Para
Silvia Federici el matrimonio es un sistema fundamentalmente laboral, "es el
medio por el cual el capitalismo hace trabajar a las mujeres para que
reproduzcan su fuerza de trabajo obrero. El salario es la medida para conformar
la familia, porque es ahí donde se obliga a las mujeres a reproducir
trabajadores". "Yo creo que cuando se ve esto se comprende por qué se puede
hablar de un patriarcado del salario, porque el salario toma el trabajo de la
mujer y también la controla a ella".
Todo
esto se hace invisible por lo que se llama amor. El capitalismo también se ha
apropiado y ha manipulado la búsqueda de amor, de afectividad y de solidaridad
entre todos los seres humanos; lo han deformado, usándolo como una medida para
extraer trabajo no pagado. Por eso, según Silvia Federici “Eso que llaman amor, nosotras
lo llamamos trabajo no pagado”. “Por amor se limpia y se cocina, todo se hace
por amor. Confunden amor con un servicio personal.
El
"amor" es un sistema que obligaba a muchas mujeres que no tenían posibilidades de
supervivencia a casarse. El matrimonio era para ellas como conseguir un empleo.
Casarse significa obedecer, hacer trabajos domésticos. El hombre las va a mantener.
Les va a dar una posición social. Pero
en el matrimonio un hombre puede golpear. En el matrimonio se presume que el
hombre compra el cuerpo de la mujer que siempre tiene que estar a su disposición.
Para Silvia Federici hay
que hacer una revisión del amor romántico. “La causa de tanta pena de las
mujeres y su sentido de valor depende de si estas o no casada, si un hombre te
quiere o no te quiere. Yo he visto muchas veces, que aunque a un hombre no lo
aman tanto, cuando acaban las relaciones, las mujeres se sienten desvalorizadas
y con penas”.
"Es
importante comprender- añade- que el conflicto que se produce en el trabajo asalariado
y el trabajo no asalariado, crea una jerarquía laboral y se crea una
naturalización de la explotación de la mujer. Por eso creen que el trabajo
doméstico pertenece a la naturaleza de la mujer y contra eso es lo que hay que
luchar. A veces se piensa que si se lucha contra el trabajo doméstico se es una
mala mujer, que no ama a su marido, etcétera. Y no se trata de eso, el trabajo
doméstico es un sistema de explotación que usa el amor. Usa las relaciones entre
hombres y mujeres".(*)
(*)Resumen de una
entrevista hecha a Silvia Federici por Gladys Tzul Tzul “Lo que llaman amor,
nosotras lo llamamos trabajo no pagado”