El test de Bechdel es
un sistema para evaluar la brecha de género en películas, cómics, obras de
teatro, etc.
Se popularizó en el
cómic de Alison Bechdel de 1985"Unas lesbianas de cuidado"
("Dykes to Watch Out For" ) y aparecía en una tira cómica
llamada "The Rule" donde una de los personajes dice que ella
únicamente acepta ver una película si cumple con los siguientes requisitos:
1. En la película salen al menos dos personajes femeninos.
2. Dichos personajes se hablan la una a la otra en algún
momento.
3. Dicha conversación tiene que tratar de algo más que no
sea un hombre (no limitado a relaciones románticas o por ejemplo dos hermanas
hablando de su padre no pasa el test).
Ella y su acompañante terminaron marchándose a casa.
Una variante del test exige que, además, las dos mujeres
sean personajes con nombre.
Estas tres simples reglas, si se aplicasen a la inversa, es
decir, a los hombres, darían como resultado que la práctica totalidad de las películas
estrenadas cumplen el requisito para los hombres. Por el contrario, si se
aplica según su diseño original, resulta sorprendente la cantidad de películas
que no pasan el test.
Desde el surgimiento del test, se convirtió en una prueba
para evaluar la brecha de género en películas, obras de teatro y otros
productos culturales. Y ha pasado a generalizarse su uso como una forma
sencilla de poner de relieve la poca presencia femenina en la industria del
cine. A pesar de ser un test muy poco exigente, el resultado de aplicarlo a las
películas más populares es destacable y existen numerosas webs de crítica de
cine y proyectos feministas que realizan listas de películas conforme a si
pasan o no el test, con resultados que prueban que se trata de un sesgo sistemático
pues, según un estudio, aproximadamente sólo el 53% de las películas producidas
entre 1970 y 2013 lo cumplirían. Y de las películas más taquilleras de la
historia, filmes tan famosos como Avatar, Los Vengadores, Piratas del Caribe o
El Rey León no pasarían la criba.
El estudio de las listas de películas que no pasan el test
se utiliza como argumento para probar que prácticamente la totalidad de la
industria del cine se centra en la creación de contenidos que pasan por alto el
punto de vista femenino y se centran en una visión androcéntrica que no
refleja la realidad en términos de proporción de mujeres en la sociedad.
La representación y presencia femenina en el cine y la
televisión es una demanda continua de la lucha feminista.