En el Día Internacional de la
Mujer queremos recordar que:
Se
dispara la feminización de la pobreza y la sobrecarga de las mujeres. Los
recortes de los servicios públicos, especialmente aquellos ligados a
proporcionar cuidados a las personas mayores y dependientes vuelven de nuevo a
ser realizados por las mujeres en el ámbito de la familia, donde las mujeres
realizan en torno al 75% de todas las horas de trabajo no remunerado, no
computable a efectos de jubilación y no visible socialmente. Las mujeres se
enfrenten a una “pobreza doble”: pobres en términos de recursos económicos y
pobres en tiempo disponible.
La
Oficina de Igualdad de Género de la OIT advierte que las políticas neoliberales
ponen en peligro los avances relativos a la igualdad en el trabajo y el hogar.
La igualdad de género está prácticamente ausente en los análisis y propuestas
anti-crisis de gobiernos e interlocutores sociales, a nivel nacional e
internacional.
Una
crisis que ha supuesto un brutal ataque hacia los DDHH de la mujer produciendo
un
•Retroceso
evidente en materia de igualdad de género en sociedades más avanzadas en esta
materia.
•Aumento
de la pobreza femenina
•Reducción
presupuestaria en prevención y educación contra la violencia de género
produciendo un aumento de ésta de acuerdo con el Consejo de Europa, ya sea
Violencia física, sexual, psicológica, económica, estructural o espiritual.
El
acceso de las mujeres a la educación y especialmente a la educación superior y
a la profesionalización, el acceso al empleo y a la actividad empresarial, las
modificaciones legales y la inclusión del principio de igualdad de forma
transversal en la normativa, la decisiva incursión de las mujeres en los
puestos de decisión y en los órganos de poder, la participación política,
cultural y social, las modificaciones en las relaciones personales y
familiares, no sólo ha beneficiado a las mujeres sino que ha tenido una
proyección a hacia la sociedad, haciéndola más igualitaria entre mujeres y
hombres, más justa, desarrollada y democrática. Este progreso imparable en
materia de igualdad de los últimos años previos a la crisis ha supuesto la
masiva incorporación de las mujeres al ámbito del trabajo remunerado, un vuelco
en la vida de las mujeres que creíamos irreversible en materia de derechos y
libertades.
Estos
logros, han significado también un avance en el cumplimiento de los derechos
humanos: igualdad, educación, empleo, vivienda, seguridad, libertad, dignidad,
etc. que constituyen la base fundamental del cambio en nuestra sociedad. Ya no
se concibe una estructura económica de crecimiento de empleo y bienestar que
pueda prescindir de las mujeres, ni se puede renunciar a la igualdad de género
para un desarrollo mundial equilibrado y sostenible.
Es
por tanto necesario que quienes gobiernan, apuesten por políticas de igualdad
de forma real y tengan en cuenta el género como elemento transversal en el
desarrollo de todas las políticas públicas del gobierno, así como en las
propuestas legislativas. Cualquier retroceso en este sentido conlleva la
pérdida de años de avance de las mujeres. Es necesario diseñar e implementar
políticas que incorporen medidas en el plano laboral y social, como eje
transversal así como la provisión de servicios sociales que contribuyan a
compensar las desigualdades existentes.
Para
concluir nos podríamos preguntar las mujeres, sentimos que seguimos avanzando o
estamos retrocediendo? ¿Nos sentimos satisfechas en materia de igualdad,
justamente reconocidos nuestros derechos humanos, sociales, económicos y
culturales, respetadas y protegidas, en materia de violencia? No, no estamos
satisfechas.
Quizás
por ello ONU MUJERES conmemora el Día Internacional de la Mujer de este año
2015: “Empoderando a las Mujeres, Empoderando a la Humanidad , como
recordatorio de la Campaña Beijing+20 de ONU Mujeres, para conseguir vencer las
brechas que existen para convertir la igualdad de género en realidad.
Marisa Mercado Merino, Socióloga y Coordinadora de la Liga
Española Pro Derechos Humanos y Federación Española Pro Derechos Humanos