Los transportes y las aglomeraciones son el sitio perfecto para un "frotteur". Estos acosadores
sexuales se nutren precisamente de estas aglomeraciones de personas para llevar
a cabo su cometido: tocar sin ningún tipo de escrúpulo ni –por descontado–
permiso, a las mujeres que se cruzan en su camino. Habrá pocas mujeres que no
se hayan encontrado con la situación de que un individuo se pegue a ellas
“disimuladamente” aprovechando los empujones del gentío y, de ser pillado, se
excuse en que le hayan empujado. No hablamos de piropos, miradas o comentarios
fuera de tono. Hablamos de sobrepasar la raya y tocar a las mujeres. Pegarse,
acercarse y frotarse, es mucho más sencillo cuando estás rodeado de gente, y lo
saben. Activos durante todo el año, los sobones encuentran en las masas la
oportunidad para, una vez satisfecho su objetivo, escabullirse entre el gentío.
Pegarse, acercarse y frotarse, es mucho más sencillo cuando estás rodeado de
gente, y los 'frotteurs' lo saben.
Para
ellos la mujer es una cosa, es la personificación de un objeto sexual para el
placer propio sin tener en cuenta absolutamente ni sus sentimientos ni que haya
una complementariedad ni excitación por la otra parte. Además también saben que
ante la alternativa de denunciar estos abusos la realidad es que las mujeres no
van a ser escuchadas y, es más, incluso se las juzga como posibles culpables de
ir provocando cuando realmente son las víctimas.Un problema social que parte de
la educación y creencias culturales y sociológicas implantadas y que deriva en
el encubrimiento de estas agresiones por gran parte de la población que
prefiere mirar para otro lado, y al final a quien protegen es al acosador, no a
la víctima.
Para
evitar que las mujeres sean víctimas de abusos sexuales en varios países hay vagones
en el Metro exclusivamente para mujeres:
Brasil
El
sistema de tren subterráneo de Río de Janeiro comenzó a utilizar vagones sólo
para mujeres en 2006, tras varias quejas de acoso sexual. Tales vagones
circulan todo el día y no sólo durante las horas de mayor congestión.
Japón
En
este país existen los acosadores sexuales, llamados Chikan, quienes aprovechan
los momentos en que los trenes se llenan demasiado y donde todos van apretados,
para luego tocar a las mujeres indebidamente. A veces la víctima no hace
escándalo por la vergüenza y solo se queda paralizada y por eso implantaron
vagones exclusivos para mujeres, principalmente en las grandes ciudades.
Egipto
En
El Cairo por lo menos dos vagones delanteros de los trenes están reservados
para mujeres, pero el sistema de buses carece de esa facilidad. La medida
también fue tomada para evitar el acoso.
México
En
2007 en el Distrito Federal de México comenzaron a operar 13 camiones urbanos
sólo para mujeres. Se adoptó esta medida debido a los altos índices de ataques
sexuales en el transporte público. Esta decisión formó parte de la campaña
Viajamos Seguras en la que participó el Gobierno del DF y el Instituto de las
Mujeres de esa ciudad, e incluyó otras acciones como la instalación de
videocámaras y agrupamientos especiales en el Metro.En México este tipo de
disposiciones tienen su antecedente en 2004, cuando se destinaron dos vagones
del Metro para mujeres y niñxs en hora punta.
Malasia
La
empresa nacional de ferrocarriles de Malasia, puso hace un par de años vagones
exclusivos de mujeres, para evitar situaciones de acoso y ante el deseo expreso
de muchos pasajeros musulmanes. La iniciativa se estrenó en la ruta entre Kuala
Lumpur y la ciudad de Klang.
Indonesia
Los
primeros trenes con vagones reservados exclusivamente para las mujeres
empezaron a circular en el año 2010 en Indonesia para poner fin al acoso sexual
en el transporte público. Por el momento, la iniciativa se limita a 20 vagones
en una de las rutas ferroviarias entre Yakarta y la ciudad de Bogor, una de las
más transitadas en la isla de Java. Los únicos varones autorizados para viajar
en ellos son niños menores de 10 años que acompañen a sus madres.
Francia
Según
un informe de la Alta
Consejería para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, el 100% de las
mujeres han sido abucheadas,
insultadas, sobadas e incluso asaltadas sexualmente en el transporte público. Afortunadamente,
ahora los acosadores en el transporte lo van a tener un poco más difícil. El Gobierno
francés ha tomado cartas en el asunto y recuerda mediante carteles en el metro que dichos contactos pueden ser castigados con
multas de 15.000 € y cinco años de prisión.