Ellen Key (Sundsholm, 11 de
diciembre de 1849 – Estocolmo, 25 de abril de 1926). Feminista, pedagoga y
escritora sueca. Su campo de acción se dirigió principalmente a la ética, la
educación y la vida familiar.
Defensora del sufragio femenino
luchó para que las mujeres suecas tuvieran los mismos derechos que los hombres,
por eso sus trabajos se enfocaron principalmente sobre la educación, la
libertad personal, y el desarrollo independiente del ser individual.
Key fue criada en una atmósfera
rígidamente cristiana, pero mientras crecía, comenzó a cuestionarse sus ideas. A
partir de 1879 sus ideas cambiaron con las
lecturas de autores como Charles Darwin, Herbert Spencer Thomas
Henry Huxley y Ernst Heinrich Haeckel, el filósofo y biólogo alemán. El
principio de la evolución de las especies, que Ellen Key había comenzado a
aceptar, fue una gran influencia en sus puntos de vista sobre la educación.
Trabajó como profesora hasta
1900, cuando debido a la importancia que adoptaron sus ideas, comenzó a dar seminarios
y conferencias en Suecia y en otros países.
A mediados de la década de 1870, Ellen
Key comenzó su carrera como escritora con ensayos literarios. Más tarde sus
escritos se enfocaron hacia la lucha social y la libertad de expresión.
Su panfleto En Libertad de Expresión
y Publicación (1889) tuvo gran difusión.
Entre sus trabajos más conocidos
figuran: Individualismo y Socialismo (1896), Imágenes del Pensamiento (1898), Seres
Humanos (1899), Las Líneas de la Vida (1903 –
1906),Amor y Matrimonio (1903),El Movimiento Feminista (1912),La Generación
Joven (1914),Guerra, Paz, y el Futuro (1916).Neutralidad de las Almas (1916)
Su labor como pedagoga fue
ampliamente reconocida. Sus libros y artículos más reconocidos son: Una
Declaración en Coeducación (1888), Asesinando el Alma en las Escuelas (1891),
Educación (1897), Belleza para Todos (1899) donde Key aboga por el desarrollo del
sentido estético entre lxs niñxs, pues consideraba la belleza del arte como
parte esencial para la elevación de la humanidad.Pero sobre todo destaca El Siglo de los Niños (1900)
El siglo de los niños (*)
Buena parte de la Pedagogía
moderna reconoce, entre sus fuentes principales, la obra El siglo de los niños
publicada en 1900 por Ellen Key.
Ideas tales como buscar la personalidad del
niño, reconocerle un ámbito de libertad para aprender, despenalizar el error,
incorporar a los padres en la labor educativa, implicar al Estado en la
enseñanza, crear escuelas mixtas, suprimir el castigo y otras líneas semejantes,
nos parecen hoy muy normales y están incorporadas en multitud de sistemas
educativos así como en los programas de la UNESCO y de otras instituciones
vinculadas a la infancia. Muchos de los tratados doctrinales en que se basan
suelen citar la obra de Key como punto de arranque.
A los niños de su época se les consideraba
como adultos en pequeño (incluso en el vestir); las doctrinas anteriores se
despreocupaban de los menores, entendiendo que había un determinismo religioso
(por el pecado original y el castigo por las culpas de los padres), o incluso
genético (por los estudios sobre la evolución, la fisiognomía y otros). Ellen
Key no quiso seguir esas vías y buscó una propia, no exenta sin embargo de
referentes del XVIII tales como Rousseau o Goethe.
Rousseau, en obras como El Emilio, había
propugnado una educación que reconociera la bondad del estado natural del ser
humano, de forma que lo necesario era extraer del menor aquellas bondades que
de antemano portaba, en lugar de enterrarlas bajo una montaña de preceptos
perniciosos. Goethe reflejó sus ideas sobre educación en obras como Los años de
Aprendizaje de Wilhelm Meister, poniendo el acento en un humanismo que elevara
el espíritu del niño hasta dotarle de un saber propio y una responsabilidad
sólida. Esenciales las referencias a la belleza como elemento formativo, en
consonancia con otras teorías del XIX pensadas para adultos (Ruskin, William
Morris) que hablaban de la estética como factor de redención social.
El
siglo de los niños, tras su aparición fue inmediatamente traducido a numerosas
lenguas y ampliamente difundido. Su autora veía al siglo XX como el de la
eclosión de los derechos del menor. A la vista de la evolución del siglo y de
algunos de sus desastrosos episodios, el balance no fue tan luminoso como
esperaba Key, pero no cabe duda de que, en los sistemas más avanzados, sus
ideas parecen ya irrenunciables y, además, tenemos todo un siglo XXI para
consolidarlas.
(*)juguetessomosnosotros.com/educacion/pedagogia/el-siglo-de-los-ninos-de-ellen-key/