El 17 de mayo se celebra El
Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia para conmemorar la
eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales por parte
de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Su
objetivo principal es el de coordinar todo tipo de acciones que sirvan para
denunciar la discriminación a la que están sometidos los homosexuales,
lesbianas, bisexuales y transexuales y para hacer avanzar sus derechos en todo
el mundo.
El mundo se divide entre
países que persiguen la homosexualidad y los que la reconocen y amparan los
derechos de gays y lesbianas. Pero en unos y otros persiste el odio hacia las
relaciones entre personas del mismo sexo.
En la actualidad, más de 70
países en el mundo criminalizan la homosexualidad y condenan los actos sexuales
entre personas del mismo sexo con penas de prisión. En países como Mauritania,
Irán, Sudán, Arabia Saudí y Yemen, además de en zonas de Nigeria y Somalia se mantiene para estos
casos la pena de muerte.
La discriminación basada en
la orientación sexual y en la identidad de género no está oficialmente
reconocida por los Estados miembros de las Naciones Unidas, a pesar de que
organismos de derechos humanos como el Comité de Derechos Humanos han condenado
repetidamente la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad
de género.
Desde la creación de la palabra
«homofobia» se han propuesto diversas alternativas que no tienen relación con
las fobias. «Heterosexismo» se refiere al hecho de privilegiar la
heterosexualidad frente a la homosexualidad. La teoría queer y la teoría
crítica usan los términos «heterocéntrico» y «heteronormatividad» para
referirse a conceptos similares.
Cierta literatura psicológica
ha sugerido el término «homonegatividad», reflejando la perspectiva de que los
comportamientos y pensamientos considerados homofóbicos no están basados en el
miedo, sino en una condena de la homosexualidad.
Buscando evitar tanto enfocar
la psicología individual como lo hace la «homofobia», como enfocar los factores
culturales como lo hace el «heterosexismo», el psicólogo Gregory Herek ha
propuesto el término «prejuicio sexual», para referirse a «todas las actitudes
negativas basadas en la orientación sexual, tanto si el objetivo es el
homosexual, el bisexual o el heterosexual».
La palabra «homofobia»
también se emplea a menudo junto con con otros términos que denotan
intolerancia y discriminación. Coretta Scott King afirmaba en un discurso de en
1998 que «la homofobia se parece al racismo, el antisemitismo y otras formas de
intolerancia, en que busca deshumanizar a un grupo de personas, de negarles su
humanidad, su dignidad, su individualidad».De manera similar, George Yancey, en
un texto en "Ética cristiana, hoy" asocia sexismo,
racismo, distinciones de clase y homofobia entre ellas y las contempla como
variedades de discriminación, aunque deja claro que no son idénticas.
Para dar visibilidad a otros
tipos de odio por motivos de orientación sexual, se están acuñando palabras
como lesbofobia y bifobia. Para visibilizar el odio por motivos de identidad de
género se ha acuñado la palabra transfobia.