Harriet Tubman (1820 - 10 de marzo de 1913) Luchadora por la libertad de los afroamericanos durante la Guerra Civil estadounidense.
Creció
en una numerosa familia de once hermanos, fruto del matrimonio entre Harriet
Green y Benjamin Ross, ambos esclavos.
No recibió educación de ningún tipo; con cinco
años ya trabajaba de criada y niñera. La mujer de su amo la tenía trabajando
durante el día y por la noche debía vigilar que ninguno de los hijos lloraran.
Por
su condición de esclava pasó por toda clase de experiencia traumáticas y
humillantes; hubo de ver incluso cómo dos de sus hermanas eran encadenadas
A
los seis años empezó a trabajar con otro amo, el cual le enseñó a atrapar ratas
y a tejer.
En
cierta ocasión, el amo la sorprendió cogiendo azúcar, y Harriet se escapó
varios días para evitar el castigo. Al final, cansada y hambrienta, tuvo que volver y fue
azotada.
Con
doce o trece años, uno de los capataces se enojó con un esclavo que había
abandonado el trabajo, y mandó a Harriet que le ayudara a azotarle. Ella se
negó, e incluso ayudó al hombre a escapar. El capataz, al ver al hombre correr,
intentó detenerle arrojándole un peso de dos libras, pero falló, y entonces
golpeó fuertemente a Harriet, dejándola inconsciente. A causa de esta paliza,
durante toda su vida sería propensa a mareos, vértigos y jaquecas; con
frecuencia se quedaba dormida de forma inconsciente.
El
año 1849 fue crucial en su vida. Al morir el amo se extendió el rumor de que el
tutor planeaba vender todos sus esclavos, y Tubman decidió escaparse.
Su vida como mujer libre fue todo un cambio.
En Philadelphia conoció a William Still, un hombre negro llamado el conductor
en el grupo denominado Ferrocarril Subterráneo. Este grupo de abolicionistas,
cuáqueros y hombres blancos y negros había establecido una serie de casas,
graneros, cuevas y escondrijos para que los esclavos fugitivos los utilizaran
en su huida al norte y a la libertad.
Tubman
había sido ayudada por algunos miembros de Underground Rail en su huida y
siguió aprendiendo más sobre el sistema de escondites con la ayuda de Thomas
Garrett, de Wilmington.
Tubman decidió dedicarse tanto como pudiera a realizar escapadas al sur
y ayudar a otros esclavos. Para ganarse la vida se empleó en un hotel, ya que
la organización no pagaba ningún sueldo a sus agentes salvo en raras ocasiones.
En diciembre de 1850 realizó el primero de sus viajes y logró rescatar a una de
sus hermanas y a dos niños. En 1851 rescató a otro hermano y a su familia.
También intentó rescatar a su marido, pero cuando lo encontró se había vuelto a
casar y no estaba interesado en huir. A final de los años cincuenta había
conseguido rescatar a casi trescientas personas
Después
de que el Congreso aprobara la Ley de los Esclavos Fugitivos en 1850, en la
cual se requería a los estados del Norte que hicieran retornar a los esclavos
que habían huido, su trabajo se complicó. Harriet comenzó entonces a llevar a
los fugitivos a St. Catharines, en Ontario, Canadá. Desde allí realizó unos
once viajes, y en 1857 llevó a cabo uno de sus rescates más importantes, el de
sus propios padres.
Al cabo del tiempo, Tubman
hizo muchos contactos con gente del movimiento abolicionista.
En
1861 marchó hacia el sur con el general Benjamin
Butler para defender Washington en la guerra civil. Al principio trabajó
como enfermera, luego como espía. Dos años después condujo la expedición del
río Combahee, en la que se liberó a 700 esclavos. Se convirtió así en la
primera mujer en dirigir un asalto armado durante la guerra de EEUU.
Durante
sus últimos años trabajó para promover la causa sufragista, reclamando el
derecho a votar de las mujeres. En una ocasión una mujer blanca le preguntó a
Tubman, si creía que las mujeres debían poder votar a lo que respondió: «He
sufrido lo suficiente como para creerlo».
Tubman
comenzó asistiendo a actos de organizaciones sufragistas y pronto empezó a
trabajar con Susan B. Anthony y Emily Howland.
Viajó
a Nueva York, Boston y Washington para dar discursos a favor del derecho al
voto de las mujeres. En ellos describía sus propias acciones durante la Guerra Civil
y utilizaba los sacrificios cometidos por mujeres en la historia moderna como
evidencia de la igualdad entre hombres y mujeres.
Cuando
se fundó en 1886 la Federación Nacional de mujeres afroamericanas, Tubman
pronunció el discurso de apertura.
Este
activismo conllevó una nueva ola de admiración entre la prensa de los Estados
Unidos, y una publicación de nombre The Woman's Era (La era de la mujer)
publicó una serie de artículos sobre eminentes mujeres entre las que se
encontraba Tubman.
En
1897 un periódico sufragista realizó una serie de celebraciones en Boston en
honor de Tubman, pero ésta se encontraba en bancarrota por lo que tuvo que
vender una vaca para poder comprar el billete y acudir a los actos.