La
ilusión de que el trabajo asalariado podía liberar a las mujeres no se ha
producido.
El
feminismo de los años 70 no podía imaginar que las mujeres estaban entrando al
trabajo asalariado en el momento justo en el que éste se estaba convirtiendo en
un terreno de crisis.
Pero es que, en general, el trabajo asalariado no ha liberado nunca a nadie.
La idea de la liberación es alcanzar la igualdad de oportunidades con los hombres, pero ha estado basada en un malentendido fundamental sobre el papel del trabajo asalariado en el capitalismo.
Pero es que, en general, el trabajo asalariado no ha liberado nunca a nadie.
La idea de la liberación es alcanzar la igualdad de oportunidades con los hombres, pero ha estado basada en un malentendido fundamental sobre el papel del trabajo asalariado en el capitalismo.
Ahora
vemos que esas esperanzas de transformación completa eran en vano. Al mismo
tiempo sí vemos que muchas mujeres han conseguido más autonomía a través del
trabajo asalariado, pero más autonomía respecto de los hombres no respecto del
capital.
Es algo que ha permitido vivir por su cuenta a muchas mujeres o bien que tuvieran un trabajo, mientras su pareja no lo tenía. De alguna forma esto ha cambiado las dinámicas en los hogares, pero en general no ha cambiado las relaciones entre hombres y mujeres.
Y, muy importante, eso no ha cambiado las relaciones entre mujeres y capitalismo: porque ahora las mujeres tienen dos trabajos y aún menos tiempo para, por ejemplo, luchar, participar en movimientos sociales o políticos
Es algo que ha permitido vivir por su cuenta a muchas mujeres o bien que tuvieran un trabajo, mientras su pareja no lo tenía. De alguna forma esto ha cambiado las dinámicas en los hogares, pero en general no ha cambiado las relaciones entre hombres y mujeres.
Y, muy importante, eso no ha cambiado las relaciones entre mujeres y capitalismo: porque ahora las mujeres tienen dos trabajos y aún menos tiempo para, por ejemplo, luchar, participar en movimientos sociales o políticos
Por otra parte, el trabajo que la mayoría de mujeres hacen en
el mundo, que es el trabajo reproductivo y doméstico, es ignorado. Y ese
trabajo es la base del capitalismo porque es la forma en la que se reproducen
los trabajadores.
El
trabajo de cuidados no es un trabajo por amor, es un trabajo para producir a
los trabajadores para el capital y es un tema central.
Si
no hay reproducción, no hay producción. Si ese trabajo que hacen las mujeres en
las casas es el principio de todo lo demás: si las mujeres paran, todo para; si
el trabajo doméstico para, todo lo demás para.
Por
eso el capitalismo tiene que devaluar este trabajo constantemente para
sobrevivir: ¿por qué ese trabajo no está pagado si mantiene nuestras vidas en
marcha?
La
corriente de la que yo provengo vimos que si el capitalismo tuviera que pagar
por este trabajo no podría seguir acumulando bienes. Y al menos que lidiemos
con este asunto no produciremos ningún cambio en ningún otra plano
Silvia Federici