María Silva Cruz, apodada María La Libertaria (Casas
Viejas, Cádiz, 20 de abril de 1915 - 24 de agosto de 1936) Anarquista española.
Perteneció
al grupo de mujeres libertarias que, con el nombre de “Amor y Armonía”,
formaban una decena de jóvenes entre las que se encontraba su hermana Catalina
Silva Cruz, su prima Catalina, Manolita Lago, Francisca Ortega y Ana Cabezas.
Un
día paseaban por la Alameda en compañía de Manuela Lago, su hermana Catalina y
otras amigas. María llevaba al cuello un pañuelo rojo y negro. Por la plaza
también estaba el guardia civil Manuel García Rodríguez, un veterano
acostumbrado a otros tiempos y actitudes.
La
visión de María alardeando de
los colores de los revolucionarios le pareció una provocación. Se dirigió a
ella y le ordenó que se lo quitara. Ella se negó y entonces de un manotazo se
lo arrancó. Parece que María respondió con una bofetada y que García, entonces,
le amenazó diciéndole: ¡me las pagarás, Libertaria! A partir de entonces
comenzó a conocérsela con ese apodo.
Participó
en los trágicos sucesos de su pueblo natal en enero de 1933 de los cuales logró
escapar de las fuerzas represivas. En este pequeñito pueblo andaluz, como en
muchos otros, la gente humilde se quiere levantar contra el caciquismo señoril.
Participando de la convocatoria revolucionaria que la CNT lanza a ciudades y
pueblos, desde el sindicato de Casas Viejas se proclama el comunismo
libertario. Los trabajadores desfilan por las calles e intentan que la guardia
civil, renuncie a su poder. En la confusión, dos guardias son heridos.
Llegan
refuerzos para detener la revuelta. Algunas personas se refugian en la choza de
Seisdedos. Los guardias incendian la choza. Dentro había hombres, mujeres y
niños. Sólo María Silva y el niño Manuel García, pudieron escapar de la choza,
pereciendo el resto dentro de ésta. No acabaron aquí los hechos. El capitán
ordena capturar a los hombres del pueblo. Catorce serán detenidos y conducidos
a los restos de la choza de Seisdedos, allí se les obliga a mirar la tragedia y
son masacrados sin previo aviso.
María
tenía dieciséis años cuando se produjeron los trágicos sucesos. Era nieta de
Seisdedos, el carbonero, el dueño de la choza que fue quemada. Como hija de
trabajadores, su formación fue la pobreza y los ideales del anarquismo. Su
trágico final estará marcado por sus implicaciones ideológicas
Encarcelada
en Medina Sidonia, fue fusilada en la laguna de la Janda en 1936
Federica
Montseny escribió sobre ella:
«Tal como es, llena de poesía y tragedia, penetra en
la inmortalidad. Es la encarnación y el símbolo del martirio de España. Mariana
de Pineda representa un momento de la conciencia y de la vida española. María
Silva es la voz, la carne sangrante de un pueblo crucificado».
Fuente: Wikipedia y el Portal Libertario Oaca
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