El
florido pénsil (niñas) es la adaptación
teatral del libro que recrea el sistema educativo de la España de la postguerra.
Muestra la educación de las mujeres en el franquismo
Es
la historia del día a día de cinco muchachas sometidas a la absurda e ilógica
brutalidad del sistema educativo que dominó la España de la postguerra.
La
escuela es el reflejo de la sociedad y de su ideología dominante. Y esa
ideología había decidido poner al día el más profundo patriarcado medieval, y
llevarlo a sus últimas consecuencias.
La
mujer fue el principal objetivo de la empresa moralizadora pues resultaba que
la mujer estaba naturalmente destinada para el matrimonio y para las labores
domésticas.
Su
carrera profesional venía a ser formar una familia y tener prole. Y en eso se
ponían de acuerdo prácticamente todas y todos: la maestra, el cura, los padres,
los moralistas, las cupletistas, las escritoras de novelas rosas, y hasta las
profesoras de gimnasia, si me apuran. En aquella sociedad sólo existían dos
tipos de mujeres: las decentes y las otras.
Pretende ser el retrato de aquella deseducación que se daba en clases presididas por el crucifijo, la fotografía del caudillo y la de José Antonio
LA
VIOLENCIA MACHISTA
"La
violencia de la posguerra contra las mujeres fue muy grande y hay que recuperar
la memoria porque todavía no nos hemos desprendido totalmente de aquella
educación machista".
“Mi
querida amiga: ante todo, quiero recordarle que estamos en esta vida para
sufrir. Tenga resignación, pues el matrimonio es una cosa muy seria, un lazo
que es imposible romper. Le aconsejo que no le lleve la contraria a su esposo.
Y haga lo que él desee. En cuanto a los puñetazos que han recibido tanto usted
como su hija... le aconsejo que exponga el caso a su padre confesor”.
Quien
haya vivido en España entre 1947 y 1984 puede adivinar de quién proceden estos
consejos. Es un fragmento del Consultorio de Elena Francis, el programa
radiofónico que durante casi cuatro décadas se encargó de transmitir a las
españolas lo que el régimen franquista esperaba de ellas: sumisión, casas
limpias, hijos.
A
través de la ideología dominante se expone la brutal asfixia moral que
sufrieron las chicas. No solo en la escuela, sino también con instrumentos como
el Consultorio de Elena Francis, que las niñas escuchaban con sus madres
después del colegio.
La
obra está basada en el libro del mismo título de Andrés Sopeña (1994), en el
que el autor rememora con humor su propia experiencia en la escuela, pero
también utiliza otros textos que hacen referencia específica a la educación
femenina durante el franquismo y documentos reales de la época como la Guía de
la buena esposa, escrita por Pilar Primo de Rivera, que enseñaba 11 normas de
oro. Las recitan las alumnas en un aula en una de las escenas más hilarantes
del espectáculo: “Ten la cena lista. Ponte guapa. Sé dulce e interesante.
Arregla tu casa. Haz que se sienta en el paraíso. Peina a los niños, lávalos y
cámbiales la ropa en caso de ser necesario. Minimiza el ruido. Procura verte
feliz. Escúchalo. Ponte en sus zapatos. No te quejes”. “Esta es la más
importante: no te quejes”, subraya la maestra. “No te quejes si llega tarde. Si
va a divertirse sin ti. O si no llega en toda la noche”, completan las niñas.
De aquellos polvos vienen estos lodos. “Así
nos ha ido por dejar estos casos [las palizas de los maridos] en manos del
confesor de turno y no de la justicia”, dice uno de los personajes después de
escuchar el consejo de Elena Francis.
Y
a continuación otro personaje enumera estadísticas oficiales: mujeres
asesinadas por sus parejas este año, el año pasado. “Más de 700 en la última
década”, insiste. “Hemos querido hacer hincapié en la violencia machista porque
nos parece la peor de las consecuencias de la educación patriarcal. Podemos
pensar que el franquismo está superado, que hablamos de un tiempo muy lejano,
pero no es así: ocurrió hace nada y las secuelas están vivas
Fuente: El País y tanttaka.com/obra