Un estudio sobre 'Los estereotipos de género en la
publicidad', que ha publicado el Consejo Audiovisual de Andalucía, tras
analizar los 100 anuncios más emitidos en las principales cadenas de televisión
españolas, ha concluido que el 30 por ciento de los anuncios contienen
estereotipos. Y son las mujeres las que se llevan la peor parte. El 87 por
ciento de estos prejuicios recaen en ellas. La buena noticia es que la mayoría
de la publicidad está libre de imágenes estereotipadas y que estos se
concentran especialmente en cuatro áreas: belleza e higiene, limpieza,
alimentación y salud.
En la publicidad, las mujeres son las que aparecen como
únicas responsables de las tareas del hogar y del cuidado de los hijos. De
hecho, el 41% de los anuncios estereotipados se presentan en el entorno
doméstico.
Cuando se anuncia un champú o un gel es frecuente que sea
una joven la que aparece en la ducha o aplicándose una crema frente al espejo.
Y es que el de la belleza y la higiene es otro de los campos especialmente duro
con las mujeres, que aparecen llenas de imperfecciones que desean disimular o
preocupadas por las arrugas o el aumento de peso.
Los datos en el área de la salud también son significativos.
El informe alerta también de que los dolores y enfermedades tienen casi siempre
rostro femenino, aunque en la realidad afecten a los dos sexos por igual.
Por otra parte, estos anuncios ayudan también a reforzar
conductas machistas, presentando al género femenino en posición de inferioridad
en relación al masculino o como un objeto sexual de este.
Los hombres también están estereotipados aunque en menor
medida. Ellos aparecen en una posición de superioridad, como cabezas de familia
o resaltando su poder de seducción. Ellos aparecen mucho más en pantalla si el
producto que se quiere vender al consumidor está relacionado con la tecnología.
Cuando los anuncios tienen que ver con la paternidad o
maternidad, aparecen el doble de mujeres que hombres, un dato que se invierte
cuando se trata de que el anuncio lo protagonice un profesional, que dos de
cada tres ocasiones es un hombre.
Entre los 100 anuncios analizados, el 32% están
protagonizados por mujeres y el 15 por ciento solo por hombres. Pero el dato
más revelador está en la edad. La inmensa mayoría de ellas (85 por ciento) son
jóvenes, mientras que la cifra baja al 61 por ciento en el caso de los varones.
Esta tendencia apunta a la discriminación de la mujer mayor en la publicidad,
cuya presencia es casi irrelevante.