Lakshmi
Bai (19 de noviembre de 1828-17 o 18 de junio de 1858). Reina, luchadora contra
el imperio colonial británico y viuda india que rompiendo con la tradición
ancestral no se inmoló en la ceremonia Satí,
por todas estas cosas es considerada un símbolo en la India
Conocida
como la raní de Jhansi,
tras su matrimonio con el maharajá Gangadhar Rao en 1842, fue reina del estado indio
de Jhansi, del antiguo Imperio
maratha (1674-1818), en el centro-norte de India.
La
raní Lakshmibai fue una de las figuras más destacadas de la Rebelión en la India de 1857 y de la
resistencia al Raj británico.
En
1853, al fallecer el rajá Gangadhar Rao, la raní asumió la regencia de su hijo adoptivo, Damodar Rao.
Sin
embargo, la posterior anexión del estado de Jahnsi por el Raj británico, junto
con la rebelión de los cipayos al servicio de la Compañía Británica de las
Indias Orientales, la llevó a proclamar, el 14 de febrero de 1858, la lucha
conjunta de todos los hindúes y musulmanes contra los británicos.
Tras
dos días de combate en la ciudadela y con todo ya perdido Rani se ató su hijo a
la espalda y, con un sable en cada mano y rodeada de un puñado de rebeldes,
consiguieron salir del palacio y llegar luchando hasta el fuerte. Tras la
captura de la fortaleza de Jhansi por las
fuerzas británicas, la raní pudo escapar hacia la fortaleza de Gwalior y aunque tras su asedio y
captura por los británicos logró escapar de nuevo, gravemente herida, murió en
el posterior enfrentamiento con sus perseguidores.
Fortaleza de Jhansi |
Allí
tuvo lugar el último capítulo de la historia de Lakshmi Bai cuando, dirigiendo
las tropas rebeldes en medio de un ataque inglés, recibió un disparo.
La
ciudad cayó tres días después.
Sir Hugh Rose —el futuro comandante en jefe del Ejército Indio Británico— la consideraba
la «mejor y más valiente de los líderes rebeldes».
La
reina de Jhansi no
solo es recordada por su bravura, también es una de las mujeres más queridas entre
las mujeres de la India por su valor en romper las reglas estrictas de un país
con ritos tan ancestrales como quemar viva a la esposa cuando el marido
fallecía, ( ceremonia del Satí).
Esta determinación convirtió a Lakshmi Bai en todo un símbolo.
Ceremonia
Satí
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