La
primera víctima de la mayoría de las guerras es la verdad. En
Sudán del Sur, es la indiferencia. Desde 2013 este conflicto avanza casi en
silencio para el mundo, mientras que en
su interior se cometen incontables atrocidades con total impunidad. Se
conocen con goteo y sin documentación fiable, debido a su subdesarrollo
endémico y la dificultad para acceder a determinadas áreas sitiadas. Pero
cuando la información emerge al fin, es criminalmente reveladora. Y tiene un nombre: "Limpieza étnica".
Las
mujeres del este del Congo llevan décadas sufriendo la violación como arma de
guerra. En el norte de Nigeria Boko Haram usa la violación religiosa como
fábrica de nuevos yihadistas.
Ahora, Naciones Unidas ha documentado con detalle otra versión de este crimen:
la violación como salario en Sudán del Sur. Son más de 1.300 violaciones
de mujeres y niñas en el disputado estado de Unity. Los autores de estos
crímenes son milicianos enrolados no sólo con los rebeldes, sino con el propio
gobierno de Sudán del Sur.
Se
están utilizando de forma masiva las violaciones como "arma de
guerra". El documento describe una "multitud" de
"horribles" violaciones de Derechos Humanos y denuncia que el
Ejecutivo ha llevado a cabo una política de "tierra quemada" y
actuando de forma deliberada contra los civiles con "asesinatos,
violaciones y pillaje".
Pero
lo que es indecente son las Violaciones como formas de pago. El análisis de
Naciones Unidas pone de manifiesto que el nivel de violencia sexual es
"particularmente estremecedor", con más de 1.300 denuncias de
violación registradas de abril a septiembre de 2015 en solo uno de los diez
estados del país, en Unidad.
"Fuentes
fiables indican que los grupos aliados del Gobierno están siendo autorizados a
violar a mujeres como pago de sus sueldos pero los grupos de oposición y las
bandas criminales también están atacando a las mujeres y las niñas", ha
denunciado la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas. "El nivel y
los tipos de violencia sexual, principalmente por parte de las fuerzas
gubernamentales SPLA y las milicias afiliadas, son descritos con detalles
devastadores y brutales, toda vez que hay una actitud trivial y calculada por
parte de los que asesinan a los civiles y destruyen propiedades y bienes",
ha denunciado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Grupos
aliados del Gobierno están siendo autorizados a violar a mujeres como pago de
sus sueldos Tras advertir de que la cantidad de violaciones y violaciones en
grupo descritas en el informe podrían ser solo "una instantánea del total
real". La situación de Sudán del Sur es "una de las más horribles del
mundo" en materia de Derechos Humanos, con un "uso masivo de la
violación como arma de guerra e instrumento del terror", sucediendo todo
ello "más o menos fuera del radar internacional".
"Una mujer le dijo al equipo de Naciones
Unidas que le habían desnudado y violado cinco soldados delante de sus hijos en
una carretera y luego le violaron más hombres en el bosque, pudiendo solo
volver para encontrar a sus hijos. Otra fue atada a un árbol después de que su
marido muriera y tuvo que ver cómo su hija de quince años era violada por diez
soldados", señalan los investigadores de Naciones Unidas.
La
ONU ha advertido de que los ataques sexuales en Sudán del Sur se han
caracterizado "por su extrema brutalidad", tanto con las mujeres que
"se resistían" como con "aquellas que simplemente miraban a los
ojos a sus violadores, que terminaban matándolas".
Diez
violadores para las jóvenes, siete para las mayores "Si eres joven o
guapa, unos diez hombres violan a la mujer. Una mujer mayor es violada por
entre siete y nueve hombres", según ha contado uno de los testigos.
La
ONU ha llegado a la conclusión de que la "prevalencia" de la
violación "sugiere que su uso en el conflicto se ha convertido en una
práctica aceptable para los soldados del SPLA y de las milicias armadas".
El informe recomienda al Consejo de Derechos Humanos que continúe supervisando
la situación en Sudán del Sur y que estudie establecer un mecanismo específico
para hacer justicia y vigilar la situación de los Derechos Humanos. Además
recomienda al Gobierno de transición que tome "medidas efectivas"
para detener las violaciones y los abusos de los derechos de los niñxs e
impedir que se repitan, así como eliminar la violencia sexual y de género.
Fuentes. El Mundo y www.20minutos.es