Marie-Guillemine
Benoist, nacida como Marie-Guillemine de Laville-Leroux (París, 18 de diciembre
de 1768 –8 de octubre de 1826) Pintora de estilo neoclásico francesa.
Marie-Guillemine
cultivó la pintura histórica y de género.
En
1781 inició su formación con Élisabeth Vigée Le Brun.
En
1786 comienza a trabajar en el taller de Jacques-Louis David, junto con su hermana Marie-Élisabeth Laville-Leroux.
En
1784, conoció al poeta Charles-Albert Demoustier, quien se
inspiró en ella para el personaje de Émile en su obra Lettres à Émilie sur
la mythologie (1821).
En
1791 expuso por primera vez en el Salón de París, donde presentó un
cuadro de asunto mitológico, Psique despidiéndose de su familia. De la
misma época es La Inocencia entre el vicio y la virtud, también
inspirado en la mitología, adaptando el tema de Hércules en la encrucijada
y reflejando sus inquietudes feministas, pues en él aparece el vicio en forma de varón,
papel tradicionalmente ligado a un personaje femenino.
En
1793 se casó con el banquero Pierre-Vincent Benoist. Por los mismos años
comenzó a desprenderse de la influencia de David, abandonando los sujetos clásicos por la
pintura de género.
Su
carrera como pintora de éxito continuó en el Salón de 1800, en el que
presentó su Retrato de una negra. Este retrato de una criada de su
cuñado, pintado sólo seis años después de la abolición de la esclavitud, se
convertirá en un manifiesto a favor de la emancipación de la mujer y las
personas de raza negra. El cuadro será adquirido por Luis XVIII
para el estado francés en 1818.
En
1803 Napoléon Bonaparte, en aquél momento Primer
Cónsul, le encargó su retrato con destino a la ciudad de Gante, recientemente
entregada a Francia por el Tratado de Lunéville.
En
1804 recibió una medalla de oro del Salón y obtuvo una pensión
gubernamental. También por entonces abrió un taller exclusivamente para mujeres
a las que enseñaba pintura.
Con
la Restauración, su marido el conde Benoist,
monárquico convencido, fue nombrado miembro del Consejo de Estado y ella, al
parecer, hubo de abandonar la pintura en la cumbre de su carrera.