jueves, 17 de diciembre de 2015

Sufragistas



El movimiento en apoyo del derecho al voto de las mujeres fue muy duro. Afortunadamente, las sufragistas eran mujeres valientes, independientes y tenaces y no estaban dispuestas a abandonar su lucha por muchos obstáculos, burlas y penalidades que sufrieran.

“Nosotras queríamos mostrar que podíamos avanzar o conseguir la libertad humana a la que aspiramos sin utilizar violencia alguna. Hemos sido decepcionadas en esta ambición pero todavía podemos dar a nuestras almas el consuelo de que la violencia registrada no ha sido formidable y de que las más fieras de las sufragistas están más preparadas para sufrir daño que para infligirlo”. Millicent Garret Fawcett 




La ausencia de resultados de la estrategia moderada hizo que a principios de siglo Emmeline Pankhurst creara la Unión Social y Política de las Mujeres (Women’s Social and Political Union). Sus miembros eran conocidas como las “suffragettes”. Mientras en el Parlamento se discutía las reformas legislativas que permitieran el acceso del voto a la mujer, la WSPU, además de los tradicionales medios de propaganda como los mítines y las manifestaciones, recurrió a tácticas violentas como el sabotaje, el incendio de comercios y establecimientos públicos, o a las agresiones a los domicilios privados de destacados políticos y miembros del Parlamento.




“Nos tiene sin cuidado vuestras leyes, caballeros, nosotras situamos la libertad y la dignidad de la mujer por encima de toda esas consideraciones, y vamos a continuar esa guerra como lo hicimos en el pasado; pero no seremos responsables de la propiedad que sacrifiquemos, o del perjuicio que la propiedad sufra como resultado. De todo ello será culpable el Gobierno que, a pesar de admitir que nuestras peticiones son justas, se niega a satisfacerlas”.Emmeline Pankhurst

 




A la creciente represión gubernamental, las “suffragettes” respondieron con huelgas de hambre en la cárcel a las que la administración respondió con la brutal alimentación forzada. La respuesta del gobierno a las protestas contra esta cruel práctica fue realmente original.

El parlamento aprobó la conocida como “Ley del Gato y el Ratón” por la cual las mujeres, es decir, los “ratones”, serían liberadas por las autoridades, el “gato”, cuando su estado físico fuera preocupante. Sin embargo, una vez recuperadas físicamente volvían a ser detenidas y encarceladas.


Antes de la guerra mundial, la virulencia de la protesta sufragista hizo que los partidos políticos comenzasen a reconsiderar su actitud ante el voto femenino.



“Sufragistas” 





“Sufragistas” ofrece una necesaria e instructiva lección de historia sobre el origen del movimiento en apoyo del derecho al voto de las mujeres. Recupera para el cine un hecho histórico por el que ha pasado de puntillas.

El filme refleja, sin caer en maniqueísmos, que la conquista de los derechos no cae del cielo, y que arrancó bajo el empuje de decenas de pioneras que abanderaron el cambio pagando con el ostracismo social y penas de prisión. Estas mujeres sufrieron el menosprecio de las autoridades; el propio Churchill describió su discurso como "fuente de mentiras" y el escritor Conan Doyle las calificó despectivamente como "hooligans femeninas".

La película nos sitúa en la Inglaterra de 1912, a las puertas de la Primera Guerra Mundial, y retrata como las activistas viendo como sus protestas pacíficas para conseguir el sufragio eran ignoradas, se van radicalizando en una escalada cada vez más violenta.

Las sufragistas reales reventaban escaparates, se manifestaban a las puertas del Parlamento e incluso una de ellas acuchilló la Venus del Espejo de Velázquez en la National Gallery de Londres, para centrar la atención en sus reivindicaciones.


El retrato que dibuja este drama histórico señala un doble rechazo al avance de las mujeres, por un lado, por parte de un anquilosado sistema político y económico, y por otro, por un orden patriarcal y machista imperante.

Fuera del relato queda, aunque subyace de forma implícita en las escenas de la lavandería, un mayor desarrollo del vínculo del sufragismo con la lucha obrera por unas condiciones de trabajo dignas para mujeres sometidas a un trato infrahumano.

Tampoco ahonda en la amplitud y la importancia del movimiento, ya que la narración se centra en el seguimiento de uno de los “comandos” hostigado por la policía.

Sufragistas es un proyecto con un equipo mayoritariamente femenino. Dirigida por Sarah Gavron (Brick Lane) y escrita por Abi Morgan (guionista de Shame y La dama de hierro). La superproducción cuenta con una factura estética impecable aunque su estructura es académica y algo previsible, amparada en un relato sencillo.



Sufragistas es cine comprometido, duro, emotivo y a ratos sombrío, aunque no adoctrina y adopta una expresión visual similar a la de un documental (Gavron es directora de documentales), al rescate de un episodio histórico crucial que en cierta forma ha caído en el olvido.

“Se ruedan películas sobre cosas que pasaron ayer, en cuanto surge un gran escándalo como Wikileaks o un ataque terrorista, pero en cien años no se había hecho una película sobre Emily Wilding Davison y el movimiento sufragista. Fue un movimiento importantísimo en nuestra historia y no se ha contado como merece. “Todas las niñas deberían conocer estos hechos y todos los niños deberían grabárselos en su corazón."

“Hechos, no palabras”, mantienen como lema las activistas en un filme necesario que trae a la actualidad en sus créditos finales, la continúa lucha de las mujeres por sus derechos en muchos países del mundo.(www.rtve.es)





No os perdáis la canción que aparece al comienzo de la película de Mary Poppins "Hermana votante" ("Sister Suffragette")