Louise
Michel (Vroncourt-la-Côte, Haute-Marne, 29 de mayo de 1830 – Marsella, 9 de
enero de 1905).Anarquista, feminista, escritora, poeta y educadora francesa.
Fue
una de las principales figuras de la Comuna de París y una figura emblemática del
anarquismo francés y del movimiento obrero en general.
Frases de Louise Michel
“El
poder está maldito”.
“Cuidado
con las mujeres cuando se sienten asqueadas de todo lo que las rodea y se
sublevan contra el mundo viejo. En ese día nacerá el mundo nuevo."
“Todo
poder encarna la maldición y la tiranía; por eso me declaro anarquista.”
“La
justicia, tan largo tiempo encerrada en las cárceles humanas, la ciencia, las
artes, todos estos elementos que desde siempre se ahogan, han tomado vida, y
magnífica será la nueva leyenda al pasar de parte a parte la epopeya en medio
de este engrandecimiento, que es la ley del progreso; todas las naciones se
convierten en una humanidad y todos los dialectos en una lengua universal.”
“La
vida misma se vuelve tan preciosa como vastos son nuestros sueños”.
Golondrina
que vienes de la nube tormentosa,
golondrina
fiel, dime, ¿a dónde vas?
¿Qué
brisa te lleva, viajera errante?
Escucha,
quisiera irme contigo.
Lejos
de aquí, muy lejos de aquí, hacia inmensas orillas,
hacia
grandes rocas desnudas, hacia playas y desiertos,
hacia
lo desconocido silencioso, o hacia otros tiempos,
hacia
los astros errantes que se deslizan en el cielo.
¡Ah!
Déjame llorar, llorar, cuando con tus alas
acaricias
la hierba verde y cuando a los profundos sonidos
de
los bosques y de los vientos tu respondes
con
tu voz ronca, dulce ave de los mares.
¡Golondrina,
golondrina de los ojos negros, te amo!
No
sé qué eco de costas lejanas me llega a través de ti.
Para
vivir, ley suprema,
me
hace falta, como a ti, el aire y la libertad.
Canto
del cautivo
Aquí
jamás se siente el frío;
el bosque siempre su verdura ostenta,
y desde el mar hasta el ramaje umbrío,
llega la fresca brisa que lo alienta.
Y es tal la paz, tan grande y permanente,
que al zumbar del insecto interrumpe
el rugir de la tormenta.
A veces, cuando, envuelta en negro manto
la sombra de la luz pasa la raya,
se escucha el dulce y prolongado canto
que las conchas entonan en la playa.
En tanto que la flor en la espesura,
unida por su amor al aura pura,
constantemente va donde ésta vaya.
Mirad cómo las olas hacia el cielo
dirigen su rizada cabellera,
y con marcha veloz y raudo vuelo
cruza el profundo mar nave ligera.
Y en la noche cubierta de esplendores
brotan fosforescentes resplandores
del seno de las ondas hacia afuera.
Corre, ven a salvarnos, nave amiga;
cambia de mala en buena nuestra suerte;
aquí nos hiere y mata la fatiga,
el presidio es más triste que la muerte.
No nos falta la fe ni la constancia,
y si un día volviésemos a Francia,
sería por luchar con brazo fuerte.
El fuego del combate nos inflama,
la libertad al bueno presta ardor
y la batalla a todos hoy nos llama
a los desheredados el clamor...
A la sombra la aurora ha confundido
Y un mundo surge de verdad y amor.
Los
Claveles rojos
(Dedicado
a su compañero Théophile
Ferré , ejecutado en noviembre de 1871)
Si
voy al oscuro cementerio
Hermano,
tira sobre tu hermana,
Como
última esperanza,
Claveles
rojos en flor.
En
los últimos tiempos del Imperio,
Cuando
el pueblo se despertaba,
Clavel
rojo, eso fue tu sonrisa
Que
nos dijo que todo renacía.
Hoy
día, va a florecer en la sombra
Negras
y tristes prisiones.
Va
a florecer cerca de la sombra cautiva,
Y
dile que lo mucho que la amamos.
Dile
que por lo rápido del tiempo
Todo
pertenece al futuro
Que
el vencedor en frente lívido
Más
que el vencido puede morir.
No
se pueden matar las ideas a cañonazos, ni ponerles las esposas.”