viernes, 12 de junio de 2015

12 de junio. Día Internacional contra el Trabajo Infantil



Según las estimaciones mundiales más recientes, unos 120 millones de niños de 5 a 14 años de edad se encuentran en situación de trabajo infantil; en este grupo de edad, las niñas tienen más posibilidades de ser explotadas y de no acudir al colegio. La persistencia del trabajo infantil tiene sus raíces en la pobreza, la falta de trabajo decente para los adultos, la falta de protección social y la incapacidad para asegurar la asistencia de los niños a la escuela hasta la edad mínima legal de admisión al empleo. 





Un gran número de niños y sobre todo de niñas hacen trabajos domésticos, remunerados o no, en los hogares de terceras personas. Sus vidas transcurren ocultas a la mirada de la sociedad y lo habitual es que se encuentren aisladas y alejadas de sus familias. Por ello, estas menores son particularmente vulnerables a la explotación y las historias de abuso son muy frecuentes.




Conviene resaltar que existen formas de esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y la trata de niñas/os, la servidumbre por deudas y la condición de siervo/a, y el trabajo forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niñxs para utilizarlos en conflictos armados. Además de la utilización, el reclutamiento o la oferta de niñxs para la prostitución, la producción de pornografía o actuaciones pornográficas.








En 2002, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) declaró el 12 de junio como Día Internacional contra el Trabajo Infantil con el propósito de dar a conocer el alcance del problema y promover iniciativas para resolverlo, con la participación de los gobiernos, las empresas, los sindicatos, la sociedad civil, y todas y cada una/o de nosotras/os.




Este año, en el Día mundial contra el trabajo infantil se hace un llamamiento a favor de una educación de calidad, gratuita y obligatoria para todos los niños y niñas hasta por lo menos la edad mínima de admisión al empleo y emprender acciones para llegar a aquellos niños y niñas actualmente en situación de trabajo infantil; nuevos esfuerzos para asegurar que las políticas nacionales sobre trabajo infantil y educación sean coherentes y eficaces y políticas que garanticen el acceso a una educación de calidad e inversiones en personal docente.