El
Día Mundial de la Justicia Social fue declarado por la Asamblea General de las
Naciones Unidas en la Resolución 62/101 del 26 de noviembre de 2007, decidiendo
que se celebraría el 20 de febrero de cada año.
La
justicia social es un principio fundamental para la convivencia pacífica y
próspera, dentro y entre las naciones. Defendemos los principios de justicia
social cuando promovemos la Igualdad de género o los derechos
de los pueblos indígenas y de lxs migrantes.
Promovemos
la justicia social cuando eliminamos las barreras que enfrentan las personas
por motivos de género, edad, raza, etnia, religión, cultura o discapacidad
La
celebración del Día Mundial de la Justicia Social debe apoyar la labor de la
comunidad internacional encaminada a erradicar la pobreza y promover el empleo
pleno y el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al
bienestar social y la justicia social para todos.
El
mundo ha cambiado drásticamente. Ya no vivimos en un mundo deshabitado, con
relativamente pocos seres humanos con sus utensilios. Ahora vivimos en la «era
del Antropoceno», en un mundo colmado, en el cual la actividad humana está
alterando drásticamente sus sistemas ecológicos de subsistencia. Nuestros
conceptos y modelos económicos tradicionales fueron desarrollados en un mundo
vacío. Si queremos crear una prosperidad sostenible, si buscamos «mejorar el
bienestar humano y la equidad social, reduciendo significativamente los riesgos
ambientales y la escasez ecológica», vamos a necesitar una nueva visión de la
economía y su relación con el resto del mundo, una visión que esté mejor
adaptada a las nuevas condiciones que enfrentamos.
Vamos
a necesitar una economía que respete los límites del planeta, que reanude la
dependencia del bienestar humano con las relaciones sociales y la justicia, y
que reconozca que el objetivo final es el bienestar humano real y sostenible,
no sólo el crecimiento del consumo material.
La
nueva visión reconoce que la economía está integrada en una sociedad y cultura
que a su vez están integradas en un sistema ecológico vital, y que la economía
no puede crecer para siempre en este planeta finito.
Naciones Unidas