Para aclarar algunas dudas sobre lxs
que creen que el feminismo es un movimiento en contra de los hombres o lo
contrario de machismo, hablamos con varias mujeres feministas, para que nos
dijeran qué cosas consideran que los hombres deben aprender sobre el tema.
1. El feminismo no excluye a los
hombres
“Las feministas sabemos que no
todos los hombres son iguales. Sin embargo, defenderte como la excepción
tampoco ayuda en nada. Reconocer tu privilegio y ser un aliado, sí. Ser aliado
significa sentarse y escuchar las experiencias de los demás, ya que por el
hecho de que eres hombre, lo más seguro es que has tenido privilegios, que no
pediste y ni has notado. Escucharnos y entendernos hace que todos seamos más
fuertes. El feminismo no excluye a ningún género, se trata de igualdad de
derechos, que todos podamos hacer con nuestros pensamientos, cuerpos y demás lo
que queramos. El movimiento no busca solo mejores oportunidades para las
mujeres, busca igualdad en cuanto a género, etnia, identidad sexual,
características físicas y emocionales. Ser parte de una causa, como el
feminismo, significa estarse cuestionando frecuentemente sobre las conductas y
comportamientos tuyos y de los demás. El patriarcado se mete en los lugares más
recónditos de uno mismo. Por eso, hay que estar en constante vigilancia” Andrea
Rodas, 29 años.
2. Favorece a los hombres
“Creo que existe mucha
desinformación sobre el feminismo. Muchos creen que las feministas somos
mujeres furiosas con la vida y con los hombres o que nos creemos superiores y
queremos sacar ventaja. También, piensan que todas somos lesbianas. No hay nada
más alejado de la verdad. El feminismo no tiene que ver con las tendencias
sexuales o el género. De hecho, el movimiento feminista simplemente conforma a
personas que quieren lograr igualdad de derechos para hombres y mujeres. Del
mismo modo que una mujer puede ser machista, que lastimosamente no son casos
aislados, un hombre puede ser feminista, porque es una cuestión de pensamiento.
El movimiento favorece a los hombres, porque derriba prejuicios y costumbres
obsoletas, como lo de ser el sustento del hogar, que no deben llorar o mostrar
sus sentimientos. El feminismo es un movimiento orgánico. Es decir, que cambia
con el tiempo y sus necesidades mutan. También, es distinto en espacios
geográficos. Por ejemplo, en Latinoamérica, aún hay mucho machismo, que frena
el desarrollo de la población femenina. No estudiamos, nos casamos jóvenes,
ganamos menos, no hay empoderamiento, sufrimos de acoso y no se nos considera
iguales” Claudia Huerta, 32 años.
3.La friendzone no existe
“El feminismo no es antihombres.
Repito, el feminismo no es antihombres. El feminismo es antipatriarcado y
antimachista. Pienso que lo más importante que los hombres deben aprender del
feminismo es a desaparecer las ideas sobre lo femenino y masculino. ¿Cómo?
Cuestionándose, informándose y siendo aliados, en vez de mandarnos a la cocina
o llamarnos feminazis. Además, entender que no se trata de una guerra de superioridad.
La masculinidad es un concepto fantasioso, que reafirma el machismo que todos
hemos aprendido en la sociedad. El mundo no está dividido entre los hombres ‘de
verdad’ y los hombres falsos. Insultamos a otros hombres diciéndoles niñas,
cuando lloran o muestran debilidad. ¿Qué es lo que está tan mal con lo
femenino, que para otro hombre se vuelve un insulto? Los hombres deben aprender
a identificar sus privilegios y usarlos para ser aliados de las mujeres, en vez
de ser cómplices del sistema. En Guatemala, nacer hombre te asegura más
probabilidades de recibir educación, en vez de quedarte en casa ocupándote de
las tareas del hogar, de tener un empleo aunque tengas hijos. Muchos
empleadores prefieren no contratar a una madre de familia para ocupar puestos
gerenciales o no le pagan lo mismo que a un hombre. Es un privilegio poder
caminar en la calle, sin tener que soportar acoso, tocamientos no consentidos,
miradas, insultos y hasta violaciones. Estamos acostumbrados a esperar cosas a
cambio de las mujeres. Las mujeres no deben atención a los hombres. No importa
si no contestan tus mensajes, aceptan que pagues su cena o cosas. Aunque un
hombre sea lindo o la mejor persona de este mundo, si a una no le gusta, no le
gusta. La friendzone no existe, ninguna mujer le debe reciprocidad a ningún
hombre que no le gusta. Otra cosa que deben aprender es que muchos creen que
algunas mujeres son ‘putas’ y otras ‘para casarse con ellas’. Desde pequeñas
aprendemos que nuestro valor reside en la belleza y pureza. Las mujeres, como
seres vivos, también tenemos hormonas, ciclos y experimentamos deseo sexual. El
problema es que nos han enseñado que el sexo nos quita valor. Mostrar deseo
sexual nos hace ver mal, histéricas, desenfrenadas y locas. ‘Puta’ no es un
insulto. Llamar a alguien más así, solo indica los prejuicios de la persona que
lanza el insulto. La enseñanza más importante es aprender a valorar a la mujer
porque es un ser humano, no porque se acueste contigo, sea tu mamá o hermana,
no porque sea bonita o haga los oficios domésticos” Silvia Selassie, 27 años.
4. Las relaciones son más
enriquecedoras
“El feminismo no es la
contraparte del machismo. Es pedir igualdad de derechos. Este movimiento no es
una amenaza, sino una puerta a las relaciones más enriquecedoras. Necesitamos
más hombres feministas. Una mujer feminista es una compañera de vida más interesante.
El feminismo vino para quedarse” Elizabeth Rojas, 44 años.
Texto: Mynor Véliz