Edith
Clara Summerskill (19 abril 1901-4 febrero 1980) Médica, política, escritora y
feminista británica
Summerskill
fue educada en el Kings College de Londres.
Fue una de las primeras mujeres a ser admitida en la escuela de medicina en el Charing Cross Hospital Medical School .
Fue ,además, una de
los fundadoras de la Asociación Socialista de la Salud , que encabezó el Servicio
Nacional de Salud (1948).
En
su lucha constante sobre la igualdad de derechos de la mujer presionó por la igualdad
de derechos para las mujeres en la Guardia
británica .
En
1938 inició la Asociación de Mujeres casadas
para promover la igualdad en el matrimonio y se convirtió en su primera
presidenta.
Quiso
asegurar los derechos de las amas de casa y las mujeres divorciadas llegando a
promover la promulgación de varias leyes en este sentido.
Summerskill
fue una feminista activa que jugó un papel decisivo en la promoción de las
causas de las mujeres.
Entró
en la política a los 32 años. Fue concejal
en el Middlesex County
Council desde 1934 hasta 1941.
En
1938, fue miembro del Parlamento por Fullham West. De 1945-50 trabajó como
Secretaria Parlamentaria en el Ministerio de Alimentación
Entre
1950 y 1951 ocupó el cargo de Ministra de Seguridad Social y Nacional
Edith
estuvo toda su vida política ligada al partido laborista de cuyo comité
ejecutivo formó parte entre 1944 y 1958.
“Cartas a mi hija”
Durante la década de
1950, Summerskill escribió una serie de cartas a su hija Shirley , quien, al igual que su madre, era una feminista
activa. Shirley estudió medicina en Oxford en ese momento y más tarde
se convirtió en médica y en miembro del Parlamento y del Consejo de Ministros.
Las
Cartas de Edith Summerskill a Shirley fueron recogidas y publicadas en un libro
Cartas a mi hija (1957). En
ellas, Summerskill esboza su creencia de que las mujeres son superiores a los
hombres en casi todos los sentidos. En apoyo de esta teoría presenta tres
"hechos":
En primer lugar que sólo las mujeres pueden disfrutar de dos mundos, del de la biología y del mundo intelectual.
En primer lugar que sólo las mujeres pueden disfrutar de dos mundos, del de la biología y del mundo intelectual.
En
segundo lugar se sugiere que las mujeres son físicamente más fuertes, viven más
tiempo son constitucionalmente más duras y que tienen una mayor resistencia.
Finalmente,
cree que las mujeres tienen igual o mayor inteligencia que los hombres.
A
pesar de ello, Edith explicaba a su hija que muchas mujeres habían tenido que
sufrir el rechazo social por haberse querido equiparar profesional e
intelectualmente a los hombres.