismo, atribuyéndole vagos orígenes relacionados con un supuesto cumpleaños de Satanás.




En la antigua Roma, el mes de mayo estaba consagrado a los antepasados (maiores). Era un mes en que en toda Europa y Asia se creía que los aparecidos hacían sus incursiones entre los vivos.

Durante la Antigüedad y la Edad Media, se perpetúa una gran prohibición: hay que evitar casarse en mayo porque durante ese período se corre el riesgo de contraer matrimonio con una aparecida o con una mujer embrujada del Otro Mundo.



En la mitad septentrional de Europa estaba muy extendida la creencia de que existía una divinidad que protegía a las brujas y que las reunía una vez al año en una montaña. Estos conciliábulos se confundían con los de seres míticos y la fecha de la reunión, "la noche de las calendas de mayo", está relacionada con las Walkirias.



Otro elemento de carácter mitológico es que se decía que las brujas salían de sus casas formando cortejos, lo que recuerda la creencia de que "en determinadas noches es posible oír los estrépitos que producen ejércitos misteriosos, cortejos de almas y espíritus, sobre todo en la época del solsticio de invierno".

Las reuniones, según la leyenda, tenían lugar en las inmediaciones de la sierra del Harz (en concreto en su cima más alta, el Brocken). Así lo relata un autor de principios del siglo XVII:




Con relación a lo que pueden hacer las brujas se dice que untándose con ciertos ungüentos, hechos con grasa de gato o de lobo, leche de burra y no sé qué cosa más, pueden salir de sus casas montadas en palos o escobas por una vía común e incluso por un agujero angosto y volar por los aires, y así transportarse de un lugar a otro hasta donde celebran sus festines y francachelas con diablos. Se halla divulgada la especie de que las brujas de toda Germania, después de hacer su unto, son llevadas en cortísimo tiempo, durante la noche de las calendas de mayo, al monte llamado Blocksberg y Heinberg, en tierras de los bructeros, parte por sus demonios familiares y dilectos, que adoptan las formas de macho cabrío, puerco, ternero y otros animales semejantes, parte sobre horcas y báculos, pasando luego toda la noche en juegos, comilonas y danzas con sus amantes.


Con el devenir de los tiempos, la fecha aproximada de la celebración católica de la canonización de la Santa Walpurgis(*) (Valborg o Walburga) se trasladó del 25 de febrero (fecha de su nacimiento) al 1 de mayo denominándose Noche de Walpurgis por coincidir la fecha de celebración con el día de Santa Walpurgis en el calendario sueco debido a que el 1 de mayo de 870 d.C. fueron trasladadas sus reliquias. Dicha fecha pasó a ser el día de la celebración de esta santa en algunos calendarios, coincidiendo con el día del trabajo.

Para finalizar, fue durante la Noche de Walpurgis de 1776 cuando Adam Weishaupt creó en los bosques bávaros a los Illuminati.





viernes, 29 de abril de 2016

"Las Brujas de la Noche". Aviadoras soviéticas contra los Nazis



Mujeres que vuelan, que combaten, que vencen y que caen, acribilladas, abrasadas, destrozadas, víctimas incluso de “la peor de las muertes”: precipitarte desde el cielo, tras saltar de tu aparato ardiente, sin paracaídas. El mundo heroico, vertiginoso y terrible de la aviación de guerra, en femenino.

En Las brujas de la noche (Pasado y Presente), la investigadora Lyuba Vinogradova (Moscú, 1973), colaboradora habitual y prestigiosa de los historiadores Antony Beevor (que firma la introducción) y Max Hastings, traza desde las mismas fuentes documentales originales y los testimonios directos la gran aventura de las aviadoras soviéticas de la II Guerra Mundial. Lo hace con una voz de mujer, atenta a detalles conmovedores que se suelen pasar por alto, como la separación de las familias, la dificultad de contar con ropa adecuada –al principio les suministraron vestimenta de hombre, incluidos calzoncillos- , las lágrimas cuando les cortaban las trenzas, el acoso y las chanzas de los compañeros pilotos masculinos, habitualmente pasados de vodka; el problema con los anticonceptivos (Vinogradova describe una escena en la que las aviadoras observan con envidia un condón capturado al enemigo, una rareza entonces) o la confección de lencería con la seda de los paracaídas de los aviadores alemanes derribados. Uno imagina lo que debía humillar eso a los pilotos nazis. Que te derribe una mujer ya es duro, se dirían los machos de la Luftwaffe, pero que se hagan las bragas con tu equipo…




“Los alemanes no tenían mujeres como combatientes en su ejército, no digamos pilotos”, explica Vinogradova. “Naturalmente, las aviadoras les provocaban mucha curiosidad. No obstante, a las que cogían prisioneras las trataban con enorme dureza”. De entrada, las desnudaban para comprobar el género. Cuando Lina Smirnova fue derribada, cuenta la autora, se pegó un tiro antes de que la cogieran.

La emoción de las victorias era la misma que la de los hombres, expresada a veces de modo particular. “¡Has derribado un Heinkel, querida!”, le espetó su mecánica a Lera Khomyakova al aterrizar tras un combate contra una formación de bombarderos alemanes. Inmediatamente el resto de chicas del personal de tierra la rodeó y la besaron. La aviadora cayó poco después. Encontraron su cuerpo en un campo de girasoles.

¿Fue la lucha contra el machismo en sus propias filas tan dura para las aviadoras como la guerra contra los alemanes? “Comparadas con la mayoría de las mujeres en el ejército soviético, que constantemente sufrían acoso sexual y a veces violencia sexual, las aviadoras eran un grupo privilegiado. El acoso abierto no se toleraba. Sin embargo había mucha discriminación. Los hombres se apropiaban de los cazas de ellas, ninguneaban a las aviadoras, las llamaban ‘muñecas’. Un ejemplo clásico son las exclamaciones de los pilotos hombres en el campo cerca de Stalingrado cuando les informaron de que un regimiento de bombardeo femenino llegaba: ‘¡A cubierto, hay chicas tratando de aterrizar!’.

La gran aviadora Raisa Belyaeva, que había participado en shows aéreos antes de la guerra, tenía que escuchar al comandante del regimiento de cazas en que combatía decirle: ‘No quiero enviarte de misión, eres demasiado bonita’, lo que, por supuesto, ella se tomaba como un insulto. Las mujeres, que muchas veces poseían más experiencia de vuelo que sus camaradas masculinos tenían que probar constantemente su habilidades y su coraje”. Paulatinamente, dejándose la piel, se ganaron el respeto.


Las mujeres en la aviación de la URSS en la segunda contienda, destaca Vinagrodova, no solo pelearon a los mandos de cazas y bombarderos y fueron tripulantes, observadoras, radiotelegrafistas o artilleras, sino que formaron el escalón de tierra de las escuadrillas como mecánicas, suministradoras de munición o combustible. De hecho el Ejército Rojo tuvo en su fuerza aérea tres regimientos completos compuestos únicamente de mujeres: uno de caza (586) otro de bombardeo pesado (587) y un tercero de bombardeo nocturno (588). Este último era el de las Brujas de la Noche, nombre que da título (de manera algo reductiva) a la edición española del libro de Vinogradova (originalmente Defending the Motherland). “La leyenda sostiene que ese nombre se lo pusieron los alemanes, a los que acosaban continuamente con sus frágiles avioncitos, los insustanciales biplanos de entrenamiento U- 2 (Po-2), de contrachapado, a los que denominaban por su sonido máquinas de coser. Pero yo creo que se bautizaron así ellas mismas. Son admirables, se requería muchísimo valor para combatir en esos aparatos que se incendiaban a la mínima. Muchas tuvieron una muerte horrible. En general, entre las mujeres pilotos y navegadoras que combatieron en unidades de primera línea las bajas fueron tremendas. Quizá un tercio. Es difícil de cuantificar. En el regimiento de bombardeo nocturno, donde las bajas se cubrían con el propio personal, las muertas y heridas ascendieron al 50 % de los efectivos iniciales del regimiento”.




La URSS movilizó a sus mujeres en la lucha a vida o muerte contra los nazis como nunca se había hecho ni se ha vuelto a hacer: cerca de un millón engrosaron las filas del Ejército Rojo en todos los puestos: zapadoras, tanquistas, francotiradoras (a ellas dedicará su próximo libro Vinogradova), servidoras de ametralladora, ganando 92 el rango de Heroínas de la Unión Soviética, 50 a título póstumo. Fueron las soviéticas las únicas mujeres del mundo que en ese sangriento conflicto pilotaron aviones en misiones de combate, enfrentándose de tú a tú en numerosas ocasiones a los mismísimos ases de la Luftwaffe de Hitler, para sorpresa, a veces letal, de estos.

“Cuando veo un aeroplano con las cruces negras y la esvástica en la cola, tengo un solo sentimiento: odio; esa emoción hace que apriete aún más firmemente el disparador de mis ametralladoras”, decía la frágil y minúscula, pero tan corajuda y vital, Lilya Litvyak, la Chica Vengadora, el Lirio Blanco de Stalingrado y Kursk, a la que se atribuía haber derribado a un as de ases alemán, que quedó patidifuso cuando le presentaron al rival que le había vencido. Se dice que trató de besarle la mano, pero Vinagrodova apunta que es un cuento de la propaganda.

Litvyak, la aviadora de caza más famosa, con 12 derribos confirmados, desapareció a los 21 años los mandos de su Yak-1 con el número 18, como un Saint-Exupéry en femenino o una Amelia Earhart de kaki, durante una misión en agosto de 1943. Hasta 1979 no se encontraron sus restos identificados en parte, precisamente, por fragmentos de ropa interior, especialmente un brassiere, confeccionado con seda de paracaídas. Resultaba claro que se trataba de un piloto particular.




La historia favorita de Vinagrodova tiene que ver con Litvyak: “En una ocasión, tras un combate, realizó un aterrizaje forzoso en un terreno con la hierba muy alta. Dos soldados soviéticos corrieron a rescatar al piloto. No lo encontraban. Entonces escucharon la voz aguda de una chica: ‘Yo soy el piloto’. Lilya era tan bajita que no podían verla en la hierba alta”.

Litvyak, explica Vinagrodova, era de armas tomar. Fue sancionada numerosas veces por desobediencia y comportamiento indecoroso. Se hizo amante del as de caza Salomatin, con el que volaba en pareja y que se estrelló poco antes que ella en un caso de “holiganismo acrobático”.

¿Cómo era el amor y el sexo para esas chicas aviadoras? “Eran muy jóvenes y al principio el estado de ánimo dominante era ‘la guerra no es lugar para romances’. Después mientras la contienda se alargaba se dieron cuenta de que no podían esperar hasta el final para que la vida recomenzara, porque la guerra era su vida en ese momento y resultaba muy posible que no hubiera otra después, dado que tantas estaban muriendo. Muchas volvieron de la guerra ya casadas, y otras muchas perdieron a sus compañeros en combate”. La escritora menciona numerosos idilios y al menos un caso de amorío homosexual.


Las aviadoras tenían distintas procedencias, estudiantes, campesinas, obreras. Muchas de ellas se habían adiestrado en las escuelas de vuelo del Komsomol, las juventudes comunistas. Para otras, como para sus equivalentes masculinos, la guerra proporcionaba la ocasión para cumplir el sueño de volar. Lo hicieron en condiciones durísimas, matándose en accidentes y combates. En la guerra no tiene rostro de mujer (Debate), la Nobel Svetlana Alexiévich, recoge el testimonio de una de las Brujas, Aleksandra Popova –fallecida a los 91 años en 2013-, de que a algunas se les retiró la menstruación por el estrés. Pero, como testimoniaba otra aviadora, la capitana Klaudia Térejova:”¡Las chicas volábamos y derribábamos a los ases de la aviación! Los hombres nos observaban perplejos. Nos admiraban”.




Entre la galería de las aviadoras destacan la gran Marina Raskova, que ya era una pionera de la aviación, artífice de los regimientos femeninos y que además era agente secreta del NKVD de Beria; su lema fue: “Podemos hacerlo todo”.

¿Qué ocurrió con las aviadoras supervivientes tras la guerra? “Muy pocas permanecieron en el ejército. De hecho solo se las había reclutado a causa de la guerra. Muchas de las que habían sido pilotos civiles antes volvieron a su profesión. Pero la vida de piloto es difícil de combinar con crear una familia. Las pocas que permanecieron en la fuerza aérea fueron desalentadas por sus comandantes: la patria las había necesitado durante la guerra, les dijeron, pero luego tenían que marcharse y dejar el trabajo de los hombres a los hombres”.

¿Se recuerdan hoy en Rusia las aventuras de las aviadoras? “Los rusos en general están muy orgullosos de los héroes y heroínas de la Gran guerra patriótica. Sin embargo, muchos o la mayoría aún prefieren la versión de la propaganda soviética a las versiones más auténticas. Las mujeres pilotos de las que he escrito no son muy conocidas, excepto las más famosas de ellas como las Brujas de la Noche”. Hoy, dice Vinagrodova, ya no queda ninguna de aquellas valientes aviadoras. “Cuando empecé las entrevistas en 2009 aún pude hablar con algunas. Estaban muy orgullosas de lo que habían hecho, ¡y yo muy orgullosa de ellas!”. ¿Cuál fue su contribución real al esfuerzo de guerra y a la victoria? “Un regimiento de aviación, aunque contara solo con una docena de pilotos era algo muy precioso en el frente del Este: el ejército rojo sufría una gran escasez de aviones y de pilotos experimentados. Los tres regimientos de mujeres sin duda fueron muy útiles. Jugaron además un importantísimo papel en levantar los ánimos de lucha tanto de las mujeres soldado como de las civiles que cargaban un gran peso sobre sus espaldas”.

Fuente:cultura.elpais.com





jueves, 28 de abril de 2016

Hertha Marks Ayrton.Pionera en la electricidad y en el sufragio femenino



Hertha Marks Ayrton (28 abril de 1854 -23 agosto 1923) ingeniera, matemática, física e inventora británica.

Además, de física e inventora, Hertha Marks Ayrton también defendió los derechos de las mujeres, de los que estaban  privados en su época. Se dice de ella que es “la institutriz pionera en la electricidad y  en el sufragio femenino”

Llegó a ser vicepresidenta de la Federación Británica de Mujeres Universitarias y también fue nombrada vicepresidenta de la Unión Nacional de Sociedades por el Sufragio de las Mujeres

Se le concedió la Medalla Hughes por la Royal Society por su trabajo en los arcos eléctricos y ondas en la arena y el agua.



Hertha Marks Ayrton había nacido  dentro de una familia británica endeudada de ocho hermanos. Debido al sexismo que se respiraba en la época, Hertha se formó en su casa y comenzó muy joven a trabajar como institutriz y a ayudar a su familia económicamente en labores de costura. A pesar de esto, Hertha Marks Ayrton decidió formarse y gracias a la ayuda de su tutora, la feminista Barbara Bodichon consiguió entrar en el Girton College de Cambridge , donde estudió matemáticas y fue entrenada por Richard Glazebrook



Hertha Marks, obtuvo el Bachelor's Science puesto que las mujeres no podían tener un título universitario. Empezó a trabajar dando clases de matemáticas a domicilio. Mas tarde continuaría sus estudios en el Finsbury Technical College por la noche, donde conocería a su profesor William Ayrton, que pasaría a ser su marido en 1885.

Junto a él, Hertha Marks realizó numerosos avances en sus experimentos de física y electricidad llegando a especializarse en el campo del arco eléctrico. Gracias a su potencial, en 1889, Hertha Marks ingresaría en la Institución de Ingenieros Eléctricos siendo la primera mujer conseguirlo.


A pesar de ser una gran conocedora de las materias como la electricidad, la Royal Society no aceptaba sus trabajos puesto que las mujeres no eran aceptadas.

Al morir su marido, Hertha Marks continuó sus investigaciones llegando a la aceptación a teoría de los vórtices de Lord Rayleigh, Además de esto, Hertha también era inventora, y entre sus hallazgos, podemos destacar el ventilador que podría repeler los ataques de gas.

Debido a las dificultades que se había encontrado en su estudio de la ciencia, Hertha Marks era miembro muy activo de la Unión Política y social de la mujer participando en el movimiento de mujeres sufragistas entre 1906 y 1913.

Gracias a su lucha por defender la igualdad a la hora de los estudios para las mujeres, Hertha Marks fue miembro fundadora de la Federación Internacional de Mujeres Universitarias y de la Unión Nacional de Trabajadores Científicos.

Hertha Marks moriría en 1923 y dos años más tarde, obtendría un reconocimiento como pionera en sus estudios sobre la electricidad realizados así como en la defensa de la libertad de las mujeres para poder desarrollar sus estudios y por ello se le concedió la beca de la universidad de Girton que lleva su nombre; Hertha Marks Ayrton


miércoles, 27 de abril de 2016

" Si me quieres, quiéreme entera".Dulce María Loynaz



 Si me quieres, quiéreme entera,
 no por zonas de luz o sombra...

 Si me quieres, quiéreme negra
 o blanca. Y gris, y verde, y rubia,
 y morena...

 Quiéreme día, quiéreme noche...
 ¡Y madrugada en la ventana abierta!...

 Si me quieres, no me recortes:
 ¡Quiéreme toda... O no me quieras!

Dulce María Loynaz (dulce-maria-loynaz-)

Dulce María Loynaz .Premio Cervantes, 1922.





Dulce María Loynaz Muñoz (La Habana, 10 de diciembre de 1902 - 27 de abril de 1997) Escritora y poeta cubana.

Está considerada como una de las principales figuras de la lírica cubana y universal.
Recibió el premio Miguel de Cervantes en 1922.

En 1919 publicó sus dos primeros poemas, Vesperal e Invierno de almas, en el diario La Nación, que significaron la entrada de Loynaz en el mundo de las Letras. Posteriormente, estudió Derecho Civil en la Universidad de La Habana, y se doctoró en 1927.

Fue doctor "Honoris Causa" por esta misma universidad. Fue reconocida en su patria como profesional del derecho recibiendo en 1944 la desaparecida Orden González Lanuza, conferida a aquellos que en esta rama aportaron los frutos de sus estudios y experiencias, siendo la primera mujer en recibirla.




Obra:

Su primera obra se inscribe en el posmodernismo insular, dentro del cual fue la figura más representativa de la línea purista. La lírica de Loynaz sedujo por su sencillez y naturalidad y el ritmo y la musicalidad de sus versos, en los que predominó una temática en ocasiones fruto de la angustia y del enigma y motivada por el amor.

En 1928 empezó a escribir su novela lírica Jardín, que terminaría siete años después y que no se publicaría en España hasta 1951.

Esta obra es una especie de autobiografía poetizada en la que son elementos fundamentales la memoria, la imaginación y el sueño. Se nutre de sentimientos y recuerdos de los años pasados un su casa de El Vedado y, sobre todo, en el jardín que la rodeaba. La autora convierte lo que fue un lugar real, en el que transcurrieron muchos momentos de su vida, en un mundo imaginario, ensoñador y simbólico, en su paisaje íntimo, a través del cual percibe, entiende y expresa los movimientos y recovecos de su alma. En esta obra, como en el resto de su producción poética y novelística, la autora expresa su deseo de comunión con los demás, con la naturaleza y con los objetos, en una especie de unión mística con el mundo. En la novela se aprecian recursos característicos del Realismo mágico, elemento imprescindible a la hora de analizar la obra si se tiene en cuenta además que fue escrita entre la segunda y tercera década del siglo XX, adelantándose así a la mayoría de los escritores que explotaron este discurso narrativo en décadas posteriores. Aunque con respecto a Jardín todo es polémico hay que reconocer que los elementos estilísticos utilizados por la autora han ubicado a esta novela como precursora de la actual novelística hispanoamericana.

Es fundamental en su estilo la influencia de Juan Ramón Jiménez. En las composiciones de Loynaz encontramos una ternura, delicadeza y melancolía que recuerdan, sin duda alguna, la expresión intimista de Platero y yo, la popular obra del poeta. Él mismo reconoce estas semejanzas entre ambos en un artículo del año 1942, que publica en la revista semanal Buenos Aires. 



En 1929 viajó a Turquía, Siria, Libia, Palestina y Egipto. En este momento escribió su obra Cartas de amor al Rey Tut-Ank-Amen, inspirada por su visita a la tumba del famoso faraón.
Un año después conoció a García Lorca, con el que mantuvo una entrañable amistad y que fue uno de los muchos amigos que hizo en España

En 1947 publicaría Juegos de agua, libro de poemas, y a partir de 1950 el editor español se interesa por la obra de la cubana, publicando varios de sus trabajos. De esta época, específicamente de 1951, data la publicación de Jardín. Le seguirían: Carta de amor al rey Tut-Ank-Amen 1953, Poemas sin nombre 1958 y Un verano en Tenerife, (libro de viajes); según la autora: lo mejor que he escrito. Entre otras cosas porque la poetisa En su primer viaje a la isla quedó prendada de ella y llegó a adoptar a España como su segunda patria. Y cierto es también la gran acogida de su obra que tuvo en este país.

En 1950 publicaría además crónicas semanales en El País y Excélsior. También colabora en Social, Grafos, Diario de la Marina, El Mundo, Revista Cubana, Revista Bimestre Cubana y Orígenes, muchas veces como colaboraciones a su esposo Pablo Álvarez de Cañas. Dentro de su prosa es de vital importancia destacar su libro Fe de Vida, obra autobiográfica y centrada fundamentalmente en dar a conocer el, hasta por el momento para muchos invisible, Pablo Álvarez de Cañas. Su segundo esposo y quien fuera figura relevante en círculos sociales de La Habana en su época.
 
Sus últimas publicaciones fueron Poemas escogidos, de 1985, Bestiarium y La novia de Lázaro, ambos de 1991. La Diputación de Cádiz publicó, además, en 1992, Poemas náufragos, y la editorial Espasa Calpe una amplia antología de su obra.

En 2001 se publica una selección de poemas casi desconocidos Esta selección se agrupó bajo el título de El áspero sendero.

Reconocimientos:

Durante su vida recibió gran cantidad de premios y honores; entre otros se destacan el Premio Cervantes en 1992, la gran cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio en 1947, y el nombramiento de dama de la Orden de Isabel la Católica. En Cuba recibió la orden cultural Félix Varela y el Premio Nacional de Literatura. Entre otros.

martes, 26 de abril de 2016

Día de la Visibilidad Lésbica



El Día de la Visibilidad Lésbica se celebra cada 26 de abril en diversas partes del mundo como una forma de exigir igualdad de derechos para las lesbianas.
El movimiento se originó en España en el año 2008 como parte de las actividades de los colectivos LGTB. Su objetivo es visibilizar el papel que ocupan las lesbianas en el espacio público.
Este día se hace un llamado a las lesbianas que trabajan en el ámbito público a mostrarse y ser un referente social positivo que contribuya a la eliminación de prejuicios y homofobia entre la población.
Aunado a ello, los colectivos LGTB exigen a los gobiernos e instituciones que promuevan la igualdad de derechos (tales como el matrimonio igualitario o la reproducción asistida) y fomenten la no discriminación



¿Es necesario dedicar un día para visibilizar específicamente a las mujeres lesbianas? George Steiner  planteaba que lo que no se nombra, no existe. Resulta innegable que la presencia de mujeres homosexuales en nuestra sociedad es mucho menor que la de sus homólogos varones. ¿Cuántas mujeres abiertamente lesbianas en el mundo de la música, la política, el cine, la literatura… eres capaz de nombrar?

“Las lesbianas no somos mujeres”, anunció Monique Wittig en 1980 (Monique Wittig y la Teoría Queer). Esta provocadora afirmación alude a que las categorías hombre y mujer se construyen mutuamente en una relación (personal, económica, política, etc.) de opresión de la que escapan las lesbianas. La poeta y ensayista Adrienne Rich (Adrienne Rich.Poeta, intelectual, feminista ...)dedicó buena parte de su obra a examinar el lesbianismo como una amenaza directa a las estructuras de poder patriarcal. El término ‘existencia lesbiana’, acuñado por Rich, sirve para definir la presencia de este tipo de experiencias a lo largo de toda la historia, así como su ocultación.

Durante mucho tiempo, la invisibilidad lésbica ha servido como una forma de protección. Dos “amigas” solteras que compartían piso no resultaban excesivamente sospechosas y están socialmente aceptadas las muestras públicas de afecto entre mujeres. Muchas de las legislaciones que actualmente tipifican la homosexualidad como delito dejan al lesbianismo cierto margen de seguridad al perseguir principalmente los actos de sodomía.

La novelista Jónína Leósdóttir   publicaba su biografía, en la que detalla la historia de su relación de más tres décadas con Jóhanna Sigurðardóttir , primera ministra de Islandia entre 2007 y 2009. A pesar de la posición privilegiada de la pareja, durante años vivieron su relación en clandestinidad. La falta de referentes en el mundo público dificulta que las mujeres homosexuales de a pie “salgan del armario”.

Manifiesto por el Día de la Visibilidad Lésbica
http://www.felgtb.org/temas/politicas-lesbicas/noticias/i/5530/222/manifiesto-por-el-dia-de-la-visibilidad-lesbica-2014

Fuentes: Wikipedia/www.lamarea.com

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lunes, 25 de abril de 2016

¿La mitificación del concepto “Natural” convierte de nuevo a las mujeres en esclavas de su función reproductiva?



El grupo municipal de la CUP en Manresa ha propuesto que los centros de atención a la mujer promuevan el uso de “métodos alternativos de recoger el sangrado”, como el sangrado libre, las copas menstruales o las esponjas marinas, en lugar de tampones y compresas, que consideran caros y poco ecológicos. Nada hay que objetar a que las jóvenes tengan información de todas las alternativas disponibles. Pero una cosa es informar y otra promover con carácter general unas opciones concretas y presentarlas como superiores a las otras.

En el debate que se ha suscitado subyace una polémica de mayor calado sobre los efectos que ciertas modas pretendidamente naturalistas o alternativas pueden tener sobre los avances conseguidos por las mujeres.

Preocupan en particular las teorías que rechazan avances médicos que salvan vidas, como la vacunación infantil, o que han mejorado las condiciones de vida y de seguridad de las mujeres, como los fármacos anticonceptivos o el parto hospitalario.

Lo natural no tiene por qué estar reñido con el progreso. El parto en casa, por ejemplo, puede ser una opción, siempre que se haga con un mínimo de condiciones, pero eso no debe llevar a sacralizar el parto con dolor o anteponer la intimidad a la seguridad y menos aún a denigrar el parto hospitalario, que ha contribuido de forma decisiva a reducir la mortalidad materno-infantil.

Algunas voces han alertado sobre los movimientos pendulares, y especialmente sobre aquellos que mitifican de tal modo el concepto de natural que convierten de nuevo a las mujeres en esclavas de su función reproductiva.

Llevadas a sus últimas consecuencias, algunas de estas teorías pueden acabar recluyendo a la mujer en casa, no porque nadie la obligue, sino porque ella misma se ata a la pata de la mesa.

Dejar de trabajar para criar a los hijos es una opción. Pero entronizar la dedicación exclusiva a la crianza como una especie de dictado de lo natural supone volver a los roles que reservan el mundo laboral y la esfera pública a los hombres, y la crianza y la esfera de lo privado a las mujeres.

El neomachismo encontraría así en las teorías de la naturaleza diferencial un poderoso aliado. Las propias mujeres asumirían la diferenciación como una elección, adornada en el caso de los movimientos alternativos con el marchamo de la rebeldía pues muchas de estas tendencias se acompañan de una crítica justificada a la mercantilización o a la excesiva medicalización de ciertos aspectos de la vida.

La crítica a la mercantilización es legítima. Sin embargo, algunas de las alternativas no contribuyen precisamente a liberar a las mujeres, sino a crearles nuevas ataduras. Y hay que tener cuidado con el sentimiento de culpa que suele generar la asunción dogmática de cualquier teoría. Porque nunca seremos suficientemente naturales, suficientemente maternales o suficientemente ecológicas.

Al final, siempre hay un dedo acusador sobre las mujeres. La tiranía del imperativo natural, como la del pensamiento positivo, puede ser tan sofocante como cualquier otra.

Milagros Pérez Oliva
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El título se lo ha puesto Mujerícolas, no es de la autora.

domingo, 24 de abril de 2016

Camille Crespin du Gast. Pionera de la Belle Époque



Camille Crespin du Gast (30 de mayo de 1868 – 24 de abril de 1942). Aeronauta de globo, paracaidista, esgrimista, toboganista, esquiadora, tiradora con pistola y rifle, entrenadora de caballos, concertista de piano y cantante, viajera y feminista francesa.

Fue la segunda mujer en competir en una carrera automovilística internacional




Camille Crespin du Gast fue una de las tres celebridades pioneras francesas de la Belle Époque  junto a Hélène de Rothschild y Anne de Rochechouart de Mortemart






Du Gast fue una feminista preocupada con el avance de los derechos de las mujeres. Fue vice-presidenta de la Liga Francesa de los Derechos de la Mujer (Ligue Française du Droit des Femmes) después de la Primera Guerra Mundial. Su preeminencia y el papel del deporte en las victorias femeninas fueron tratados en el libro "Cincuenta Años de Feminismo" (Cinquante-ans de féminisme: 1870-1920), publicado por la Liga Francesa de los Derechos de la Mujer en 1921.




En 1904 se convirtió en la única dirigente femenina del Club Automovilístico Francés (Automobile Club de France, ACF).

La prensa la llamaba "la amazona" y "la Valquiria del automóvil" (la Walkyrie de la Mécanique). 



Después de la muerte de su esposo, Du Gast viajó extensamente. En 1906 hizo un viaje a caballo por Marruecos, el cual documentó en su artículo Ce que m’a dit le Rogui, publicado en la revista Je sais tout en 1909.

En 1910 y en 1912 visitó nuevamente Marruecos, estas veces por encargo del gobierno francés para realizar labores diplomáticas encaminadas a incrementar su influencia en la región.



En Francia alcanzó también un reconocimiento por su extenso trabajo caritativo.

Fue presidenta de la Sociedad Protectora de los Animales (Société protectrice des animaux, SPA) hasta su muerte y su campaña contra el toreo incluyó acciones disruptivas en las plazas.

Proveyó cuidados sanitarios a mujeres y niñxs desvalidxs en París, tarea que continuó durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial.





sábado, 23 de abril de 2016

Teresa de la Parra. Escritora y feminista venezolana



Teresa de la Parra (París, 5 de octubre de 1889-Madrid, 23 de abril de 1936) Escritora y feminista venezolana

Es considerada una de las escritoras más destacadas de su época. A pesar de que la gran parte de su vida transcurrió en el extranjero, supo expresar en su obra literaria el ambiente íntimo y familiar de la Venezuela de ese entonces.

Su pensamiento innovador y feminista, está presente en las conferencias que llevó por toda Latinoamérica.

Fue admirada y elogiada por intelectuales reconocidos de su época como Gabriela Mistral y Miguel de Unamuno.


Según Rose Anna Mueller, De la Parra "describió su educación y sus experiencias en Venezuela en un nuevo estilo libre del criollismo o estilo pintoresco en boga en la época."




Comenzó en el mundo de las letras de la mano del periodismo, escribió dos novelas que la inmortalizaron en toda América: Ifigenia y Memorias de Mamá Blanca. Su novela más conocida Ifigenia, planteó por primera vez en el país el drama de la mujer frente a una sociedad que no le permitía tener voz propia y cuya única opción de vida, según la sociedad, era el matrimonio legalmente constituido. Por ello, el título de Ifigenia remite al personaje griego y al sacrificio.

En 1915 bajo el seudónimo de Fru-Fru, de la Parra publica dos cuentos "Un evangelio indio: Buda y la leprosa" y "Flor de loto: una leyenda japonesa" en el periódico El Universal. Probablemente los otros cuentos de este periodo no publicadas hasta 1982 son "El ermitaño del reloj", "El genio del pesacartas" y "La historia de la señorita grano de polvo, bailarina del sol".

Asimismo, en 1920 pública en la revista Actualidades, dirigida por Rómulo Gallegos, su "Diario de una caraqueña por el Lejano Oriente", que en realidad es una ficción basada en las cartas enviadas por su hermana en numeroso viajes.

Ese mismo año, de la Parra publica "Mama X" en un concurso nacional de cuento patrocinado por el diario El luchador y gana un precio especial.

En vista de su éxito el editor de la revista Lectura Semanal, la invita a publicar "Diario de una señorita que se fastidia" en la revista y emitió seis mil copias que se vende a cabo en unos pocos días.

Su fama crece hasta convertirse en una de las escritoras más destacadas de Latinoamérica y colocarse a un lado de Gabriela Mistral, con la que mantiene una estrecha amistad.

En 1927, es invitada a Cuba para participar y hablar de Simón Bolívar en el Congreso de Prensa Latina; el tema de su discurso fue "La Influencia Oculta de las Mujeres en la Independencia y en la vida de Bolívar". Es entonces cuando se encuentra con alguien que tendría un papel importante en su vida durante sus últimos años, Lydia Cabrera.

En 1929 pública su segunda novela, Memorias de Mamá Blanca aparecido en español y en francés.

En 1930, recibe una invitación para ir a Colombia a dar una serie de conferencias, publicadas bajo el título "Tres conferencias inéditas" en 1961, sobre el papel de la mujer en la cultura española e historia desde la época colonial hasta el presente. Define la identidad femenina de un modo abierto y dice que una escritura femenina no tiene que limitarse al tema de amor, y no es en la temática donde se identifica. En estas conferencias de la Parra compartió sus ideas del feminismo expresando que las mujeres  deben trabajar y ser financieramente independiente, y deben considerar a los hombres como a sus amigos y compañeros, no como sus propietarios o enemigos.

La tuberculosis le arrebató la vida  a los 46 años