lunes, 30 de noviembre de 2015

Fatima Mernissi.Pionera del feminismo musulmán





Fátima Mernissi( Fez, 1940 - 30 de noviembre de 2015). Historiadora, escritora marroquí, ensayista, doctora en sociología y profesora en la Universidad Mohamed V de Rabat. Es una de las intelectuales marroquíes más conocidas en Europa. Destaca por su defensa de los derechos de la mujer y por  ser una autoridad mundial en estudios de El Corán.

Estudió Ciencias Políticas y fue becada por la Sorbona para un doctorado en la Universidad de Brandeis, Estados Unidos.


Mernisi fue una de las primeras autoras que estudiaron el papel de la mujer en la cultura musulmana y que denunciaron la deriva hacia el machismo y el consevadurismo. Defiende un concepto humanista donde las mujeres tienen que asumir su papel luchando con la palabra, el arma principal para lograr la igualdad y hacer la revolución.






Entre sus obras destacan Sexo, ideología e Islam 1975, El harén político: el profeta y las mujeres, 1987, que es un estudio histórico donde narra el importante papel de las esposas de Mahoma, Sultanas olvidadas 1990, Marruecos a través de las mujeres 1991 consistente en una serie de entrevistas a campesinas, videntes, obreras y sirvientas, El hilo de Penélope 2004, donde nos muestra un Marruecos que avanza hacia la modernización, tanto tecnológica como social, sin olvidar sus costumbres ancestrales. 




Otras obras: El miedo a la modernidad: Islam y democracia 2007, obra en la que hace un penetrante análisis del nuevo orden mundial impuesto tras la Guerra del Golfo, Aixa y el hijo del rey o ¿quién puede más el hombre o la mujer? 1990, cuento popular marroquí en clave feminista; Sueños en el Umbral: Memorias de una niña del harén 1996, La mujer en la otra orilla  y El amor en el Islam 2008. 



En 2003 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, junto a Susan Sontag
 


Avances y Retrocesos en las Luchas Feministas



JUSTA MONTERO, Asamblea Feminista de Madrid: Histórica activista del movimiento feminista y de los derechos civiles, Montero (60 años) cuenta que en la travesía que ha recorrido tuvo mucho que ver su madre, una mujer conservadora y muy activa, También que naciese en una familia con tres hermanas.



MORENA HERRERA, Feminista y exguerrillera salvadoreña: Cuando en los noventa, en un encuentro feminista, Herrera (55 años) descubrió de lleno la lucha por la igualdad de las mujeres, algunos de los compañeros junto a los que había luchado la dieron de lado. "Ahí decidí que el amor y la vida ya sólo lo daba contra esta injusticia, que es la desigualdad sexista".



JIMENA CAZZANIGA, Socióloga experta en género: Como hija y nieta de grandes mujeres migrantes. Así se define Cazzaniga, que empezó a interesarse por el activismo feminista en 2008, en plena ofensiva ultraconservadora contra las clínicas de aborto. "Ahí vimos que nuestro derecho estaba en riesgo".



CARLOTA ÁLVAREZ, Colectivo de estudiantes: "Nosotras, las activistas, con nuestros compañeros que también están en la lucha, hemos avanzado mucho. Pero hemos dejado atrás a gran parte de la sociedad", alerta Álvarez. La lucha por la igualdad y la asunción de que el feminismo es una cuestión de derechos humanos son los pasos para el avance.





Las cuatro comparten sus inicios en la lucha contra la desigualdad. “Ahora, las mujeres somos otras mujeres. Mi vida de entonces no tiene nada que ver con la de las jóvenes ahora”, sonríe Montero, a sus 60 años una de las históricas del movimiento feminista en España. A Cazzaniga y Álvarez les pilla muy lejana la radiografía del país que traza Montero. Una época en la que las mujeres no podían abrir una cuenta en el banco, no había posibilidad de divorciarse y tanto los anticonceptivos como el aborto estaban prohibidos. “Existía la dote, en algunos convenios colectivos figuraba que se daba a las mujeres que se casaban y abandonaban su puesto de trabajo. Se consideraba que el bien jurídico a proteger era la honra de las mujeres, no su libertad sexual. El sexo para las mujeres era como el anuncio aquel del coñac cosa de hombres, y aquellas que tenían otra opción sexual no solo estaban invisiblizadas, sino que además la ley las castigaba con la cárcel”, recuerda Montero.


Los avances sociales. Hoy, casi todo aquello es historia. Sin embargo, la igualdad todavía no es real. El desempleo, incide Cazzaniga, afecta más a las mujeres: con una tasa del 53% frente al 47 de los hombres. También la crisis económica se ha cebado en mayor medida con ellas. “No olvidemos que la pobreza y la precariedad tienen rostro de mujer”, dice esta socióloga de origen argentino. En España, a pesar de que el porcentaje de licenciadas es mayor, solo una de cada diez altos directivos es una mujer. Ellas, además, siguen ganando menos por un trabajo de igual valor. Una brecha salarial de un 19,3%. O para ser más gráficos: para recibir el mismo salario, ellas deberían trabajar 58 días más al año. En algunos países de la OCDE, esa brecha llega al 30%.





“Hay ciertos avances, ha crecido el malestar por la desigualdad, y hay más conciencia de ella entre las jóvenes. Cuando veo a las jovencitas afirmadas me siento feliz, porque esa es una señal de que vamos caminando”, dice Morena Herrera. Sin embargo, añade, hay aspectos en los que el retroceso al que enfrentan las mujeres es oceánico. “En los derechos sexuales y reproductivos el repliegue es enorme. En El Salvador vemos además unos niveles de ensañamiento que interpreto como una especie de reacción a todos los avances de las mujeres. Algo que se ve, por ejemplo, en el aumento de la violencia contra las mujeres o con la penalización total el aborto”.

Carlota Álvarez también habla de retroceso. “Nosotras, con nuestros compañeros que están en la lucha sí hemos avanzado mucho. Pero hemos dejado a cierta parte de la sociedad detrás. Deberíamos preguntarnos, por ejemplo, qué está pasando para que un 33% de los jóvenes de 16 años justifiquen la violencia de género, según muestran las encuestas”, señala esta estudiante de Historia, que empezó a militar en los movimientos feministas estudiantiles hace algo más de tres años.



“No hemos logrado la libertad de las mujeres”, interviene Herrera. “No es un valor democrático en la sociedad salvadoreña. Una libertad que tiene que ver con decidir sobre su propio cuerpo y sobre otras cosas. Un ejemplo, la edad mínima para casarse sigue siendo menor para las mujeres que para los hombres. La vida de las mujeres, aunque la ley diga lo contrario, no es un bien jurídico a proteger. Vale poco. Hemos conseguido que la ley reconozca que hay feminicidios, pero aunque existe la norma y se le ha puesto nombre, El Salvador es, junto a Honduras y Jamaica el país con la tasa más alta de asesinatos de mujeres. Y no pasa nada”.


La violencia sexista es un problema de primer orden en todo el mundo. En España, en 2014, 54 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas. Y este año las víctimas mortales de los asesinos machistas rondan la cincuentena. Es una lacra que no cesa, y que no está recibiendo la atención ni la respuesta adecuada por parte de las instituciones, coinciden las cuatro feministas. “Si en vez de mujeres fueran cualquier otro colectivo, estos asesinatos se habrían convertido en un problema político de verdad. Pero nos encontramos con un asunto sin resolver. Y existe impunidad social al respecto”, dice Justa Montero. “No se le da la importancia política ni social, ni la gravedad que tiene”.

“En lugar de impunidad yo hablaría de complicidad”, apunta Álvarez. “Hay complicidad hacia comportamientos machistas, que son los que llevan, en último término, a los asesinatos. Que la sociedad indique es bueno que tu novio tenga celos, porque se preocupa por ti, por con quién sales por la noche, por cómo te vistes, por qué amigos tienes, sitúa a la mujer que rompe la relación y sale de esa dinámica controladora como la rara del grupo”, dice la estudiante de Historia.



-- “Complicidad e impunidad no son contradictorias”, interviene Montero.



-- “Impunidad social e impunidad del Estado. Y tolerancia. Se tolera la violencia hacia las mujeres”, remarca Herrera. “Sigue siendo natural violar, maltratar, insultar, pegar. Incluso hay un grado importante de violencia que las mismas mujeres toleramos porque no estamos acostumbradas identificar como manifestaciones de violencia. Eso también es parte del desafío al que nos enfrentamos: identificar las primeras manifestaciones de violencia para pararla cuando todavía es posible. Por ejemplo el trato de tonta, de inútil, el control, que ahora se manifiesta con el control de los teléfonos…”, añade.



Hablan de violencias. En plural. “No hay que olvidar el acoso a las mujeres por la calle, el acoso laboral, la violencia sexual”, señala Álvarez. “No son solo los asesinatos”, comparte Cazzaniga. “No sólo queremos poder estar vivas, queremos tener una vida digna, libertad sexual, poder decidir sobre nuestro cuerpo, sobre nuestro proyecto vital”, dice.





Hay complicidad hacia comportamientos machistas que llevan a los asesinatos"



Las estadísticas sobre violencia de género tanto en España como en Latinoamérica –donde no todos los países las recogen, y algunos de los que sí tienen las recopilan de manera precaria— apenas muestran una mejora. Y el problema, señalan Herrera y Montero, es de base. “Esta violencia está conectada con todo aquello que lleva a justificar otras desigualdades, como la de negar la soberanía y la libertad del propio cuerpo, el no entender la del derecho de las mujeres a tener su propio proyecto de vida, la desigualdad en materia salarial. Todas estas cosas dan la idea de que unas valen menos que otros. Y esto va generando una cultura que al final normaliza las violencias”, dice Montero, que critica duramente la falta de un currículo escolar con contenidos transversales de valores de ciudadanía e igualdad.



En España, menos de una de cada tres víctimas mortales de la violencia de género había denunciado a su maltratador. Un dato que las Administraciones siempre mencionan para fomentar que se acuda a las instituciones a pedir ayuda, pero que para Álvarez solo criminaliza a quien no ha ido a la policía. “Es como si por no denunciar se justificase lo que ha ocurrido. También es una fórmula de decir: ‘Bueno, quién iba a saber que la iban a asesinar’. No entienden que hay mujeres que no pueden denunciar por muchas causas, pero que deberían tener derecho a disponer de recursos para salir de esa situación. Hay un grado de insensibilidad tremendo”, señala.



elpaissemanal@elpais.es

domingo, 29 de noviembre de 2015

"El Principio de la Pitufina”



En 1991 Katha Pollitt, una ensayista feminista escribió un artículo para el New York Times porque estaba preocupada por la falta de personajes femeninos que aparecían en las series de televisión que su hija veía. Se dio cuenta de que había una cantidad desproporcionada de  personajes masculinos en la programación dirigida a lxs jóvenes.  Incluso en la programación de adultos, cuando las mujeres aparecen en el elenco principal de un programa de televisión o una película, hay, por lo general, una sola mujer incluida en el grupo de hombres.  A esto lo llamó «The Smurfette Principle», en español “ Principio de la Pitufina”.

Pollitt explica en el ensayo:“Los espectáculos contemporáneos son protagonizados esencialmente sólo por hombres, como Garfield, o se organizan en lo que yo llamo el principio de Pitufina: un grupo de amigos masculinos será acentuado por una mujer solitaria, definida de manera estereotipada.”





Así pues lo que denuncia "El Principio de la Pitufina” es la tendencia a que las obras de ficción solo tienen  una mujer en medio de un conjunto de personajes masculinos, a pesar del hecho de que aproximadamente la mitad de la raza humana son mujeres.  A menos que un programa esté dirigido a propósito a una audiencia femenina, los personajes principales tienden a ser desproporcionadamente hombres.

El Principio de la Pitufina también ha sido abordado por Anita Sarkeesian, quien  argumenta que esta tendencia es nociva porque sólo ofrece una visión limitada de lo que debe ser una mujer, además de que establece lo masculino como la norma y lo femenino como la excepción.





Algunos personajes femeninos que sufren del principio de Pitufina:

Miss Piggy en The Muppets

La Princesa Leia en Star Wars

Penny en The Big Bang Theory

Abril en Las tortugas Ninja

Gamora en Guardianes de la Galaxia

Letty en Rápido & Furioso

Viuda Negra en Los vengadores

Sue Storm en Cuatro Fantásticos

Acerina en Halcones Galácticos

Agata June en Fuerza G o Gatchaman



Y etc,etc,etc…..


sábado, 28 de noviembre de 2015

El test de Bechdel. Igualdad de Género en el Cine





El test de Bechdel  es un sistema para evaluar la brecha de género en películas, cómics, obras de teatro, etc.



 Se popularizó en el cómic de Alison Bechdel de 1985"Unas lesbianas de cuidado" ("Dykes to Watch Out For" ) y aparecía en una tira cómica llamada "The Rule" donde una de los personajes dice que ella únicamente acepta ver una película si cumple con los siguientes requisitos:



1. En la película salen al menos dos personajes femeninos.


2. Dichos personajes se hablan la una a la otra en algún momento.


3. Dicha conversación tiene que tratar de algo más que no sea un hombre (no limitado a relaciones románticas o por ejemplo dos hermanas hablando de su padre no pasa el test).



Ella y su acompañante terminaron marchándose a casa.



Una variante del test exige que, además, las dos mujeres sean personajes con nombre.



Estas tres simples reglas, si se aplicasen a la inversa, es decir, a los hombres, darían como resultado que la práctica totalidad de las películas estrenadas cumplen el requisito para los hombres. Por el contrario, si se aplica según su diseño original, resulta sorprendente la cantidad de películas que no pasan el test.



Desde el surgimiento del test, se convirtió en una prueba para evaluar la brecha de género en películas, obras de teatro y otros productos culturales. Y ha pasado a generalizarse su uso como una forma sencilla de poner de relieve la poca presencia femenina en la industria del cine. A pesar de ser un test muy poco exigente, el resultado de aplicarlo a las películas más populares es destacable y existen numerosas webs de crítica de cine y proyectos feministas que realizan listas de películas conforme a si pasan o no el test, con resultados que prueban que se trata de un sesgo sistemático pues, según un estudio, aproximadamente sólo el 53% de las películas producidas entre 1970 y 2013 lo cumplirían. Y de las películas más taquilleras de la historia, filmes tan famosos como Avatar, Los Vengadores, Piratas del Caribe o El Rey León no pasarían la criba.



 

El estudio de las listas de películas que no pasan el test se utiliza como argumento para probar que prácticamente la totalidad de la industria del cine se centra en la creación de contenidos que pasan por alto el punto de vista femenino y se centran en una visión androcéntrica que no refleja la realidad en términos de proporción de mujeres en la sociedad.





La representación y presencia femenina en el cine y la televisión es una demanda continua de la lucha feminista. 




Un Acercamiento Feminista a Casablanca



Casablanca cumple 70 años y los medios de comunicación le han dedicado numerosos textos. El American Film Institute, tras consultar a mil quinientos expertos de la cinematografía estadounidense, colocó a Casablanca (Michael Curtiz, 1942) en sus listas  como una de las mejores películas estadounidense de todos los tiempos detrás tan solo de Ciudadano Kane. Muy bien ¿y qué? A pesar de que todo el mundo dice que es buenísima yo encuentro que la película está sobrevalorada. Y además me “repatea” su final. Aquí está el diálogo:

“Rick: Yo me quedo aquí hasta ver que el avión ha despegado.

Ilsa: ¡No Rick! ¡No! Anoche dijiste…

Rick: Anoche dijimos muchas cosas. Dijiste que yo tenía que pensar por los dos y es lo que he hecho. Y sé que tienes que subir a ese avión con Víctor que es a quien perteneces.

Ilsa: Pero Rick, escucha.

Rick: Escúchame tú. ¿Tienes idea de lo que te espera si te quedas aquí? Créeme, los dos acabaríamos en un campo de concentración. ¿Verdad Louis?

Renault: Me temo que Strasser insistirá en ello.

Ilsa: Dices eso para que me vaya.

Rick: Lo digo porque es cierto y es cierto también que perteneces a Víctor. Eres parte de su obra, eres su vida. Si ese avión despega y no estás con él, lo lamentarás.

Ilsa: No.

Rick: Tal vez no ahora, tal vez ni hoy ni mañana, pero más tarde, toda la vida.

Ilsa: ¿Nuestro amor no importa?

Rick: Siempre nos quedará París. No lo teníamos, lo habíamos perdido hasta que viniste a Casablanca, pero lo recuperamos anoche.

Ilsa: Dije que nunca te dejaría.

Rick: Y nunca me dejarás. Yo también tengo mi labor que hacer y no puedes seguirme a donde voy. En lo que tengo que hacer no puedes tomar parte.

Rick: Y no valgo mucho, pero es fácil comprender que los problemas de tres pequeños seres no cuentan nada en este loco mundo. Algún día lo comprenderás. Vamos, Vamos. Ve con él Ilsa.(…)

Rick: Louis, este puede ser el inicio de una gran amistad.”

Algunas puntualizaciones:

 “Perteneces a Víctor”: ¿Cómo qué pertenece a Víctor?¿Qué es?¿¿Un objeto?
“Eres parte de su obra, eres su vida”: ¿Qué pasa que la ha moldeado?¿Es una escultura?

"Yo también tengo mi labor que hacer y no puedes seguirme a donde voy. En lo que tengo que hacer no puedes tomar parte":Anda que no hubo mujeres luchando en la Resistencia,cómo si la lucha por un mundo mejor fuera solo cuestión de hombres....

“Algún día lo comprenderás” :Claro, es que es muy tontita y no puede entender las cosas, menos mal que estás tú para explicárselas….

“Vamos, Vamos. Ve con él Ilsa.(…)” :Eh!!!!….. Sin empujar. Iré dónde me dé la gana, cuándo me dé la gana y sobre todo, con QUIÉN  me dé la gana.


Quizá en 1942, en los 50,60, 70, los diálogos se podían pasar por alto pero en 2015  creo que ya no tienen cabida. Por eso, que se siga valorando a Casablanca como una de las mejores películas de la historia del cine, en mi opinión, es un despropósito.
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Dicho esto, quiero subrayar que me gustan Bogart y Bergman porque  en su vida real fueron unas personas libres y luchadoras.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Alice Liddell



Alice Liddell Hargreaves Taylor (Westminster, 4 de mayo de 1852 – Kent, 15 de noviembre de 1934) fue durante su infancia amiga de Lewis Carroll, y su inspiración para el personaje protagonista de los libros Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo.




El 4 de julio de 1862, en un viaje en bote por el Támesis, de Oxford a Godstow, para una fiesta campestre, Alice, que contaba diez años, pidió a Charles Dodgson que les contara una historia a ella y a sus hermanas (Edith, de ocho años, y Lorina, de 13). Mientras el reverendo Robinson Duckworth remaba, Dodgson narró a las niñas las fantásticas aventuras de una niña llamada Alice (Alicia), que caía en la madriguera de un conejo. Fascinada por la historia, que le había parecido mejor que de costumbre, Alice pidió a Dodgson que se la escribiera.





Dodgson tardó aproximadamente unos dos años y medio en completar el manuscrito, que ilustró con dibujos de su propia mano, y se lo regaló a Alice en las Navidades de 1864.
El libro, ilustrado por Tenniel, apareció finalmente en 1865, con el título cambiado: Dodgson prefirió titularlo Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas (Alice's Adventures in Wonderland), y lo firmó con el seudónimo de Lewis Carroll, con el que se haría célebre en la historia de la literatura. Más adelante, gracias al éxito de la obra, Carroll publicó una segunda parte, A través del espejo y lo que Alicia encontró allí (Through the Looking-Glass and What Alice Found There, 1871). En 1886 apareció una edición facsímil del manuscrito que el autor había regalado a Alice, con su título original de Las aventuras de Alicia bajo tierra (Alice's Adventures Under Ground)







Existe controversia acerca de hasta qué punto es posible identificar la Alicia del libro de Carroll con Alice Liddell. Está claro que las dos Alicias no son absolutamente idénticas, y, aunque la opinión tradicional es que la Alicia de ficción estaba inspirada de forma cercana en la Alice real, las investigaciones recientes contradicen esta suposición.


El propio Dogson explicó en años posteriores que su personaje era enteramente imaginario y que no estaba en absoluto basado en niño alguno; y es evidente que la imagen de Alicia, tal y como aparece en las ilustraciones de Tenniel, no tiene parecido físico con Alice Liddell.

 En realidad, nadie sabe cuál fue la referencia de Tenniel a la hora de crear la imagen del personaje en las ilustraciones, si es que tuvo alguna. Incluso los dibujos del propio Dodgson, en el manuscrito original, muestran un parecido más bien escaso con Alice Liddell.


Anne Clark, biógrafa de Alice, sugirió que el modelo para estos dibujos pudo haber sido Edith, la hermana menor de Alice, pero tampoco hay forma de probar esta suposición.


Sea cual sea el papel que Alice jugó como inspiradora del personaje, el hecho es que los libros están dedicados a Alice Pleasance Liddell. Al final de A través del espejo y lo que Alicia encontró allí hay un poema acróstico que, tomando la primera letra de cada verso, permite leer el nombre completo de la niña. Ese poema no tiene título en Alicia a través del espejo, pero suele tomarse como título el primer verso, "A Boat Beneath a Sunny Sky" ("Bajo un soleado cielo, una barca")




La relación entre Alice Liddell y Charles Dodgson ha hecho correr ríos de tinta. Muchos biógrafos han pensado que Dodgson sentía por ella una atracción de índole romántica o sexual, pero no hay pruebas de que haya sido así, en tal caso parece que Dodgson estaba más interesado por la institutriz de las niñas que por las niñas mismas.

Alicia en el País de las Maravillas



Respondona, curiosa, resuelta, divertida, la joven heroína de Lewis Carroll ha cumplido 150 años y mantiene intacto su encanto

A. Aburrimiento. Eso es lo que siente la protagonista al comienzo de su aventura. Su hermana lee un libro sin dibujos ni diálogos, ¿y cuál es el propósito de un libro sin dibujos ni diálogos?, se pregunta Alicia. Su lógica es perfectamente válida a la hora de enfrentarse a este libro: nada de introducciones ni de los sesudos ensayos que a menudo preceden las ediciones de esta historia. Como dice el Grifo (una criatura que es mitad león, mitad dragón): ¡las aventuras primero!

B. Buenos. Ni buenos ni malos, ni lobos malvados, ni hadas madrinas, en el mundo en el que Alicia cae de golpe no hay nada de esto, hay personajes simpáticos y antipáticos, mucho excéntrico, algún triste y más de un tirano.

C. Conejo Blanco. Va vestido con librea, lleva prisa y corre de un lado a otro. Alicia, la niña aburrida, decide seguirle y acaba colándose por la madriguera. El Conejo hace breves apariciones a lo largo del libro: corre por el hall con el abanico mágico y los guantes, intenta expulsar a la agigantada Alicia de su casa y no falta a la cita del partido de cróquet.





D. Dina. Este es el nombre de la gata de Alicia, y ella, algo incauta, confiesa echarla de menos y lo menciona delante del ratón. Inquieta ante el silencio del roedor, piensa que es “un ratón francés”, y al tratar de hablar este idioma se le escapa una frase sobre Dina y provoca su furia y desprecio. No deja de acordarse de la gata, pero aprende la lección y en adelante se muerde la lengua siempre que el nombre le viene a la cabeza.

E. Enigmas. Adivinanzas, acertijos, trabalenguas, en el País de las Maravillas hay mucho de todo esto y la lógica que Alicia intenta usar en sus conversaciones no parece funcionar, pero resulta graciosa. ¿Decir lo que uno piensa es lo mismo que pensar lo que uno dice?

F. Flamenco. Su cuello largo y su pico convierten a esta ave en un perfecto mazo de cróquet, al menos así es como juegan la reina de corazones y su corte el partido al que Alicia es invitada. Esto hace especialmente complicado pasar las bolas (en este caso, puercoespines) por los aros. El flamenco a menudo gira el cuello en lugar de golpear y, si Alicia se despista, sale corriendo.


La reina Victoria fue una fan total del libro y le pidió a Carroll que le dedicara su siguiente obra



G. Ganadores. Después de un chapuzón en el agua salada de las lágrimas, todos convienen, incluida Alicia, que hay que secarse. Se organiza una carrera en círculo sin duración definida y, cuando esta termina, están de acuerdo en que todos son ganadores. ¿Los premios? Unas chucherías que ella lleva en el bolsillo y un dedal que Alicia recibe con mucha pompa.

H. Historias. Como toda buena trama, la de Alicia está llena de historias dentro de historias. Está el cuento de la Falsa Tortuga (muy llorona) que la reina se empeña en que escuche (pero que Alicia no llega nunca a entender), o ese otro relato que el Lirón narra sobre las tres niñas que viven en un pozo y sacan del fondo todas las palabras que empiezan por eme. Alicia evidentemente se queja porque no comprende cómo se vive en el fondo de un pozo.

I. Infancia. Es el territorio que explora e interpreta Alicia. Pero, ¿es este un libro de adultos disfrazado de clásico infantil? La discusión ha perseguido a Alicia casi desde su nacimiento; antes de publicar un borrador ampliado, Carroll se lo dio al escritor George McDonald: él y su hijo quedaron fascinados. Como apuntó Virginia Woolf, con Alicia todos nos volvemos niños. Ahora una exposición en el Victoria and Albert Museum of Childhood recorre su influencia en la moda infantil.

J. Jardín. El precioso jardín que se atisba desde el agujero de una cerradura es lo que tienta a la inquieta Alicia y adonde quiere llegar. Tendrá que cambiar de tamaño varias veces, acordarse de coger la llave antes de encoger para poder meterse por la puerta y demás engorrosos aprendizajes. Cuando finalmente llega, ahí están los jardineros que se equivocaron al sembrar las rosas blancas y tratan de pintarlas de rojo.





K. Kilómetros. Aproximadamente tres kilómetros río arriba es la distancia que recorrieron la verdadera Alice Liddell y sus hermanas en la barca mientras remaban Charles Lutwidge Dodgson (Lewis Carroll) y Robinson Duckworth. Fue allí, y durante el pícnic posterior, cuando, a petición de las niñas, surgió la primera versión oral del cuento.

L. Lágrimas. Le caen sin parar a Alicia cuando se vuelve giganta, llora aunque no quiere y se repite a sí misma que no debe hacerlo. Y su orgullosa intuición no la engaña porque luego, convertida en una Alicia diminuta, tendrá que nadar en ese mar que ha creado con su llanto.

M. Merienda. Al tratarse de una niña inglesa, consiste en un té, bastante loco por cierto, que comparte con el Sombrero, el Lirón y la Liebre de Marzo.

N. Nonsense. Es el arte de las bromas con el lenguaje, una figura literaria de la que Carroll era un maestro, y su Alicia, el mejor ejemplo.

O. Oruga. Fuma en pipa y está plácidamente tumbada sobre una seta (por eso fascinó en los setenta); encaja en la categoría de personaje impertinente. La oruga no está para contemplaciones, no entiende a qué vienen los nervios de Alicia. ¿Qué hay de malo en cambiar de tamaño?

P. Prohibición. El libro fue prohibido en China en 1931 porque los animales no deben hablar.

Q. Quejica. Como todos los niños, Alicia no se salva de esto y la acusan varias veces de serlo.




R. Reina de Corazones. Caprichosa, voluble, iracunda y autoritaria, esta reina es capaz de mandar la decapitación de una cabeza (la del Gato de Cheshire) sin cuerpo.

S. Subterráneo. En la versión manuscrita del libro de Carroll para la verdadera Alice Liddell, el mundo de Alicia no era maravilloso, sino “subterráneo”. El metro de Londres en esos años ya estaba en construcción y Julio Verne situó su novela en el centro de la tierra apenas dos años después de que naciera Alicia.

T. Tortuga. La Falsa Tortuga existía realmente en tiempo de Ca­rroll, era la “falsa sopa de tortuga” que se preparaba con huesos.

U. Universal. Alicia ha sido traducida a 174 idiomas, incluido el esperanto.

V. Victoriana. La reina Victoria fue una fan total del libro y le pidió a Carroll que le dedicara su siguiente obra. Tuvo que conformarse con un tratado de matemáticas.


W. Wonderland. Traducido como País de las Maravillas, wonder es también duda y pregunta, y land, tierra. ¿Territorio de preguntas?

X. éXito. La recepción de la crítica fue tibia, pero el éxito con los lectores abrumador. En 1903 se hizo la primera adaptación al cine.

Y. Yacía Alicia en el regazo de su hermana cuando despierta.

Z. Zampabollos. Aquí radica el problema de Alicia, no hay tarta a la que se resista y cada bocado implica un cambio de tamaño. No han faltado las interpretaciones gastronómicas-psicológicas del libro.

Andrea Aguilar







jueves, 26 de noviembre de 2015

El NeoMacho y Sus Privilegios




Mientras el sistema insiste en el mensaje de que las mujeres ya lo han conseguido todo, “nos levantamos cada día de nuestras vidas conviviendo con esta estructura plagada de acciones y mensajes profundamente machistas y patriarcales y por tanto, violentos”, se queja Barbara Tardón Recio, experta en derechos humanos y violencia de género. Y escoge otros ejemplos “sutiles”: la representación de los cuerpos en los semáforos, el nombre de las calles y el porcentaje de contertulios varones que acude a los programas de máxima audiencia.

Son precisamente los medios de comunicación audiovisuales los más criticados por contribuir a reforzar los estereotipos sobre las mujeres y las estructuras en las que se sustenta el patriarcado, el sistema de organización social que permite a los hombres disfrutar de los privilegios que les otorga una situación de superioridad. En la parrilla se perpetúan en horario de protección infantil programas como Mujeres, hombres y viceversa, donde se muestran modelos de comportamiento y relaciones personales que contradicen todo principio de igualdad.

En el país que acuñó con cierto orgullo la expresión macho ibérico el machismo sigue bien instalado en la sociedad, aunque a veces parezca “invisible”.Hoy día existe un neomachismo mucho más difícil de detectar. En ciertos ambientes, es difícil que un varón ejerza de troglodita en público. En general, cuidará su lenguaje y alguno incluso se definirá como feminista. Según Carlos Lomas, autor de Los chicos también lloran y ¿El otoño del patriarcado?, se ha producido una “adaptación táctica” a los nuevos tiempos de la igualdad entre los sexos que se traduce en “algunas formas de colaboración doméstica y familiar y en maneras de relación que se salen de la estética machista tradicional”.

Sin embargo, advierte Lomas, esa actitud “no cuestiona los privilegios de la condición masculina en el disfrute del tiempo libre, en las elecciones profesionales, en el escaso cuidado de las criaturas y de las personas mayores… En el fondo, este modelo de machismo democrático no es sino una versión atenuada de la masculinidad hegemónica y de la dominación masculina”.



“Ya nadie dice que una mujer es suya, pero muchos actúan como si lo fuera”, denuncia Jesús Pérez. Los hombres no necesitan ejercer el poder porque sienten que lo tienen. A menudo, en las relaciones de pareja, lo imponen con sólo una mirada, un episodio de cólera más o menos arbitrario o un silencio castigador que logra modificar el comportamiento de sus compañeras. Y es que, como dice Pamela Palenciano en el título de su monólogo teatral, “no sólo duelen los golpes”. Esas agresiones de baja intensidad no se diferencian demasiado de las que ejerce un jefe con sus subordinados. En ambos casos, parten de una posición o sentimiento de superioridad.

La sociedad sigue educando a los hombres para ser fuertes y mandar. A juzgar por los datos, esta estrategia denunciada por las feministas parece eficaz: basta echar un ojo para ver quién ocupa los altos cargos de los distintos gobiernos y administraciones, los puestos directivos en las empresas del Ibex-35 o quién dirige los medios de comunicación. En una entrevista publicada en la revista Crític, Maruja Torres ironizaba sobre la falta de un punto de vista femenino en los medios. “Las del Col·legi de Periodistes siempre están midiendo los centímetros que se dedica a las mujeres [ríe]. Pero no es eso, no hay perspectiva de género. Los diarios no saben, ni se les ocurre. ¡Son tíos!”.

Ciertamente, son “tíos” los que ocupan la parte alta de las manchetas de los medios –nuevos y tradicionales– y quienes diseñan los contenidos y mensajes destinados a crear opinión. También quienes no renuncian a los ingresos que les reportan los anuncios sexistas y, en la mayoría de los casos, siguen publicando anuncios de prostitución sin siquiera filtrar aquellos que venden los servicios de “jovencísimas, casi niñas” y “sumisas”.


Pilar López Díez, doctora en Ciencias de la Información y especialista en el tratamiento informativo de la violencia de género subraya “Lo que subyace tanto en el machismo más tradicional como en el postmachismo (machismo sin complejos) es la ideología de la supremacía masculina. En los chicos jóvenes, según distintas encuestas, pervive, igual que en sus padres y abuelos, la necesidad del control sobre las chicas. Que hoy sea a través de WhatsApp no lo hace diferente”. 

Del machismo sólo se podrá “salir” trabajando desde “la educación pues  es una de las mejores estrategias para mantener el control social o para democratizar las relaciones sociales”, añade Laura Nuño.
 



Resumen de un Texto de Magda Bandera

Violencia contra las Mujeres en la India:Las Brigadas Rojas de Lucknow


Las Brigadas Rojas de Lucknow han enseñado a decenas de miles de indias a responder físicamente a la violencia ejercida por los hombres, en un país en el que se han producido 30 violaciones por minuto en la última década, según informa The Times of India.

La tragedia de la mujer india se agrava por atavismos y tradiciones arcaicas como el sistema de castas —en 2014, dos chicas dalit fueron violadas y ahorcadas a plena luz del día—. Que se unen a la connivencia política y social. También el año pasado, un parlamentario perteneciente al partido en el gobierno condenó las violaciones a menores mientras justificaba las de mujeres adultas.
 
Ser mujer en la India es una desventaja, mientras que los niños son patrimonio.

Usha Viswakarma, de 28 años y fundadora de las Brigadas Rojas, explica la necesidad de que exista su grupo con ayuda. Acabar con la impunidad y vencer el miedo es lo que Usha, víctima de agresiones sexuales como todas sus compañeras, se propuso cuando estableció el grupo en 2010. Creado para hacer campaña contra la violencia machista, el grupo ahora lleva un par de casos legales de violaciones mientras usa métodos que sus agresores conocen. “Al principio entrenábamos artes marciales pero nos dimos cuenta de que la defensa personal era más apropiada para nuestra lucha, porque necesitas menos fuerza y permite desarrollar técnicas rápidas en espacios reducidos”.
 
“Que vengan todos a violarme si tienen valor”, desafía Archina Kumari, de 16 años, ante los rumores de que los hermanos de su agresor, 10 años mayor que ella, planean vengarse cuando este salga de prisión. “Les enseñaré lo que sé hacer si se atreven a tocarme”. Dice no tener miedo. Sabe que ese es el mayor aliado del silencio: “Mi hermana mayor también sufría abusos de un familiar cuando iba a su casa a asearse porque nosotros no teníamos agua. Pero mi madre nunca se quejó por miedo al qué dirán”. La perdió cuando su vecino aprovechó para agredirla sexualmente mientras dormía en su terraza.
 
“Este lugar es inseguro para cualquier chica. Mis padres me aconsejaban quedarme en casa y no ir a la escuela para evitar problemas”, explica Afreen Khan, de 18 años. Codazos a la altura de la cara recordando a los dos vecinos a los que visitaba a diario para tomar clases particulares y que le obligaban a sentarse en sus regazos para manosearla bajo la ropa.  Rodillazos a la altura del vientre al acordarse del hermanastro que le amenazaba con hacer daño a su madre mientras la desnudaba —“Mi madre creía que no quería estar con él y me pegaba si me quejaba”, añade—.

Primero nos ponemos en contacto con la familia del agresor. Si ellos no hacen nada, vamos a la policía. Y si nadie hace nada, le damos una paliza.

El pequeño grupo también organiza patrullas callejeras para informar a vecinos y congrega a centenares de seguidoras para manifestaciones, como la que celebran cada 29 de diciembre, rememorando el día en que la menor de Delhi moría a causa de la brutal agresión de 2012.

Cuando los métodos violentos se cuestionan las expertas en violencia de género indias lo aclaran: “El valor de estas chicas es romper el silencio impuesto por décadas y generaciones. ¿Por qué tienen ellas que garantizarse una seguridad que debería venir dada por el estado?”

Resumen de un texto de Ángel L. Martínez Cantera

miércoles, 25 de noviembre de 2015

No a la Violencia contra las Mujeres.



¡No te calles!

Una de cada tres Mujeres es objeto de la violencia de su pareja en el transcurso de su vida
 

 ¿Podrías vivir sin tu sonrisa? Ella tampoco



Para ocultar las huellas del maltrato  algunas mujeres desearían que todo el año fuera Carnaval

  Las Palabras también Hieren.

 Las Mujeres no somos Basura.¡ Por favor, no nos traten como si lo fuéramos ¡

 





1.-Él te pega.
2.-Él te pide perdón
3.-Todo vuelve a la normalidad
4.-Hasta que todo empieza de nuevo.
5.- ……..  
6.-Él te pega.
7.-Él te pide perdón
8.-Todo vuelve a la normalidad
9.-Hasta que todo empieza de nuevo. 
¡¡¡¡ MUJER, ROMPE EL CICLO DE LA VIOLENCIA!!!






Él le ha hecho su fiesta hoy


 Y vivieron felices para siempre




 Hasta que la MUERTE nos separe





 No dejes que el Maltratador elija tu vestido


La Violencia no siempre es visible.

Ella tiene 3 costillas rotas, le faltan 2 dientes y 5 marcas de quemaduras de cigarros en su pierna….

 De tal Palo tal Astilla. El ejemplo crea la normalidad. No dejes que ninguna “Astilla” te dé ningún “Palo”.

  “Papá, yo y la “fea puta”.La Violencia contra las Mujeres no solo deja marca en la Mujer

 40 Años de Felicidad





 ¡¡Rechaza el Abuso!!


¿Qué palabras puedo añadir si las imágenes hablan por si solas?