viernes, 25 de diciembre de 2015

El Ocio de las Mujeres



Si en vuestra casa habéis celebrado, como es costumbre en estas fechas, la cena de Nochebuena, me gustaría haceros unas preguntas:

¿Quién compró la comida?

¿Quién cocinó?

¿Quién puso la mesa?

¿Quién recogió o fregó los platos?

¿Lo hicisteis  todxs juntxs?¿Colaboraron todxs? Enhorabuena, formáis parte del 10% de personas que comparten las tareas domésticas.

Normalmente es una tarea reservada a las mujeres de la casa. Especialmente a la madre, pero también a las hermanas, tías, cuñadas o a la abuelita si no está muy pachucha. Todas en alguna u otra medida colaboran mientras los hombres permanecen sentados esperando a “ser servidos”.

Las fiestas navideñas suelen ser fuente de estrés para muchas mujeres que ven como su trabajo no es agradecido ya que se le considera un trabajo ligado a su “condición femenina”. Y volvemos a repetir lo que todo el mundo sabe: las mujeres realizan los trabajos domésticos y por lo tanto no disponen de la misma cantidad de tiempo para el ocio como los varones, que utilizan ese tiempo para el esparcimiento y el deporte. O para estar sentados delante de la televisión sin hacer nada
 
El tiempo libre es un factor, que nos puede ayudar a analizar la diferencia de los roles sociales.  La mujer ha estado subordinada económicamente al hombre, lo que afecta a su actitud y acceso al ocio. En las sociedades capitalistas, el dinero determina el valor, por tanto, el trabajo realizado en casa se valora menos. La mayoría de las mujeres que trabajan fuera de su casa, vuelven a ella para continuar con las tareas domésticas y su tiempo de ocio está en el lugar último de sus posibilidades.


Una característica unificadora de la subordinación femenina es la creencia implícita de las diferencias entre hombre y mujeres están determinadas biológicamente y son por tanto, inmutables. Muchas mujeres creen estar mejor dotadas que el hombre para la crianza de los hijos o para las tareas del hogar y esto solo refuerza su propia subordinación.

Con una división del trabajo doméstico más compartida, se convierte en un aspecto de relaciones no explotadas que permiten que hombre y mujer puedan disfrutar del tiempo de ocio y de las fiestas por igual.

No lo olvidéis para la próxima cena….

Ana & Heterónimas