El
Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) insta a destinar más recursos
para garantizar la salud y la educación de las niñas de 10 años, ya que ello
redundará en un mundo más equitativo y rico económicamente.
El
director ejecutivo, Babatunde Osotimehin, subrayó que "esta es la
generación más olvidada y expuesta a riesgos", en la presentación en
Londres del informe "Estado de la población mundial 2016", que se centra
en ese grupo demográfico.
En
algunas partes del mundo, las niñas de
esta edad "gozan de posibilidades ilimitadas" y "empiezan a
tomar decisiones que afectarán a su educación y, más tarde, a su vida
laboral".
Pero
en otros países, "una niña que atraviesa la pubertad empieza a ser vista
como un objeto que puede ser comprado, vendido o intercambiado"
"Impedir
que una joven tenga una transición segura y sana de la adolescencia hacia una
edad adulta autónoma y productiva es una violación de sus derechos
humanos", manifestó este experto en sanidad pública.
El
UNFPA pide apoyo a la comunidad internacional para asegurar que las jóvenes de
10 años en países en desarrollo puedan alcanzar su potencial, sin verse
lastradas por matrimonios forzados, trabajo infantil o prácticas como la
mutilación genital.
Esta
franja de edad, en la que se inscriben 65 millones de niñas, un 60 % de ellas
en Asia, se considera tanto de alto riesgo, por ser el preámbulo de la
pubertad, como crítica para el futuro de las menores.
Esta
agencia de la ONU, que tiene representación en todos los países, subraya que, a
los 10 años, una niña "puede ser obligada a casarse, sacada de la escuela
o se espera que empiece a tener hijos y viva una vida de servidumbre".
De
un total de 125 millones de niños y niñas de 10 años en el mundo, ellas tienen
menos probabilidades que ellos de acabar el colegio y más riesgo de padecer
problemas de salud mental y física, afrontar matrimonios forzados, trabajo
infantil, mutilación genital u otras prácticas que vulneran sus derechos
humanos.
Las
niñas están en especial situación de riesgo en países en conflicto, donde,
junto con otras dificultades derivadas de su género, pueden enfrentarse a
violaciones.
"El
UNFPA trata de ofrecer protección a las mujeres en países como Siria o Nigeria,
donde están amenazadas por (el grupo islamista) Boko Haram", explicó el
director ejecutivo.
Osotimehin
dijo que también se asiste a las refugiadas de esos conflictos, que a menudo
dan a luz en campamentos y que afrontan la negativa de ciertos países
receptores "a registrar a esos bebés para no darles la ciudadanía".
"Esto
significa que estxs recién nacidos no tienen estatus legal ni derechos",
afirmó.
El
responsable del UNFPA alertó de que, si no se toman medidas ahora para apoyar
en particular a las niñas de 10 años en todos los aspectos, puede que no se
cumplan los objetivos fijados en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible
de la ONU, que aprobaron los líderes mundiales en 2015.
Algunas
de las medidas que podrían adoptarse son:
-Prohibir las prácticas dañinas, como las
mutilaciones
-Prohibir matrimonios forzosos
-Proveer
ayudas económicas a las familias más pobres para sufragar la escolarización de
sus hijas.
-Formar en aspectos básicos de la vida
- Darles educación sexual
ajustada a la edad
El
UNFPA sostiene que la economía de los países en desarrollo podría beneficiarse
de 21.000 millones de dólares adicionales si se invierte para que las niñas en
esa edad clave completen su educación secundaria, pues esto les dará acceso a
trabajos mejor pagados en el futuro.
"De
la manera en que invertimos y apoyamos a las niñas de 10 años hoy, dependerá
cómo será el mundo en 2030", afirmó el responsable del UNFPA.