Existen Machismos
invisibles que por la naturalidad con la
que se ejercen y porque están totalmente
asumidos, por parte de mujeres y hombres,
son difíciles de denunciar. Son los mecanismos más sutiles que utilizan algunos
hombres para mantener una posición privilegiada respecto a las mujeres
El psicoterapeuta
Luis Bonino, a principios de los años 90
acuñó el término “micromachismos” siguiendo a Foucault cuando habla de
Micropoderes, en el sentido de que son los manejos de poder de lo cotidiano, no
porque sea pequeño. Son machismos sutiles de lo cotidiano que, en general no se
ven, pero causan daño a las mujeres y que los hombres ejercen desde la
concienciación de superioridad que les da la cultura.
Bonino ha establecido cuatro categorías de micromachismos,
aunque puntualiza que no hay ninguno peor que otro, pero algunos sí atentan más
contra la autonomía de la mujer:
1.-Los utilitarios:
Son aquellos que aprovechan el rol tradicional de las
mujeres como madre, cocinera, esposa, asistenta, etc.
2.-Los encubiertos:
Son los más sutiles y
buscan que las cosas se mantengan acorde a los deseos del hombre bajo excusas
como la falta de tiempo o el no saber hacer.
3.- Los de crisis:
Se dan cuando la relación toma un giro hacia una mayor
igualdad y el varón intenta mantener su estatus de superioridad mediante
maniobras como postergar las decisiones que exigen un cambio en la relación
hasta que la mujer se canse.
4.- Los coercitivos:
Utilizan la fuerza moral o psicológica masculina, como la
supuesta superioridad de la lógica masculina que se cree poseedora de la
realidad.
Los micromachismos son claramente una violencia psicológica.
La definición de violencia es una definición social. Como en el caso de la Ley
del dedo pulgar en el siglo XIX, por la que un hombre podía golpear a su mujer
con una vara siempre que ésta no fuese más gruesa que su dedo pulgar. En los
micromachismos pasa lo mismo, una mujer tiene marcas psicológicas pero no se
considera violencia.
El problema de estos machismos invisibles es que están naturalizados. Se ven como algo
normal. La cultura juega un papel importante a la hora de legitimar estos
comportamientos. Los comportamientos “micromachistas "se normalizan por
repetitivos, por habituales.
El primer paso para acabar con ellos sería desnaturalizar
estos comportamientos, nombrarlos, decir esto existe, está mal y no puedes
realizarlos impunemente.
El segundo paso sería
que las mujeres se rebelaran contra ellos.
Y el tercero que la
sociedad deje de mirar para otro lado y acompañe en la denuncia de estos
machismos “invisibles”.
Fuente: El Mundo
Nota: Siempre he sido reacia a la palabra "Micromachismos" porque creo que solo existe un Machismo que lo engloba todo,pero si estoy de acuerdo en que existen machismos invisibles que son difíciles de detectar.
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Documentos TV aborda el 23 de noviembre a las 24.00h por La
2 de TVE el machismo cotidiano de la España de principios de siglo XXI, de la
mano de un taller de teatro para estudiantes, de la universidad de Málaga y de
la charla-taller, en un instituto de secundaria en El Prat de Llobregat. Un
machismo, que según las personas expertas que participan en el documental sigue
firmemente apoyado en los estereotipos sexistas, en la división sexual del
trabajo o en el mito del amor romántico que se trasmite en los productos
culturales de consumo masivo.