La ficción en general
no representa a las mujeres del siglo XXI, ya que los roles femeninos siguen
muy estereotipados. Los roles femeninos en el audiovisual siguen igual o peor y
hay que que conseguir que el audiovisual
sea más representativo de la riqueza y diversidad que hay en la sociedad.
Hay poco cine pensado por mujeres. Se demanda más miradas para
poder captar esa diversidad.
Seguimos reproduciendo personajes estereotipados en todos
sus ámbitos, emocionales, laborales, sociales o relacionales.
Las mujeres tienen que contar historias invisibles. Todas
las mujeres de entre 40 y 60 han desaparecido del audiovisual. Esa ficción no
nos ayuda a avanzar como sociedad, ni a los hombres ni a las mujeres.
Seguimos siendo pocas directoras, productoras y guionistas. En
los últimos 10 años la presencia femenina en el panorama audiovisual no ha
cambiado mucho, en el sentido de que sigue siendo poca a efectos de números.
Las directoras siempre han defendido que el cine de mujeres no
es un género, sin embargo las etiquetas siguen funcionando.
Llama la atención la cantidad de temas que no se
representan, ya que hay muchas cosas que se pierden y por
ejemplo en literatura y en cine apenas está reflejada la relación hija y madre.
En muchas ocasiones los papeles femeninos son "una
imagen que tiene el hombre de la mujer", por lo que tiene que haber más
directoras que muestren su visión.
Hay que alertar sobre la vulgarización tan grande de la mujer en
la televisión actual, lo que puede influir muchísimo en las mujeres menores. Acabar
con eso debe ser una guerra a ganar desde todas las perspectivas y también con
el apoyo de los hombres.
Las dificultades de financiación que encuentran los
proyectos cinematográficos impulsados por mujeres son enormes.
Ser tan pocas directoras afecta directamente a los
contenidos. El problema se debate ya a nivel internacional y
reclamamos que se apoye de forma notable a las productoras mujeres, porque de lo
contrario no se podrá cambiar la situación.