En
lugar de jugar al aire libre, aprendiendo y disfrutando de una infancia feliz,
10-12 millones de niñas en más de 90 países en desarrollo están casadas en
contra de su voluntad.
En
Yemen, Etiopía, Afganistán y otros países hay una alta tasa de matrimonios a
una edad temprana. Las niñas incluso menores de 10 son, literalmente, privadas
de su infancia y muchas de ellas sufren las consecuencias de estar casada a una
edad temprana. Los novios suelen ser hombres jóvenes o solteros de mediana edad
o viudos e incluso los violadores que abusan de las niñas primero y luego
pretenden que sean sus esposas.
La
última noticia sobre estas atrocidades “culturales”, es decir tradiciones ancestrales que muchas de las sociedades
machistas no está dispuestas a eliminar
de sus “costrumbres” es que una niña yemení de 8 años ha muerto en su noche de
bodas por lesiones sexuales. La pequeña fue obligada a contraer matrimonio con
un hombre que le quintuplicaba la edad. La niña murió de una hemorragia interna
y rotura uterina en su noche de bodas.
Muchas
familias pobres en Yemen
casan a sus hijas jóvenes para ahorrar para los costes de la educación de un hijo
y así ganar dinero extra por la dote dada a la chica.
Un informe de la ONU reveló la magnitud de la pobreza del país, diciendo que 10,5
millones de Yemen de 24 millones de personas carecían de suficientes
suministros de alimentos y 13 millones no tenían acceso a agua potable y
saneamiento básico.
Human
Rights Watch (HRW) instó a Yemen en diciembre de 2011 a prohibir los
matrimonios de niñas menores de 18 años, advirtiendo que se privaba a las niñas
desposadas de educación y se perjudicaba su salud.
Citando datos de la ONU y
del gobierno, HRW dijo que casi el 14% de las niñas yemeníes se casan antes de
los 15 años y el 52% antes de la edad de 18.