viernes, 22 de enero de 2016

El Pelo de la Mujeres durante la Época Victoriana



A lo largo de la Historia las mujeres siempre han sido tratadas como objetos “sujetos” a las modas.

Resulta increíble la preocupación que las distintas culturas manifiestan con el pelo de la mujer.


La preocupación por dictar qué pelo se puede tener y cual se debe quitar, cual se puede mostrar y cual hay que esconder, cuándo hay que tener el pelo largo y cuándo se debe cortar.

Demasiadas normas para algo tan trivial.




Es como si el pelo por sí mismo fuese ese atributo femenino capaz de provocar deseo, asco, atracción o repulsión, y por lo tanto necesita ser controlado. 



Durante la época victoriana el pelo de la mujer era una parte muy importante de su aspecto. Por un lado demostraba que pertenecía a una clase acomodada.




Ninguna mujer de clase baja, con una mala alimentación y pocos recursos y tiempo, podría permitirse mantener y cuidar una melena semejante. Las horas de cepillado y cuidados que necesitaban estas melenas solo estaban al alcance de las mujeres ociosas





Las mujeres de clase alta sencillamente no se cortaban el pelo jamás. En la adolescencia empezaban a recogérselo hacia arriba, porque ver una melena descuidada o mal peinada era considerado pecaminoso.




De hecho casi todo era considerado pecaminoso en esa época, quizás por eso el pelo cobró tanto protagonismo al ser una de las pocas partes del cuerpo de la mujer que se veían. 




Para un hombre victoriano ver  una fotografía de una mujer con el pelo largo y suelto era tremendamente erótico.

Se creía incluso que se podía adivinar el carácter y las tendencias amatorias de una mujer según su cabello.




Las mujeres de pelo rizado eran consideradas más dulces y naturales que las de pelo liso, y las de pelo fuerte y abundante más apasionadas.

El pelo largo cayó en desuso cuando la mujer empezó a participar de manera más activa en la vida pública, sobre todo durante la primera guerra mundial, y se dio cuenta de que ir por el mundo con semejante lastre tirando del cuello no era nada práctico.




Entonces fue el momento de fetichizar la nuca femenina.Pero eso es otra historia que contaremos otro día.


Texto:.pixelaco.com