"La
violencia no es inevitable. Es una elección. Nosotras elegimos la no violencia,
como medio y como fin. Liberaremos la fuerza de las mujeres y, en colaboración
con hombres de igual parecer, crearemos un mundo justo y armonioso".
Convencidas
de que el logro de la paz, la igualdad y la justicia para todos/as eran
objetivos inseparables, 1.136 mujeres de distintas culturas e ideologías
procedentes de doce países se reunieron el 28 de abril de 1915, en La Haya en el
"I Congreso Internacional de Mujeres" bajo la presidencia de la
estadounidense Jane Addams.
Nueve
meses después del comienzo de la I Guerra Mundial esas Mujeres pacifistas desafiaron
todos los peligros y obstáculos del
escenario bélico, para buscar de la paz.
Debatieron y denunciaron el horror de la guerra. Durante cuatro días elaboraron
estrategias de paz e intentaron encontrar un mecanismo de mediación inmediato
para detener la matanza. Propusieron varias iniciativas para construir una paz
permanente con justicia.
El
Congreso fue el inicio del movimiento internacional de mujeres por la paz y el inicio del feminismo pacifista y
antimilitarista con vocación internacional. Y sobre todo fue el origen de la
Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF). Una organización
a través de la cual las mujeres:
-
pudieran
identificar y erradicar las causas profundas de la guerra y trabajar por la paz
-
garantizar la
inclusión de los mujeres en los procesos de construcción de paz
-
defender los
derechos de las mujeres y los derechos humanos
-
y promover la
justicia social, económica y política.
La
Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad cumple 100 años. Es la organización pacifista
feminista más antigua del mundo. Y aunque ha pasado un siglo la necesidad de
abordar el fenómeno de la guerra y la violencia desde una perspectiva
feminista, pacifista y emancipadora sigue manteniendo la misma vigencia. No hay
que olvidar que pese a los grandes logros, la guerra sigue afectando de forma
desproporcionada a las mujeres. El 80% de los aproximadamente 50 millones de
personas refugiadas que existen en el mundo son mujeres mientras que únicamente
el 4% de los acuerdos de paz llevan la firma de alguna mujer, pues tan solo un
22% de los miembros de parlamentos en todo el mundo son mujeres.
WILPF
cuenta entre sus mujeres con tres Premios Nobel de la Paz: Jane Addams, primera
Presidenta, que fue galardonada en 1931, Emily Greene Balch, que recibió el
Premio en 1946 y Alva Myrdal, en 1982.
Mujerícolas les ha dedicado una
entrada a todas ellas. http://goo.gl/2mqYRO