La
presidenta de Reporteros Sin Fronteras en España, Malén
Aznárez , ha denunciado que 2015 se
ha convertido en el año en el que por primera vez el número de periodistas
asesinados/as ha sido superior en países "teóricamente" en paz que
los fallecidos en zonas de conflicto.
Aznárez
ha hecho estas consideraciones en la presentación del Informe Anual 2015 de la
Libertad de Prensa que elabora RSF, que deja un balance de 63 periodistas
asesinadxs, 317 encarceladxs (155 periodistas y 162 internautas) y 54
secuestradxs, y ha subrayado que el 64% de los que mataron lo fue en países sin
conflicto. En ese sentido, la presidenta de RSF en España ha destacado que la
masacre del semanario francés Charlie Hebdo contribuyó a invertir la tendencia
de que los periodistas asesinados en el mundo lo fueran mayoritariamente en
zonas de guerra. "Pocas veces en la historia el periodismo ha sido
protagonista de la realidad internacional como en 2015, un año marcado por la
barbarie del ISIS que ha copado las portadas, las calles y, por desgracia, las
redacciones de medio mundo", ha lamentado.
Según
ha indicado, la presión religiosa radical, que no es nueva para quienes hacen
de la libre expresión e información su trabajo y su derecho, ha alcanzado
"cuotas sin precedentes" en 2015, y no sólo en Oriente Medio o
Europa, también en Asia y África. Así, ha puesto como ejemplo que en
Blangladesh se exijan redacciones sin mujeres y que los medios se abstengan de
difundir imágenes de mujeres sin burka, y los "apagones informativos"
que hay en Nigeria, con Boko Haran, o en Somalia con las milicias de Al Shabab.
Al
panorama de Siria e Iraq, se sumó en 2015 el recrudecimiento de la violencia en
Yemen y el caos político y social de
Libia. Pero el terrorismo fue también una "perfecta coartada" para
limitar la libertad de información en países "teóricamente" sin
conflictos, según Aznárez, que ha recordado que Egipto, se ha convertido en la
"segunda mayor cárcel" del mundo para los/as periodistas, sólo
superada por China.
Turquía
"se ganó el récord" de haber encarcelado al mayor número de
periodistas y Somalia y México siguen un año más "en el cuadro del
deshonor" de la libertad de información. Además, Aznárez ha subrayado que
lxs reporterxs que cubrían el drama de lxs refugiadxs procedentes de Oriente
Medio que intentaban entrar en Europa también han sufrido los abusos policiales
en países como Hungría o Croacia.
A
lo largo de los últimos años varias mujeres periodistas han sido detenidas, encarceladas y
algunas asesinadas.
Son
minoría respecto a sus compañeros, el
2% de las víctimas, pero sus casos son significativos y alarmantes.
Queremos
recordar a algunas de ellas que han sido asesinadas o encarceladas por ejercer
la Libertad de prensa.
Rusia
Anna
Politkóvskaya (30 de agosto de 1958 - Moscú, 7 de octubre de 2006) Periodista
rusa con nacionalidades rusa y estadounidense así como activista por los
derechos humanos reconocida por su oposición al conflicto checheno y al
presidente ruso Vladímir Putin.
Politkóvskaya
se hizo conocida haciendo reportajes sobre la Segunda Guerra Chechena, donde muchos
periodistas y trabajadores humanitarios habían sido secuestrados o asesinados.
Fue arrestada y sujeta a una simulación de ejecución por parte de las fuerzas
militares rusas. Además, fue envenenada en camino a Beslán, pero sobrevivió y continuó
informando. Escribió varios libros tanto sobre las guerras de Chechenia como
sobre la Rusia de Putin y recibió numerosos premios internacionales por su
trabajo. Murió tiroteada en el ascensor del edificio de su apartamento en Moscú
el 7 de octubre de 2006.
Oriente Medio
En
Oriente Medio, resulta especialmente cruda la situación de estas profesionales:
Marie
Colvin, asesinada en Siria en 2012. Trabajaba
en The Sunday Times. Periodista con gran experiencia como corresponsal
de guerra en Oriente Próximo. Durante un trabajo en Sri Lanka perdió un ojo y
desde entonces, llevaba un parche sobre el párpado izquierdo.
México
En México,
María Elisabeth Macías, redactora jefe del diario Primera
Hora, editado en el estado mexicano de Tamaulipas, fue encontrada degollada. Fue la cuarta periodista asesinada desde el inicio del
año 2011, tras los homicidios de las
periodistas Marcela Yarce Viveros y Rocío González. Rocío González Trápaga, era exreportera de Televisa, Ana María Marcela Yarce Viveros, era fundadora
y periodista de la revista semanal Contralínea,
ocurridos en el Distrito Federal, y el de Yolanda
Ordaz de la Cruz , columnista del diario regional Notiver, en 2011
en el estado de Veracruz
Contralínea,
revista publicada desde hace más de diez años, realiza básicamente periodismo
de investigación. Debido a sus informaciones es blanco de campañas de
intimidación y de acoso judicial, especialmente a partir de 2007, después de
que hiciera revelaciones que importunaron a la empresa petrolera nacional PEMEX.
Honduras
Debemos
también recordar a la periodista hondureña Gilda Silvestrucci, directora del
programa En la Plaza de Radio Globo, denunció estar siendo acosada
y amenazada por teléfono. Según el relato de Silvestrucci, en su teléfono
recibió un mensaje: "Ya sabemos que tenés tres hijos, que la mayor tiene
15 años, que ahorita andás en la calle con tu hijo de siete años, y que la mayor
está en tu casa, cuidando a la niña de un año, y te vamos a matar". Al
mismo tiempo recibían llamadas amenazantes su madre e hija mayor. Silvestrucci es miembro de la
organización Periodistas por la Vida y
la Libertad de Expresión, que había presentado, una denuncia ante
la Fiscalía de Derechos Humanos contra Porfirio Lobo Sosa, Presidente de la República, así como
contra numerosos jefes del Ejército hondureño acusándolos de abuso de autoridad
y “tratos crueles, inhumanos y degradantes”. Desde la toma de posesión de Lobo
Sosa han sido asesinados 17 periodistas
y ninguno de estos casos ha sido clarificado según denuncias de la
organización Human Rights Watch.
India
Pero
al mismo tiempo que morían Rocío
González y Ana María Marcela
en México, era asesinada, de un balazo en el cuello, frente a su
casa de Bhopal (India), la bloguera Shehla Masood de 39 años. Activista por el
Derecho a la Información (RTI) desde el año 2009, iba a participar en una
acción de apoyo a Anna Hazare en
una campaña de lucha contra la corrupción. Sus agresores todavía no han sido
identificados.
Mongolia
La
ciberperiodista y activista de derechos humanos Govruud
Huuchinhuu , miembro de la Alianza
Democrática del Sur de Mongolia, desaparecía a la salida del hospital de
Tongliao, donde recibía tratamiento contra el cáncer. Govruud
estaba bajo arresto domiciliario desde noviembre de 2010 por pedir en internet
la liberación del periodista y ciberdisidente Hada, dirigente del SDMA.
China
China, uno de
los países en donde la libertad de expresión está seriamente perseguida: una
persona puede acabar entre rejas por enviar un tweet. Ese es el caso de Cheng
Jianping , de 46 años, que fue enviada a realizar trabajo correccional,
durante un año, por informar a través de Twitter sobre unos activistas japoneses que reclaman unas islas
del mar oriental de China.
África:
La periodista africana Agnes
Uwimana Nkusi de Ruanda editora del periódico
quincenal Umurabyo, fue detenida en 2010 acusada de publicar “temas
delicados”. Esos temas, en realidad, se reducían a denunciar la mano del
Gobierno ruandés de Paul Kagame en el asesinato de Jean Leonard Rugambage,
editor del periódico opositor Umuvugizi, y en el intento de asesinato,
en Sudáfrica, del general disidente, Kayumba Nyamwasa.
La periodista ya había sido detenida, acusada y sentenciada en 2007 por difamación. Los cargos eran más serios. La comparación del presidente Kagame con Hitler, sacó de sus casillas a los dirigentes ruandeses que la han acusado por desobediencia civil e insultos al jefe del Estado. La detención se produjo coincidiendo con la victoria de Kagame en las elecciones. Unos comicios que ganó por una sospechosa mayoría, después de 15 años en el poder y tras eliminar a la oposición del país. En los meses previos a la elección, el Gobierno llegó a cerrar treinta medios de comunicación y aterrorizó a muchos periodistas críticos, que tuvieron que huir de Ruanda y ahora viven en el exilio.
La periodista ya había sido detenida, acusada y sentenciada en 2007 por difamación. Los cargos eran más serios. La comparación del presidente Kagame con Hitler, sacó de sus casillas a los dirigentes ruandeses que la han acusado por desobediencia civil e insultos al jefe del Estado. La detención se produjo coincidiendo con la victoria de Kagame en las elecciones. Unos comicios que ganó por una sospechosa mayoría, después de 15 años en el poder y tras eliminar a la oposición del país. En los meses previos a la elección, el Gobierno llegó a cerrar treinta medios de comunicación y aterrorizó a muchos periodistas críticos, que tuvieron que huir de Ruanda y ahora viven en el exilio.
En
Eritrea, en pleno cuerno de África, ejercía la profesión periodística, Yirgalem Fisseha, reportera de Radio Bana. Fue detenida en febrero de 2009, junto con toda la
plantilla de la radio y encarcelada primero en una prisión militar y, posteriormente, en una civil, la de May Swra, donde está aislada, en
escasos metros cuadrados y sin ningún tipo de atención. Organizaciones
Internacionales han mostrado en reiteradas ocasiones su preocupación por la
salud de Fisseha que, a pesar de todo, está sobreviviendo al aislamiento y la tortura pues, tal y como denuncia la
Iglesia Evangelista, los detenidos en el país tienen que soportar numerosos
malos tratos, entre ellos estar encerrados en contenedores de metal al aire
libre, soportando altas temperaturas y enfermedades.
No
quiero terminar la lista de periodistas que exponen su vida por la Libertad de
Prensa sin hablar de la mexicana
Lydia Cacho y de la colombiana Jineth Bedoya personas a las que admiro profundamente por su lucha y su valentía.
Lydia Cacho y de la colombiana Jineth Bedoya personas a las que admiro profundamente por su lucha y su valentía.