viernes, 19 de febrero de 2016

Harper Lee. Matar un ruiseñor


Harper Lee (Monroeville, Alabama, 28 de abril de 1926 -  19 de febrero de 2016) fue una escritora estadounidense conocida por su novela Matar un ruiseñor (1960), obra ganadora del Premio Pulitzer.

La novela habla sobre el Sur segregado de los años treinta que ha vendido más de treinta millones de ejemplares desde su publicación en 1960 y que, en Estados Unidos, es un monumento literario porque  disecciona el racismo y sus distantes expresiones: la esclavitud, la segregación, la discriminación…


“Matar a un ruiseñor “fue premiada con el premio Pulitzer, y la posterior película, protagonizada por Gregory Peck, ganó  tres Oscars. Es difícil encontrar otra novela contemporánea que haya tenido un impacto tan duradero como ésta.





La historia semiautobiográfica narra tres años en la vida de Maycomb, entre 1932 y 1935, a través de la mirada de Scout, una niña de casi seis años que vive con su hermano, Jem, a punto de cumplir los diez, y su padre viudo, el abogado Atticus Finch. La novela entrelaza tres historias: la del descubrimiento del mundo por parte de tres niños, Scout, Jem y su amigo Dill ,su vecino y compañero de juegos que era Truman Capote.; la de un vecino, Boo Radley, que vive recluido en su casa y da pie a todo tipo de fantasías por parte de los niños, y la del juicio a un negro del pueblo acusado falsamente de violar a una mujer blanca, cuya defensa asume Atticus.



Escrita en los años cincuenta, en el momento más feroz del terrorismo blanco contra los negros en estados como Alabama, la novela se publicó en el momento adecuado, cuando el movimiento de los derechos civiles tomaba fuerza y, con la complicidad de los presidentes Kennedy y Johnson y del Tribunal Supremo, que estaba a punto de lograr el fin de la segregación racial.




“Ve y pon un centinela”
  
Es la historia de Scout de mayor. En los años cincuenta vive en Nueva York, como Harper Lee en la misma época, y vuelve a Maycomb para ver a su padre. El regreso le obliga a afrontar y entender las actitudes de su padre ante una sociedad cambiante y su propio lugar en el pueblo de su infancia. Ve y pon un centinela (Go, Set a Watchman, 2015) fue escrita a mediados de los años cincuenta, antes de redactar Matar un ruiseñor. El título alude a una cita del Libro de Isaías, capítulo 21, versículo 6: "Porque el Señor me dijo así: Ve, pon centinela que haga saber lo que vea". Siendo una secuela de su primera novela, "la historia se sitúa unos 20 años después, cuando Scout regresa a Maycomb desde Nueva York para visitar a su padre, Atticus Finch".

Que Finch, el héroe de los derechos civiles, resultase ser un racista bajo la mirada de la Scout adulta decepcionó a muchos lectores. La mirada de Matar a un ruiseñor,  era la de una niña; en Go Set a Watchman es la de una adulta que ha vivido en Nueva York, que se ha empapado de las noticias, día sí y día también, sobre la segregación y la violencia antinegra en Alabama. Quizá,  esto es una especulación, advierte Flynt, Atticus Finch ya no aparezca como el padre idealizado, sino como un hombre que busca justicia, pero sin cuestionar el sistema de segregación legal en los Estados del sur. El padre de Harper Lee, el hombre que inspiró a Atticus Finch, “era un segregacionista suave”, como la gran mayoría de blancos de su tiempo en Alabama. Solo las generaciones más jóvenes, como Harper o el mismo Flynt, que también es de Alabama, empezaron a distanciarse a partir de los años cincuenta del siglo pasado de estas posiciones que representaban el statu quo.

Además de sus dos novelas, Harper Lee es autora de unos cuantos artículos publicados en la prensa estadounidense entre 1961 y 2006. Lee falleció en su pueblo natal el 19 de febrero de 2016. 

Frases  de Matar a un ruiseñor





“Nunca conoces realmente a una persona hasta que no has llevado sus zapatos y has caminado con ellos”.

“Prefiero que disparen a las latas vacías en el patio trasero, pero se que vais tras los pájaros. Dispara a todos los pájaros azules que quieras, si es que les puedes acertar, pero recuerda que es un pecado matar un ruiseñor-.
Ese fue el único momento que escuché a Atticus decir que era un pecado hacer algo, y le pregunté a la señorita Maudie al respecto. -Tu padre tiene razón-, me dijo ella. Los ruiseñores no hacen otra cosa que crear música para que la disfrutemos. No se comen los jardines de la gente, no hacen nidos en los graneros, no hacen otra cosa que cantar su corazón para nosotros. Es por eso que es un pecado matar a un ruiseñor.”

 “Antes de poder vivir con otras personas tengo que vivir conmigo mismo. La única cosa que no se rige por la regla de la mayoría es la conciencia de uno”.

“Hay hombres en este mundo que han nacido para cargar con las tareas desagradables de los demás, tu padre es uno de ellos”.

 “Si consigues aprender una sola cosa te llevarás mucho mejor con tus semejantes, nunca llegarás a comprender a una persona hasta que no veas las cosas desde su punto de vista”.

“Hijo mío, hay muchas cosas feas en el mundo, me gustaría que no las vieras, pero no es posible”.

“Quería que vieras lo que es realmente el valor, en lugar de tener la idea de que el valor es un hombre con un arma en su mano. El verdadero valor es cuando sabes que tienes todas las de perder, pero emprendes la acción y la llevas a cabo a pesar de todo. Raramente ganas, pero algunas veces lo logras. La señora Dubose ganó las 90 libras de ella. De acuerdo a sus puntos de vista, ella murió sin deberle a nada ni a nadie. Era la persona más valiente que he conocido.”

“Y le persiguieron, pero no podían cogerle por que no sabían que figura tenía, y, Atticus, cuando por fin le vieron, resultaba que no había hecho nada de todo aquello... Atticus, era un chico bueno de veras...
Las manos de mi padre estaban debajo de mi barbilla, subiendo la manta y arropándome bien.
-La mayoría de las personas lo son, Scout, cuando por fin las ves.”