Simone
de Beauvoir, en El segundo sexo, sostiene que la maternidad supone un
importante obstáculo para el desarrollo intelectual y personal de la mujer y,
por tanto, puede e incluso debe ser relegado –como ella mismo hizo– a un
segundo plano en favor de las aspiraciones personales de una misma.
Ser
madre es un oficio muy duro: 24 horas al día, 365 días al año. Con horas
extras.
Me diréis, “pero, ¡si no se pueden sacar horas extras del tiempo que has dicho¡”. ¿Qué no? Ellas lo hacen. No me digas cómo, pero lo hacen
Me diréis, “pero, ¡si no se pueden sacar horas extras del tiempo que has dicho¡”. ¿Qué no? Ellas lo hacen. No me digas cómo, pero lo hacen
La
idea de maternidad como sacrificio y esclavitud sigue grabada en el
subconsciente colectivo. En el de las madres está grabado a fuego. Y además
viene con unas gotas o mares, depende de la madre, de culpa para que el lote
sea completo.
Son
juzgadas por todo y por todxs. Y aún
peor ellas son su propio juez ….¡y muy severo!
Recuerda
que muchas han tenido que abandonar su carrera profesional ,o peor aún, nunca la
han tenido porque ser madre y esposa es lo único que les han permitido ser. Así
que cuidadito con la crítica…
Valoremos
a nuestras madres como se merecen, reconozcámosles todos los sacrificios que
tuvieron que hacer por nosotrxs, sobre todo los que tuvieron que hacer por el
simple hecho de ser mujer.
Expresiones
como “madre no hay más que una” o “no hay nada que el amor de una madre no
consiga” son algunas de las frases más utilizadas en lo que se refiere a las
madres.
En cuanto a la primera decir:¡Menos mal!
En cuanto a la segunda, es verdad, pero eso crea sentimientos de culpa en los hijos/as, que lo sepáis mamás.