El papel de los cuentos es
esencial en la infancia, ya que en ellos se muestra un mundo mágico en el que
la niña y el niño pueden descargar la ansiedad y los miedos reales, expresando
sus sentimientos, lo que supone una gran ayuda desde el punto de vista
emocional. Si queremos construir una sociedad más igualitaria la lectura
infantil y juvenil ha de ser un instrumento que ayude a romper con las ideas
estereotipadas que existen en la actualidad sobre las mujeres y los hombres, y
que muestre una visión del mundo basada en la igualdad, la tolerancia, el
respeto y la libertad. Un mundo donde niñas y niños, independientemente de su
sexo, puedan elegir los deseos, sueños e ilusiones que les gustaría alcanzar en
la vida y tener las mismas oportunidades para conseguirlos.
El sexismo que ha existido y
aún existe en la literatura clásica infantil y juvenil es indigno de una
sociedad que lucha por un mundo más justo. Si lo estudiamos con una mirada
crítica podemos ver:
La acción de los personajes:
los del sexo masculino suelen ser los protagonistas que toman la iniciativa,
los héroes valientes que salvan el mundo y a las mujeres. Al sexo femenino se
le sigue presentando a través de personajes secundarios, que esperan ser
rescatadas en un papel pasivo. Y cuando aparecen como personajes protagonistas,
suelen carecer de autonomía y decisión. De esta manera, entre otros hechos, se
invisibiliza que las chicas pueden ser aventureras y valientes y que los chicos
también lloran y sienten miedo.
Descripción de los
personajes: las niñas y mujeres son descritas generalmente como bonitas,
dulces, delicadas, ingenuas, intuitivas, intelectualmente torpes, etc. Y los
niños y hombres, como fuertes, valientes, astutos, agresivos, ambiciosos, e
incapaces de expresar sus sentimientos o su sensibilidad. En la misma línea,
las niñas que son representadas como valientes suelen ser feas o tener algún
defecto, y los niños que demuestran su vulnerabilidad son ridiculizados.
Las tareas que desarrollan
los personajes: los personajes femeninos casi siempre están en la esfera
privada y suelen ocuparse de las tareas del hogar y el cuidado de las demás
personas, lo que es representado como una virtud. Para los personajes
masculinos, que casi siempre dominan el ámbito público, sus tareas suelen estar
relacionadas con la búsqueda del poder y el éxito, o bien con profesiones de
prestigio.
El mensaje que trasmiten: para
las chicas es que cuentan sobre todo con su belleza para triunfar en la vida,
que el físico es el arma a partir del cual pueden conseguir lo que desean, en
la mayoría de ocasiones a través de un hombre al que deben seducir. De esta
forma se las motiva al cuidado de su imagen por encima de cualquier otra
actividad, siendo esta otra manera de enseñarles sumisión en lugar de promover
su autonomía.
Modelos: “la princesa”, que
solo tiene vida si la “despierta” el beso de algún príncipe. Y el “príncipe
azul”, que se cruzará en la vida de las protagonistas “para salvarlas de la
desgraciada realidad en la que viven”. Es ese chico apuesto, romántico,
valiente, protector, y con alto nivel adquisitivo con el que las chicas acaban
soñando cuando llegan a la adolescencia. Al mismo tiempo, a los chicos se les
transmite la idea de que tienen que conquistar a las mujeres, ser valientes y
decididos, incluso asociando la hombría al ejercicio de la violencia para
hacerse respetar, ser valorados por los otros hombres y ser deseados por las
mujeres.
Por eso para una educación en
igualdad es muy importante que las niñas y los niños se vean representadas como
iguales en los libros y para ello son necesarios libros sin prejuicios, sin roles
y estereotipos de género. No olvidemos que una educación en igualdad es el
perfecto antídoto contra el sexismo y la mejor prevención de la violencia de
género.
Fuente: La mochila violeta. Guía
de lectura infantil y juvenil no sexista y coeducativa. http://www.dipgra.es/amplia-programa/programas-igualdad/la-mochila-violeta