Según el testimonio de Amnistía Internacional en
Irán existe una larga lista de discriminaciones por ser mujer:
El
testimonio judicial de una mujer vale la mitad que el de un hombre, y la
indemnización que se paga por matar o causar daños a una mujer es la mitad de
la que se establece por un hombre.
La
edad de responsabilidad penal es de nueve años en las niñas y 15 en los niños.
No
se penaliza la violación dentro del matrimonio, se considera que la mujer debe
cumplir sus "deberes conyugales".
El
adulterio, por el contrario, se castiga con lapidación y las relaciones
sexuales entre mujeres con penas de 100 latigazos.
El
número de mujeres que acceden a la educación superior se ha reducido. En 2012,
por ejemplo, en 36 universidades se prohibió que las mujeres se matricularan en
estudios como ingeniería, contabilidad, química, ciencias políticas o lengua y
literatura inglesas.
A
todo ello, hay que sumar el control sobre la indumentaria. Un estricto código
que obliga a las niñas mayores de siete años a asistir a la escuela con
pañuelos y uniformes que cubran su cabeza, cuello, brazos y piernas.
Por
si todas estas discriminaciones fueran poco la
vida de las mujeres iraníes empeorará. Los derechos de las mujeres
iraníes se verán mermados tras la
aprobación de dos proyectos de ley que pretenden imponer la procreación
obligatoria para incrementar la población. El gobierno quiere convertirse en una potencia regional y
calculan en 150 o 200 millones el número de personas necesarias para tener más
fuerza militar.
Las
leyes propuestas harán que las mujeres
sean consideradas máquinas de procrear
en lugar de seres humanos con los derechos básicos a decidir sobre su propio
cuerpo y su propia vida y consolidarán prácticas discriminatorias.
Reducen
el papel de la mujer en la sociedad al de madre y esposa obediente y harán
retroceder décadas los derechos de las mujeres y niñas de Irán. Las mujeres
sean tratadas como ciudadanas de segunda.
Para
conseguirlo el Proyecto de Ley 335 sobre población y exaltación de la familia:
Animará
a las jóvenes a casarse a una edad más temprana.
Eliminará
la financiación de los programas de planificación familiar impidiendo el acceso
a información y medios anticonceptivos modernos y asequibles.
Prohibirá
métodos como la esterilización voluntaria.
A la hora de cubrir determinados puestos de
trabajo, establecerá estas prioridades: primero, los hombres con hijos;
segundo, los hombres casados sin hijos; después, las mujeres casadas con hijos.
Prohibirá
la contratación de solteras como docentes en escuelas públicas y privadas y
establece el matrimonio como requisito para obtener una licencia del Colegio de
Abogados.
Además
la nueva ley dificultará todavía más el divorcio.
(*)Imágenes
de Persépolis. La historia
autobiográfica de la iraní Marjane Satrapi, la historia de cómo creció en un
régimen fundamentalista islámico que la acabaría llevando a abandonar su país.
El cómic empieza a partir del año 1979, cuando Marjane tiene diez años y desde
su perspectiva infantil es testigo de un cambio social y político que pone fin
a más de cincuenta años de reinado del sha de Persia en Irán y da paso a una
república islámica.
Mujeres iraníes antes de la Revolución Islámica |
En estas dos fotografías se puede ver la evolución de las Mujeres Iraníes antes y después de la Revolución Islámica lo que nos recuerda que la Historia del Progreso y las Libertades no siempre va hacía delante.
Mujeres iraníes tras la
Revolución Islámica
|
Por
eso hay que luchar todos los días, por todas las mujeres y por todos los derechos