martes, 15 de marzo de 2016

Hanan Al Hroub. Reconocida con el Global Teacher Prize,el Nobel de la Enseñanza.



Hanan Al Hroub (nacida en el campo de refugiados de Dheisheh, Belén) Profesora palestina que trabaja con niños y niñas expuestos a la violencia.

Acaba de ser reconocida con el Global Teacher Prize de la Fundación Varkey, considerado el Nobel de la Enseñanza.

Al Hroub creció en Dheisheh, un campo de refugiados a las afueras de Belén, y cursó sus primeros estudios en una escuela primaria para niñas establecida por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiadxs de Palestina en Oriente Próximo.

Una tarde durante la Segunda Intifada, su esposo acudió a recoger a los hijos a la escuela y en el camino a casa se desató un cruento tiroteo en el que recibió varios disparos. Los niños fueron testigos de la escena y a raíz del incidente desarrollaron un trauma psicológico que les hizo temerosos de asistir a clases y comenzaron a reflejarlo en su rendimiento escolar. “No quería que les afectase de por vida, así que empecé a inventar juegos y a trabajar con ellos para cultivar la no violencia”, explica la profesora Hroub.



“En Palestina los niños y las niñas maduran muy deprisa.No les da tiempo a disfrutar de su infancia . Por eso hay que buscar métodos de enseñanza que les muestren que hay otro camino”, explicaba recientemente Hroub en Ramala. Su propia experiencia como niña, pero también como esposa y madre en un lugar donde la violencia está a la orden del día, forjaron su camino hacia el desarrollo de esos métodos.


Tras comprobar que las escuelas locales no contaban con docentes capacitados para ayudar en la rehabilitación de otrxs niñxs en situaciones similares, Al Hroub decidió abandonar sus estudios en la Universidad Abierta de Al-Quds para especializarse en educación primaria.

Con el tiempo, desarrolló un método que promueve el desarrollo de relaciones afectivas basadas en el respeto, la confianza, y que descarta la violencia en todas las facetas de vida del estudiante, que popularizó en su libro We Play, We Learn


Y poco a poco esa forma de trabajar con sus hijos la trasladó también a la escuela donde trabaja para ayudar a lxs niñxs que sufren trastornos de conducta por la violencia diaria que les rodea.

Su lema, “aprender jugando” ha tenido muy buena acogida entre sus alumnos pero sobre todo entre los padres y madres. “Salvó a mi hijo”, dice Lana al Saka en el vídeo que sirvió para presentar la candidatura.

Su hijo Karam, con dificultades de aprendizaje, no tenía amigxs en la escuela y reaccionaba siempre violentamente. Lana asegura que gracias al trabajo y la paciencia de Hroub, que descubrió en Karam una bonita voz y se dedicó a potenciar este aspecto positivo, el niño comenzó a ser más sociable y a llevarse bien lxs compañerxs.

Su testimonio es uno de los que ha servido para avalar la candidatura al premio de la profesora palestina.

En su discurso de agradecimiento, Al Hroub expresó su deseo de invertir el dinero recibido en ayudar a desarrollar académica y profesionalmente a lxs profesorxs y estudiantes de todo el mundo.