Hasta
finales del siglo XIX, las universidades españolas prohibieron la entrada de
las mujeres. Tras autorizar en 1871 Amadeo I
mediante una Real Orden la posibilidad de que las mujeres estudiaran Medicina.
Fueron cuatro las pioneras de la Medicina en España.
En
1882, Dolors Aleu i Riera y Martina
Castells Ballespí son las dos primeras mujeres que se doctoraron en Medicina.
En
1878 se licenció Mª Elena Maseras Ribera
que fue la primera mujer en estudiar Medicina, pero renunció a examinarse de la
única asignatura que tenía pendiente para finalizar los estudios de doctorado,
por la presión a la que fue sometida por parte del profesor que impartía dicha
asignatura.
En
1895 Trinidad Arroyo Villaverde se convirtió en la primera mujer oftálmologa.
Martina
Castells Ballespí ((Lérida, 23 de julio
de 1852 - Reus, 21 de enero de 1884) .
Hija
de una extensa dinastía de médicos y debido a su precaria salud tuvo muchas
dificultades para poder acceder a los estudios.
Estudio
secundaria en Lleida y al terminar, en el año
1877, se matriculó de medicina en
la Universidad de Barcelona y realizó su examen de licenciatura en 1882.
Ese
mismo año se doctoró en Madrid con una
tesis que reivindicaba la
educación de las mujeres como un tema de actualidad y de vital importancia
(Educación física, intelectual y moral que debe darse a la mujer para que
contribuya en grado máximo a la perfección y la dicha de la Humanidad).
Fue la segunda mujer en alcanzar el doctorado. La polémica levantada por los bien pensantes de la época sobre la presencia de mujeres en las universidades, provocó la aparición, de una Real Orden que negaba el acceso a las mujeres a los estudios universitarios. Solamente aquellas alumnas que a esa fecha estuvieran dentro de la universidad, tendrían derecho a examinarse y terminar sus estudios.
Fue la segunda mujer en alcanzar el doctorado. La polémica levantada por los bien pensantes de la época sobre la presencia de mujeres en las universidades, provocó la aparición, de una Real Orden que negaba el acceso a las mujeres a los estudios universitarios. Solamente aquellas alumnas que a esa fecha estuvieran dentro de la universidad, tendrían derecho a examinarse y terminar sus estudios.
Se
casó con un médico militar y se trasladó a Reus (Tarragona), donde ejerció como
pediatra en el Hospital militar y en el
Instituto Pere Mata.
Desgraciadamente
su trayectoria profesional fue muy breve, ya que murió a los treinta y un años
al sufrir una nefritis mientras estaba embarazada.
Elena
Maseras Ribera (Vilaseca, Tarragona; 25 de mayo de 1853 - 1905).
Fue la primera mujer matriculada en la carrera de Medicina, en la Universidad de Barcelona.
Fue la primera mujer matriculada en la carrera de Medicina, en la Universidad de Barcelona.
Hija
de una familia de médicos, quiso seguir la tradición familiar. Para ello tuvo
que pedir autorización al rey Amadeo I de Saboya, que en 1871, promulgó una
Real orden que permitía el acceso de las mujeres a los estudios de medicina.
En septiembre de 1872,
Elena
Maseras fue la primera mujer que piso las aulas de la facultad, acompañada por
los aplausos de sus compañeros.
Terminó
todos los estudios correspondientes a la licenciatura en junio de 1878, y se
trasladó a Madrid para realizar el doctorado.
Pero
el hecho de que una mujer hubiera cursado la totalidad de los estudios de
medicina causó tal estupor a las autoridades madrileñas que le fue negado el
título de Licenciatura, a que, evidentemente, tenía derecho.
Finalmente
obtuvo el grado de Licenciada en 1882, pero renunció a examinarse de la única
asignatura que tenía pendiente para finalizar los estudios de doctorado, por la
presión a que se vio sometida por parte del profesor de la misma, Tomás
Santero.
Elena Maseras, que debería haber sido la primera
doctora de España, no ejerció nunca la medicina. Ante las dificultades
encontradas, aprovechó los años en los que se le impidió obtener de la
licenciatura para cursar Magisterio, profesión a la que se dedicó
posteriormente y que ejerció en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) y en Mahon
(Menorca), donde murió.
Dolors
Aleu Riera (Barcelona, 3 de abril de 1857 - 19 de febrero de 1913).
Hija
única, fue educada en casa con profesores particulares y estudio secundaria en
un instituto público de Barcelona.
Ingresó
en la Facultad de Medicina en septiembre de 1874 y terminó sus estudios en
1879, pero no obtuvo permiso para realizar el examen de licenciatura hasta tres
años después.
Ese
mismo año leyó su tesis doctoral titulada, De la necesidad de encaminar por
nueva senda la educación higiénico-moral de la mujer, en la que trataba de rebatir el argumento de la falta
de capacidad de las mujeres para los estudios profesionales, que según Aleu se
debían a diferencias en la educación.
La
lectura de su tesis doctoral tuvo lugar cuatro días después de la de Martina Castells.
Ejerció
la medicina durante 25 años y se
especializó en ginecología y medicina infantil. Fue profesora de higiene
doméstica en la Acadèmia per a la Il.lustració de la Dona.
Autora
de textos de carácter divulgativo orientados a mejorar la calidad de vida de
las mujeres, entre los que destaca
Consejos a una madre sobre el régimen, limpieza, vestidos, sueño,
ejercicio y entretenimiento de los niños.
Trinidad
Arroyo (Palencia ,26 de mayo de 1872 - 28 de septiembre de 1959 ).
Al
finalizar el bachillerato en 1888 decidió estudiar medicina, y tras numeras
negativas por parte de los estamentos universitarios, consiguió matricularse
oficialmente el 31 de diciembre de 1888, en la Universidad de Valladolid.
Trinidad
terminó su licenciatura en 1895 y un año más tarde obtuvo su doctorado en
Madrid. Decidió dedicarse a la oftalmología porque según sus propias palabras
"esta es mi especialidad, aquí hay de todo, medicina y medicina minuciosa,
delicada, detalles, cirugía de dama, y a ella le dedicaré todos mis
entusiasmos".
En
1898 se inscribió en el Colegio de Médicos de Palencia e instaló su consulta en
la casa familiar.
En
1902 se casó con un antiguo profesor suyo, Manuel Márquez Rodríguez. Ambos se
instalaron en Madrid y se dedicaron a la
Oftalmología.
Trinidad
compartió su profesión con numerosas actividades de ayuda a las clases sociales
más desfavorecidas.
Durante
la guerra civil desarrollaron, tanto ella como su marido, una gran actividad
política, lo que les obligó, al finalizar la guerra, a exilarse primero en
París y después en México. País en el que permanecieron el resto de su vida.
En
1955, Trinidad regresó a España para formalizar su testamento ante notario. Donó
toda su fortuna al Instituto de Enseñanza Secundaria de Palencia para que se
creasen becas para el alumnado pobre que
estudiase en el centro
Fuente: Wikipedia, Mujerícolas, y usuariadesactivada.blogspot.com.es