martes, 25 de agosto de 2015

Zas! (Zero Agresiones Sexistas)






Zas! (Zero agresiones sexistas) nace desde la rabia, desde el descontento, el hartazgo. Por eso “Hasta el coño", es el lema de este grupo ciudadano que se plantó ante la violencia machista. La periodista y dj Diana Aller, la diseñadora y arquitecta Inés Aguilar, de La Casita de Wendy, la escritora Sabina Urraca y la ilustradora y animadora de dibujos Silvia Bezos se han juntado para plantar cara al feminicidio, para cuestionar los poderes que lo sustentan, para exigir medidas eficaces y protestar. Todas coinciden en los esfuerzos deben ir orientados a la educación.






Piensan que todavía estamos muy lejos de poder decir que hombres y mujeres somos iguales. “Hay una educación aún muy patriarcal en nuestra sociedad que se inocula desde niños y se aprecia en muchas cosas, en los detalles del lenguaje, en lo que esperamos de hombres y mujeres, en el trato personal del día a día, en los derechos... Es todo muy sutil, pero lo envuelve todo”.

En 2010, la OMS advertía que la violencia machista era la primera causa de muerte de las mujeres de entre 15 y 44 años en el mundo. Es parte de esta invisibilización social. El tratamiento informativo se centra en el morbo y sigue culpabilizando a las víctimas. “Los titulares dicen que las mujeres mueren, no hablan de asesinato y mucho menos de terrorismo o feminicidio. En el lenguaje subyace todo, tenemos que cambiar ya de mentalidad y empezar a visualizar el verdadero horror de esta realidad y a llamar las cosas por su nombre”.





La sociedad ve la violencia machista como un conjunto de situaciones puntuales en vez de ver un problema global y estructural. Algunas personas se niegan a sacar el común denominador y creen que los maltratadores son personas con trastornos mentales, cuando la realidad es que la sociedad alimenta un modelo que culmina, en su forma más cruel, en el maltrato y asesinato de sus mujeres.



Solo hay una solución-dicen- y es a largo plazo: educación, educación y educación. Eliminación de roles sexistas de dominación-sumisión, de las mujeres como objetos consumibles para los varones donde unas son la oferta y los otros la demanda… Y, sobre todo, la idealización del amor romántico heterosexual. Resulta muy dañina la perpetuación de ciertos estereotipos como “los trapos sucios se lavan dentro de casa” o “sus celos son porque es muy protector y me quiere”. A corto y medio plazo son necesarias nuevas políticas que persigan y condenen las agresiones, que protejan, de verdad, a las víctimas, que sean eficaces y no prescriban con los delitos. Que los gobiernos y gobernantes se posicionen, se mojen, se involucren.





Es fundamental acabar con el machismo en la política. Si los que pueden parar tantas muertes con la ley en la mano no se toman estas muertes en serio seguirán muriendo mujeres cada día. Se necesita más formación de todos los profesionales que intervienen y que, a veces, no saben evaluar e incluso cuestionan a la victima. El problema está también en las escuelas y en los hogares, en la educación, en el día a día.

Resumen del Texto de Blanca Lacasa publicado en El País