martes, 8 de diciembre de 2015

El Feminismo No es un Movimiento en Contra de los Hombres o lo contrario de Machismo




Para aclarar algunas dudas sobre lxs que creen que el feminismo es un movimiento en contra de los hombres o lo contrario de machismo, hablamos con varias mujeres feministas, para que nos dijeran qué cosas consideran que los hombres deben aprender sobre el tema.



1. El feminismo no excluye a los hombres



“Las feministas sabemos que no todos los hombres son iguales. Sin embargo, defenderte como la excepción tampoco ayuda en nada. Reconocer tu privilegio y ser un aliado, sí. Ser aliado significa sentarse y escuchar las experiencias de los demás, ya que por el hecho de que eres hombre, lo más seguro es que has tenido privilegios, que no pediste y ni has notado. Escucharnos y entendernos hace que todos seamos más fuertes. El feminismo no excluye a ningún género, se trata de igualdad de derechos, que todos podamos hacer con nuestros pensamientos, cuerpos y demás lo que queramos. El movimiento no busca solo mejores oportunidades para las mujeres, busca igualdad en cuanto a género, etnia, identidad sexual, características físicas y emocionales. Ser parte de una causa, como el feminismo, significa estarse cuestionando frecuentemente sobre las conductas y comportamientos tuyos y de los demás. El patriarcado se mete en los lugares más recónditos de uno mismo. Por eso, hay que estar en constante vigilancia” Andrea Rodas, 29 años.



2. Favorece a los hombres



“Creo que existe mucha desinformación sobre el feminismo. Muchos creen que las feministas somos mujeres furiosas con la vida y con los hombres o que nos creemos superiores y queremos sacar ventaja. También, piensan que todas somos lesbianas. No hay nada más alejado de la verdad. El feminismo no tiene que ver con las tendencias sexuales o el género. De hecho, el movimiento feminista simplemente conforma a personas que quieren lograr igualdad de derechos para hombres y mujeres. Del mismo modo que una mujer puede ser machista, que lastimosamente no son casos aislados, un hombre puede ser feminista, porque es una cuestión de pensamiento. El movimiento favorece a los hombres, porque derriba prejuicios y costumbres obsoletas, como lo de ser el sustento del hogar, que no deben llorar o mostrar sus sentimientos. El feminismo es un movimiento orgánico. Es decir, que cambia con el tiempo y sus necesidades mutan. También, es distinto en espacios geográficos. Por ejemplo, en Latinoamérica, aún hay mucho machismo, que frena el desarrollo de la población femenina. No estudiamos, nos casamos jóvenes, ganamos menos, no hay empoderamiento, sufrimos de acoso y no se nos considera iguales” Claudia Huerta, 32 años.



3.La friendzone no existe



“El feminismo no es antihombres. Repito, el feminismo no es antihombres. El feminismo es antipatriarcado y antimachista. Pienso que lo más importante que los hombres deben aprender del feminismo es a desaparecer las ideas sobre lo femenino y masculino. ¿Cómo? Cuestionándose, informándose y siendo aliados, en vez de mandarnos a la cocina o llamarnos feminazis. Además, entender que no se trata de una guerra de superioridad. La masculinidad es un concepto fantasioso, que reafirma el machismo que todos hemos aprendido en la sociedad. El mundo no está dividido entre los hombres ‘de verdad’ y los hombres falsos. Insultamos a otros hombres diciéndoles niñas, cuando lloran o muestran debilidad. ¿Qué es lo que está tan mal con lo femenino, que para otro hombre se vuelve un insulto? Los hombres deben aprender a identificar sus privilegios y usarlos para ser aliados de las mujeres, en vez de ser cómplices del sistema. En Guatemala, nacer hombre te asegura más probabilidades de recibir educación, en vez de quedarte en casa ocupándote de las tareas del hogar, de tener un empleo aunque tengas hijos. Muchos empleadores prefieren no contratar a una madre de familia para ocupar puestos gerenciales o no le pagan lo mismo que a un hombre. Es un privilegio poder caminar en la calle, sin tener que soportar acoso, tocamientos no consentidos, miradas, insultos y hasta violaciones. Estamos acostumbrados a esperar cosas a cambio de las mujeres. Las mujeres no deben atención a los hombres. No importa si no contestan tus mensajes, aceptan que pagues su cena o cosas. Aunque un hombre sea lindo o la mejor persona de este mundo, si a una no le gusta, no le gusta. La friendzone no existe, ninguna mujer le debe reciprocidad a ningún hombre que no le gusta. Otra cosa que deben aprender es que muchos creen que algunas mujeres son ‘putas’ y otras ‘para casarse con ellas’. Desde pequeñas aprendemos que nuestro valor reside en la belleza y pureza. Las mujeres, como seres vivos, también tenemos hormonas, ciclos y experimentamos deseo sexual. El problema es que nos han enseñado que el sexo nos quita valor. Mostrar deseo sexual nos hace ver mal, histéricas, desenfrenadas y locas. ‘Puta’ no es un insulto. Llamar a alguien más así, solo indica los prejuicios de la persona que lanza el insulto. La enseñanza más importante es aprender a valorar a la mujer porque es un ser humano, no porque se acueste contigo, sea tu mamá o hermana, no porque sea bonita o haga los oficios domésticos” Silvia Selassie, 27 años.



4. Las relaciones son más enriquecedoras



“El feminismo no es la contraparte del machismo. Es pedir igualdad de derechos. Este movimiento no es una amenaza, sino una puerta a las relaciones más enriquecedoras. Necesitamos más hombres feministas. Una mujer feminista es una compañera de vida más interesante. El feminismo vino para quedarse” Elizabeth Rojas, 44 años.


Texto: Mynor Véliz