Todo lo que sabemos de la violencia de género es que sus
manifestaciones en realidad son reflejo de la gran mentira que intenta presentar el MACHISMO por verdad, al decir que no existe y que se trata de casos aislados.
Veamos algunas referencias:
•Sólo se conoce un 20% de la realidad de todos los casos que
se producen, tal y como indican las Macroencuestas y las denuncias que se
formulan.
•Las limitaciones del sistema, la falta de recursos para
investigar y el constante cuestionamiento de la palabra de las mujeres hacen
que se condene un 70% de lo denunciado.
•Se obvia y se silencia que esa situación hace que las
condenas representen un 4'8% del total de casos, mostrando la gran impunidad
existente ante la violencia de género, no su mentira.
•En lugar de cuestionar al sistema por su
"ineficacia", se utiliza como demostración de "la verdad del
planteamiento machista" y de la mentira que suponen las críticas y los
intentos de rebelión.
•Presentan las medidas para combatir la violencia que
ejercen los hombres violentos como un argumento para afirmar que se criminaliza
a "todos los hombres", lo cual demuestra que para ellos la diferencia
entre "hombres en general" y "hombres violentos" no existe.
Para el resto, esta diferencia es muy clara.
•Toman la excepción de situaciones contrarias como una
generalidad para defender su posición (ocurre con los casos existentes de
"denuncias falsas" y de "violencia de mujeres contra
hombres"), pero niegan la realidad que revela la falsedad de su
planteamiento.
•Toda esta construcción tiene sus consecuencias, lo vemos a
diario. Muchas veces, la pasividad generada por las referencias de un sistema
que se resiste a aceptar la realidad, permite que el agresor siga cerca de su
mujer y que aproveche las circunstancias para asesinarla. O que se ignoren las órdenes de alejamiento. Es decir, se reconoce
la existencia de un riesgo objetivo hasta el punto de ver necesario adoptar una
medida de alejamiento para evitar una nueva agresión, pero no se lleva a cabo
actuación alguna para garantizar su cumplimiento, dejando todo el peso en la
propia mujer víctima de la violencia y de una cultura machista que
"normaliza" la violencia vivida y minimiza el riesgo generado.
Mientras no se tome conciencia de las numerosas mentiras que
utiliza el machismo para reforzarse a diario, cada iniciativa que demuestre esa
falsedad construida de manera interesada no sólo será rechazada, sino que será
presentada como un ataque al modelo y al orden existente, y será utilizada como
demostración de su verdad y de la "falacia de las alternativas" que
se plantean desde la Igualdad.
Miguel Lorente