Principios
éticos fundamentales del yo:
No
ponernos en riesgo.
No
autodisminuirnos.
No
ponernos en segundo plano.
No
colocarnos en la sombra.
No
subordinarnos automáticamente.
No
servir.
No
descalificarnos.
No
menospreciarnos.
No
depreciarnos.
No
hacer el consenso a la autodestrucción del yo.
Vivir
con la lógica y en beneficio de la ganancia para ti, o sea, ser egoísta.
Hacer
una nueva estética afectiva.
Para
cambiar, no hay respuestas dadas que se puedan generalizar como válidas para
cada situación o para cada mujer,
pero sí hay principios de vida y eso es lo que feministamente
podemos compartir.
Mientras
se desmonta el pecado y la culpa, aprender el goce de la subversión.
Marcela Lagarde en "CLAVES PARA EL
PODERÍO Y LA AUTONOMÍA DE LAS MUJERES"