domingo, 22 de mayo de 2016

Petra Kelly. Ecologista, pacifista y feminista



Petra Kelly (29 de noviembre de 1947 – 1 de octubre de 1992) Ecologista, pacifista y feminista de origen alemán.

Trabajó intensamente contra las armas nucleares. Petra fue una de las fundadoras del Partido Verde alemán

Se implicó también en la lucha por el respeto a los derechos humanos en el Tíbet y la mejora de las vidas de los niños y niñas con cáncer.

Defendía la no-violencia y la ternura en la política, una política a la que ella pensaba que había que añadir esperanza y corazón.

La lectura del libro de Henry David Thoreau  , Desobediencia Civil y su puesta en práctica por Martin Luther King, Jr. le acercaron a la no-violencia y constituyeron una guía que nunca abandonó.



Estudió Relaciones Internacionales en Washington y un Master en Ciencias Políticas e Integración Europea, en la Universidad de Ámsterdam.

Fue funcionaria de la Comunidad Económica Europea, perteneció al Partido Socialista Alemán (SPD) hasta la creación de Los Verdes, el partido ecologista alemán que ella contribuyó a fundar en 1979.



Fue parlamentaria verde desde 1982 hasta 1987.

En 1982, Kelly recibió el Right Livelihood Award (conocido también como el Premio Nobel Alternativo) "...for forging and implementing a new vision uniting ecological concerns with disarmament, social justice and human rights."

En palabras de su amigo, el Dalai Lama: “Petra Kelly ha sido designada para dedicar su vida y persona en la lucha por los oprimidos, los débiles y perseguidos de la época en la que vivimos. Su espíritu y legado de solidaridad humana e inquietud continúan para inspirarnos y animarnos a todos”.





Frases y discursos:

“Hago un llamamiento a las mujeres de todo el mundo, jóvenes y viejas, para que amen sólo a aquellos hombres que están dispuestos a manifestarse claramente contra la violencia”

"Todos quieren volver a la naturaleza pero ninguno quiere hacerlo a pie”

Ser tierno y al mismo tiempo subversivo: eso es lo que significa para mí, a nivel político, ser "verde" y actuar como tal. Entiendo el concepto de ternura en sentido amplio. Este concepto, para mí también político, incluye una relación tierna con los animales y las plantas, con la naturaleza, con las ideas, con el arte, con la lengua, con la Tierra, un planeta sin salida de emergencia. Y, por supuesto, la relación con los humanos. Ternura entre las personas, también en el seno de un partido alternativo y no violento, que apuesta públicamente sin cesar por la suavidad, la descentralización, la no violencia. [...] Nuestro rumbo debe llevarnos, sin compromisos, en otra dirección ecológica. Eso significa ponerse a andar políticamente por la vía suave.

Esa vía suave significa aprender a concebir nuestro planeta, incluyendo la atmósfera, los océanos y los continentes, como una unidad orgánica viva. Nuestro ecosistema es el universo. No lo dividamos en fragmentos y caigamos en la falsa creencia de que nos basta con entender una pequeña parte para entender también el todo. Respetémonos a nosotros mismos y a nuestro entorno. La tierra y yo tenemos las mismas raíces. La tierra la hemos tomado prestada de nuestros hijos. Si queremos materializar una política basada en la ética ecológica, debemos comprender lo que ha dicho Marilyn Ferguson  sobre el poder y el amor: "El poder sin amor se reduce rápidamente a la simple capacidad de expoliar y manipular". En un movimiento político ecológico se necesita inexcusablemente solidaridad, paciencia, cooperación, ternura y tolerancia, a fin de que coincidan los medios y los fines.



DECLARACIÓN PERSONAL EN EL BUNDESTAG (noviembre de 1983)

Todo poder estatal es relativo. Si se entiende la obediencia como elemento de convivencia, la lealtad tiene sus límites allí donde se pone en juego el bien de la comunidad. El sí al Estado es siempre un sí condicionado. La constatación innegable de la injusticia de un mandato es criterio decisivo para la oposición a determinadas prescripciones de la autoridad estatal. [...] La cuestión decisiva es que las leyes del Estado no son leyes absolutas... En determinados casos, en los que están en juego cuestiones de gran relevancia moral, la desobediencia pacífica a la ley, acompañada de determinadas medidas de precaución que ayudan a mantener el respeto a la institución del derecho, no sólo es legítima, sino que se convierte en una obligación de conciencia.

DISCURSO ANTE LA CONSERVATION FOUNDATION AUSTRALIANA (1988)

Los grupos y movimientos ecologistas que deseen reparar los terribles daños que se le han hecho a nuestro planeta Tierra, deben dedicar cada vez más su atención no sólo a la crisis del medio ambiente y a los problemas de la biosfera, sino también a la crisis en la economía, la crisis en los procesos de producción y consumo. Los daños causados en todo el mundo por la intervención humana no han sido hasta ahora considerados por ninguna doctrina económica oficial. Al contrario: gran parte de los elementos necesarios para la vida han sido ya destruidos, y otros están seriamente amenazados a causa de decisiones empresariales orientadas exclusivamente a la obtención de beneficios. Nuestro sistema económico acabará por destruir los fundamentos de su propia existencia. A nuestro parecer, lo necesario en el terreno ecológico es al mismo tiempo lo razonable en el terreno económico