La
Inglaterra victoriana, era una sociedad en la que las mujeres carecían del
derecho de sufragio y del derecho a litigar en un juicio. No podían poseer
bienes propios. Las mujeres pasaban al
casarse a ser propiedad de sus maridos. A partir de ese momento, las mujeres
casadas estaban sometidas sexualmente al deseo de los hombres con los que se habían
casado, sin que ellas pudieran
rechazarlos. Su vida se reducía a cuidar de la casa, de los hijos y del marido.
Pero
para algunas una máquina insignificante a la que muchos llamaron 'máquina del
diablo' se convertiría en “la máquina de la libertad”: La bicicleta
En
la década de 1890 la bicicleta comenzó a fabricarse en forma masiva y occidente
vivió el primer gran auge global de ciclismo urbano. Según publicaba la revista
Munsey “Para los hombres, la bicicleta en
sus comienzos era un mero juguete, pero para las mujeres, se traba de un corcel
con el que poder cabalgar hacia un nuevo mundo”. Las mujeres jóvenes y más
osadas, aventureras y atrevidas, vieron en la bici un símbolo de independencia
y libertad.
Tanta
independencia y libertad les dio a las mujeres la bicicleta que la feminista y
líder del movimiento estadounidense de los derechos civiles Susan B. Anthoy
describió en una entrevista de 1896 para el New York World que la bicicleta
había hecho por la emancipación de la mujer más que ninguna otra cosa en el
mundo.
Y
¿por qué fue tan importante la Bicicleta para las Mujeres? Porque:
La
bicicleta supuso una “Revolución” sobre
el estereotipo femenino, ya que a las mujeres
se las consideraba incapaces para el ejercicio físico.
La
bicicleta les dio una mayor y más rápida movilidad sin tener que depender de un
hombre. Las mujeres pudieron abandonar sus casas, sus barrios y aventurarse a
otros espacios y descubrir que había vida fuera de las cuatro paredes de la
casa. Gracias a esa “máquina infernal” consiguieron una independencia
inesperada.
La
bicicleta las ayudó, entre otras cosas, a cambiar de indumentaria. Las mujeres
estaban constreñidas física y psicológicamente bajo los corsés y las enaguas. La bicicleta provocó la necesidad de usar vestimentas
cómodas. Las mujeres abandonaron el corsé
y las largas faldas, para adoptar otras nuevas, como un práctico
pantalón-pollera que rompió completamente con lo que era esperado de la
vestimenta femenina de la época. Los
bombachos, las medias de lana y los zapatos de encargo fueron una liberación para ellas.
La
bicicleta hizo que las mujeres fueran vestidas casi como ellos, con pantalones y el
cambio de indumentaria cambió el
concepto de “feminidad”.
La bicicleta consiguió que se desafiara a la moral de una época que hasta
ideó 'sillines higiénicos' duros y sin apenas relleno para que no hubiera
estimulación sexual alguna con el traqueteo.
La
bicicleta trajo aparejado el debate
moral que cuestionó por completo el rol de las mujeres en la sociedad, sobre
todo en las ciudades. Las mujeres empezaron a verse a sí mismas más libres, más
independientes. Las vanguardistas que
pertenecían a la clase media empezaron a introducirse en el mundo laboral. Poco a
poco, este ejército de 'ciclistas' independientes y luchadoras logró dejar
atrás los días en que los hombres eran la exclusiva mano de obra en el comercio
y las profesiones liberales.
La
bicicleta está ligada al movimiento de lucha por los derechos igualitarios
entre hombres y mujeres.
La
bicicleta transformó fuertemente la vida social, y se evidenció fuertemente en la vida de las mujeres en los
valores universales y en las costumbres. La bicicleta hizo posible el
nacimiento de la “Nueva Mujer”. Una
mujer que dejó atrás los vestidos y comportamientos paralizantes del pasado. Y emprendió
el camino de libertad e igualdad de
derechos con los hombres
En
este contexto F. J. Erskine escribió en 1897 'Damas en bicicleta' una guía de
comportamiento para las damas que quieran montar en bicicleta sin perder la
compostura. Con el significativo subtítulo de "Cómo vestir y normas de
comportamiento". Erskine, da consejos desde la indumentaria, "utilizar ropa
interior de lana apropiada, evitar pasear en bicicleta por las calles
abarrotadas de la ciudad, comprar un buen freno de mano y utilizarlo hasta del
mantenimiento de la bicicleta", pasando por consejos para viajar al extranjero,
cómo subir montañas o los aspectos sociales del ciclismo. Nos dice”: El éxito
ciclista está asegurado si se toma un desayuno temprano y moderado, se viste
"una falda de singular corte y confección, ingeniosamente preparada para
que cuelgue vistosa y ampliamente a los lados del sillín" y se lleva
encima una loción de ácido bórico con la que calmar las picaduras de bichos
rastreros o voladores. Y por si la dama de la bicicleta tiene sed en algún
momento de su excursión, lo mejor es "llevarse una discreta petaca con
vino y agua de modo que podamos pasar el día con tranquilidad y sin depender de
nadie". Y añade para justificar la pasión por la bicicleta:"Si ellas
trabajan, y a fe que lo hacen ya miles de mujeres en nuestro país, es justo que
tengan las mismas oportunidades que los hombres de disfrutar de un poco de
aire".