sábado, 23 de enero de 2016

¿Quién lleva los pantalones?




Como todo el mundo sabe, la expresión española”Llevar los pantalones” significa tener el mando, ser  quien da órdenes,  quien tiene el poder, quien dice la última palabra y quien toma las decisiones en una familia.
Antes solía ser siempre el hombre, ahora las cosas ya no están tan claras. Pero no vamos a hablar de la expresión y su simbología, vamos a  hablar de los pantalones en sí y de como se los apropiaron las mujeres hasta hacerla una prenda cotidiana en su vestuario. Una pequeña revolución en las conquistas de las mujeres 



Si bien los pantalones para mujeres no se convirtieron en artículos de moda en los países occidentales hasta finales del siglo XX, desde el siglo XIX las mujeres comenzaron a usar falda-pantalón para andar en bicicleta o incluso pasear por la calle.






Las muchachas mineras marrones de Wigan provocaron polémica en la sociedad victoriana a raíz del uso de pantalones para el trabajo peligroso en las minas de carbón. Vestían faldas sobre los pantalones y las hacían rodar hasta la cintura para mantenerlas fuera de camino.



Y es que desde que la escritora George Sand se apropiara de  los pantalones para recorrer más cómodamente las calles de París, esta prenda ha vestido las pequeñas y grandes revoluciones que han jalonado la ruta hacia la emancipación de las mujeres. La primera mujer que puso el pantalón de moda fue Coco Chanel.





Las mujeres que trabajaban en granjas en el oeste americano del siglo XIX también llevaba pantalones de equitación y, a principios del siglo XX, muchas veces las aviadoras y otras mujeres que trabajaban también llevaban pantalones. 



El hecho de que actrices como Marlene Dietrich y Katharine Hepburn con frecuencia fueran fotografiadas de pantalones de la década de 1930 ayudó a que los pantalones fueran más aceptados por las mujeres.






Durante la Segunda Guerra Mundial, las mujeres que trabajaban en las fábricas o en otras formas de "trabajo de hombres" en los servicios bélicos, usaban pantalones cuando el trabajo lo exigía, y en la posguerra, los pantalones se convirtieron en ropa casual para la jardinería, la playa, y otras actividades de ocio.



En Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial, a causa del racionamiento de la ropa, muchas mujeres tomaron la ropa de sus maridos civiles, incluidos los pantalones, para trabajar mientras sus maridos estaban ausentes en las fuerzas armadas. Esto fue en parte porque las consideró como ropa práctica para el trabajo y, en parte para permitir que las mujeres mantengan sus prestaciones de ropa para otros usos. Dado que esta práctica de usar pantalones se hizo más generalizada y la ropa de los hombres estaba ausente, fueron necesarios reemplazos, por lo que en el verano de 1944 se informó que las ventas de pantalones de mujer eran cinco veces más que el año anterior.




En la década de 1960, André Courrèges introdujo el pantalón largo para las mujeres como objeto de moda, llegando a la era del traje pantalón y corte vaquero y a la erosión gradual de las prohibiciones en contra de que las niñas y mujeres usasen pantalones en las escuelas, el lugar de trabajo, y en buenos restaurantes.



Vamos a ver los pequeños pasos en la conquista del derecho de las Mujeres a “Llevar los pantalones”

George Sand










La escritora George Sand (1804-1876) fue la precursora en el uso femenino del pantalón. Siendo una niña tiró su corsé a una barrica de vino y ya en su juventud comenzó a vestir como un hombre. Un comportamiento que ella inscribe dentro de la tradición familiar: su madre y su tía habrían hecho lo mismo cuando eran jóvenes por falta de dinero. Además, para callejear y atiborrarse del mundo como deseaba debía caminar mucho y largo tiempo. Los vestidos y zapatos condenaban a la mujer al sedentarismo. El traje masculino refleja también sus compromisos políticos. "Sólo tengo una pasión, la idea de igualdad", escribe en 1848.



Colette



Colette, (1873 - 1954), novelista, periodista, guionista, libretista y artista de revistas y cabaré francesa. Adquirió celebridad internacional por su novela Gigi. De espíritu libre, Colette se presentaba públicamente en pantalón y manifestaba sus ansias de ser libre y de vestir como quisiera, en pantalón o desnuda para no desvirtuar su estética una

Alice Marble


El deporte desempeña un papel esencial en la popularización del pantalón femenino: influye sobre las prendas de la calle e inspira a la moda. En la imagen, la tenista Alice Marble, en 'shorts', gana el Campeonato Nacional de Tenis Femenino de Estados Unidos en 1936. Pero en esta década, fuera del ámbito deportivo o la playa, el pantalón aún sigue estando mal visto: la masculinización del vestir alude más o menos explícitamente a la homosexualidad



Marlene Dietrich


Marlene Dietrich es la primera actriz en probar el poder erotizador del pantalón. Desde 'Marruecos' (1930) utiliza el esmoquin en cada una de sus películas como un símbolo del poder que se alía con el dinero y la masculinidad. Pero también lleva pantalones en su día a día. De hecho, en 1933 el prefecto de policía de París le advierte de que la hará abandonar la ciudad si llega vestida con pantalones. Ella rehúsa aparecer con falda y finalmente el prefecto decide regalarle un brazalete en vez de expulsarla.



Las obreras de la II Guerra Mundial




El uso del pantalón se extiende a la población general por razones prácticas durante la II Guerra Mundial. La mujeres tienen que incorporarse como obreras en fábricas de armamento, talleres navales y aeronáuticos, y allí adoptan la vestimenta más cómoda y segura (y aconsejada por las autoridades): pelo recogido y pantalones. También aparecen con pantalones en las películas y carteles de propaganda bélica.


Isabel II



La entonces princesa Isabel de Inglaterra se fotografía durante la II Guerra Mundial vestida con un mono del Auxiliar Territorial Service del ejército británico mientras cambia una rueda. En el trabajo, las razones prácticas hacen que el pantalón esté totalmente aceptado. Pero en la vida cotidiana y en las revistas de moda, la falda prevalece.



Audrey Hepburn



Durante la década de los cincuenta, Audrey Hepburn encarna mejor que nadie el nuevo estilo de la mujer moderna. Exhibe un aire masculino y femenino al mismo tiempo, una combinación aceptable en unos tiempos todavía muy puritanos. Es la embajadora ideal del pantalón femenino, que lleva con zapatos planos y el pelo corto. Su estilo, imitado por numerosas admiradoras, influye mucho en la aceptación del pantalón.



Las Teddy Girls 

En la década de los 50 Las Teddy Girls son las primeras mujeres en utilizar pantalones masivamente como una prenda democratizadora y dejaron la escuela para trabajar. Al ritmo del Rock and Roll marcarían la historia y la moda. De esta tendencia y transformación social vendrán luego otras corrientes como los Mods y los Punks.



Yves Saint Laurent







El pantalón femenino no aparece en la alta costura y en el pret a porter hasta 1960, pero a partir de entonces su éxito será clamoroso. El diseñador que lo aupará a la categoría de prenda estrella dentro del armario femenino fue Yves Saint Laurent, que en 1966 lanza el esmoquin femenino. Herramienta de poder para sus clientas e icono incontestable de su firma. El diseñador considera, no obstante, que "la libertad y la igualdad no se comprar con un calzón", sino que "son un estado de ánimo".



Jane Fonda


A finales de los años sesenta y principios de los setenta, lo vaqueros, como los que lleva la actriz Jane Fonda durante este mitin en la Universidad de Carolina del Sur, se convierten en la primera prenda "mixta". Constituyen un emblema del movimiento revolucionario en los campus, del rechazo a la guerra de Vietnam, de la lucha de los negros por sus derechos civiles y del resurgimiento del feminismo. Con el estilo hippy, los 'jeans' experimentan un difusión masiva entre ambos sexos. Como en 1920, pero al revés, la moda capilar acerca a ambos géneros y el armario masculino se feminiza.






En la década de los ochenta y noventa, la libertad de indumentaria entre las mujeres parece asentada en Occidente, pero aún quedan algunos sectores profesionales, especialmente aquellos en los que se requiere uniforme, donde el pantalón tardará aún bastante tiempo en convertirse en una opción. Las azafatas de tierra de Air France, por ejemplo, pueden optar por el pantalón desde 1980; las de aire, no conseguirán hacerlo hasta 2005. En Alitalia  tendrán que esperar a 2006 para tener derecho a utilizarlo.