Las mujeres trabajadoras siguen
sufriendo de manera más contundente la explotación, la desigualdad y la
pobreza.
Las reivindicaciones
laborales, entre ellas la igualdad salarial, por la que tanto han luchado,
apenas ha avanzado. Las mujeres tendrían que trabajar 79 días más que los
hombres para ganar lo mismo que ellos en un trabajo igual o de igual valor.
La
brecha de género se agranda en países con grandes diferencias de salarios y
poca oferta de guarderías
Hay
más mujeres con estudios superiores entre la población de jóvenes de 25 a 34
años de edad, pero hay más hombres que obtienen un trabajo con ese nivel de
titulación mientras ellas acaban engrosando más a menudo las listas del paro.
Solo
en Holanda hay trabajando tantas mujeres de 25 a 34 años cualificadas como
hombres. Y del, otro lado, solo en México y Turquía el porcentaje de alumnos
con estudios superiores (universitarios y FP) sobrepasa al de alumnas.
Esa
diferencia entre la preparación académica y el empleo está estrechamente
relacionada con la escasez de servicios para atender a los hijos, como las
guarderías, o las deferencias habituales de salarios entre hombres y mujeres.
Las
diferencias de género relacionadas con el mercado laboral podrían ser el
resultado de que hay más mujeres que se quedan fuera de la fuerza de trabajo,
probablemente debido a los papeles tradicionales en lo que respecta a la unidad
familiar. Las madres se quedan en casa tras dar a luz (frente a los
varones) especialmente, en países con amplias brechas salariales y con una
oferta de servicios limitada para el cuidado de los niños.
Si
una pareja española tiene un hijo, el permiso de maternidad es de 16 semanas
frente a dos para el padre. Ahí empieza la diferencia. Eso supone que en España
se establece un mensaje de desigualdad
ante un nacimiento, el factor que más
influye en lo profesional en las edades más productivas y que se enfoca como un
asunto que se resuelve en el ámbito privado. Equiparar los permisos a ambos
progenitores sería el primer paso efectivo.También habría que mejorar la red de escuelas
infantiles y ampliar la jornada a tiempo parcial. En Holanda, paradigma de la
igualdad, tres de cada cuatro mujeres trabajan a tiempo parcial.
La
brecha del empleo es menor en los países donde se facilita la conciliación. España
está a la cola, como la mayoría de los países del sur de Europa
Además,
en España la situación de las mujeres ha
empeorado en tres años. La crisis se ceba con las mujeres. Las científicas y
técnicas cobran un 30% menos de salario que sus compañeros. El paro de los
titulados españoles triplica la media de la OCDE
Solo
el 66% de las mujeres están empleadas en comparación con el 80% de los hombres.
Y la horquilla crece conforme se rebaja el nivel de preparación educativa. La
diferencia ronda los 20 puntos porcentuales en el caso de estudios primarios
—65% para hombres y 45% para mujeres—; sobre 15 puntos entre hombres y mujeres
hasta la educación terciaria (80%, ellos frente al 66% de mujeres) y 10 puntos
entre mujeres y hombres con estudios superiores (88% frente a 79%,
respectivamente).
En
España, el salario medio anual femenino representa el 76,1% del masculino,
según recoge la última encuesta anual de estructura salarial (del INE)
publicada en junio de 2014 pero con datos de 2012. En salario anual la
diferencia es de 6.145 euros —entre los 25.682 de ellos y los 19.537 de ellas—
pero supera los 9.000 euros en puestos de gerencia y se queda en 5.149 en el
caso de técnicos y profesionales científicos e intelectuales.