lunes, 21 de marzo de 2016

La larga lucha contra la Segregación Racial :Rosa Parks,Claudette Colvin,Coretta Scott King y Ruby Bridges Hall




En la larga lucha contra la Segregación Racial en los Estados Unidos de América ha habido muchas mujeres valientes que han luchado contra ella. Entre ellas:

Rosa Parks




Rosa Parks (Tuskegee, Alabama, 4 de febrero de 1913-Detroit, Michigan, 24 de octubre de 2005) fue una figura importante del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos, Unidos, en especial por haberse negado a ceder el asiento a un blanco y moverse a la parte trasera del autobús en el sur de Estados Unidos, el 1 de diciembre de 1955. Por tal acción acabó en la cárcel, lo que se cita frecuentemente como la chispa del movimiento, y se la reconoce como «la primera dama de los derechos civiles», si bien ya existía un precedente de otra mujer,Claudette Colvin, que había sido arrestada por la misma causa el 2 de marzo del mismo año.




Coretta Scott King





Coretta Scott King (Marion, 27 de abril de 1927 – Rosarito, 30 de enero de 2006) fue una escritora y activista estadounidense, reconocida líder de la comunidad de color negro. Esposa del activista y luchador por los derechos civiles Martin Luther King.


Coretta tuvo una infancia dura y sacrificada. Durante la época de la Gran Depresión toda la familia colaboró en la recolección del algodón para poder subsistir. Se graduó de Primaria en Lincoln, una localidad a nueve millas de su pueblo, Heiberger, para proseguir sus estudios a partir de 1945 en un colegio de Antioquia. Tras su graduación se trasladó a Boston donde conoció a Martin Luther King Jr.y luchó junto a él contra la segregación racial en  EEUU.




Durante los años 80, Coretta King reafirmó su oposición a la segregación de la población negra, participando en una serie de protestas en Washington que inspiraron a todo el país a manifestarse en contra de las políticas racistas de Sudáfrica. Viajó a Sudáfrica para unirse a Winnie Mandela, mientras su esposo, Nelson Mandela, era preso político en Roben Island. Después de regresar a Estados Unidos, ejerció una importante presión sobre el Presidente Reagan para la aplicación de sanciones contra Sudáfrica.






Coretta King, persona de gran firmeza en sus decisiones, mostró su enérgico rechazo en asuntos tales como la pena capital o la invasión de Irak en el año 2003. Además de contar con el apoyo de varios grupos conservadores, fue la portavoz de otras muchas minorías (gais y lesbianas). Infatigable luchadora en favor de los derechos de la mujer, participó igualmente en numerosas campañas, entre ellas las dirigidas a la prevención del sida.

En su honor se otorga una medalla a los niños por la excelencia en la literatura.



Ruby Bridges Hall
 

Ruby Bridges Hall, (Tylertown, Mississippi, 8 de septiembre de 1954, ) fue la primera afroamericana en asistir a una escuela de "blancos".

A la edad de 4 años se mudó con sus padres a Nueva Orleans, en el estado de Louisiana. En 1960, a la edad de 6 años, sus padres eran miembros de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color y aceptaron participar en el sistema de integración racial de Nueva Orleans. Ruby, protegida por agentes federales, fue la primera afroamericana que acudió a un colegio de educación primaria, hasta ese momento "sólo para blancos".

Aunque la Corte Suprema de Justicia de EE.UU. había declarado la segregación ilegal desde 1954, todavía había una fuerte oposición de parte de los gobiernos y ciertas comunidades en los estados sureños.

 






Para acceder a las escuelas de blancos, los niños negros debían demostrar que tenían el suficiente nivel académico. Así, los sometían a un test de cuyo resultado dependía que tuvieran o no la oportunidad de asistir a esas escuelas.

Rudy fue una de los seis niños y niñas que resultaron aptos y la única que se decidió a asistir a la escuela. Para las familias no era una decisión cualquiera, aunque las leyes aprobaran la integración, la sociedad, estaba muy en contra de la medida. No era una decisión fácil ni libre de consecuencias.

Bridges asistió a clases durante todo un año sola, porque los padres de los otros niños no querían que estuvieran cerca de ella debido al color de su piel.

Cinco décadas más tarde, habló con la BBC sobre su experiencia personal y el vital papel que jugó en romper las barreras raciales en Estados Unidos:




Recuerdo que ese día todo el mundo parecía estar muy emocionado. Los vecinos vinieron a casa por la mañana para ayudarme a salir para la escuela. Alguien golpeó a la puerta y cuando mis padres abrieron pude ver unos hombres blancos muy altos en trajes, con bandas amarillas en los brazos. «Somos policías federales. Nos ha enviado el presidente de Estados Unidos». Estaban ahí para escoltarme a la escuela.

Entré al auto con ellos. No sentí miedo. Llegamos a la escuela y había un montón de personas en la entrada y agentes de policía a caballo y en motocicletas. Todo parecía como un gran evento. Viviendo en Nueva Orleans, pensé que se trataba de las fiestas de Mardi Gras.



Jamás imaginé que todo eso era por mí, que habían organizado una manifestación para impedir que yo acudiese a la escuela. Portaban pancartas, coreaban consignas: «Two, four, six eight, we don’t want to integrate». Los policías federales me tomaron y me metieron rápidamente en el edificio hasta la oficina del director. Vi como la gente de afuera entraba apresurada y me miraban por la ventana, gritando. Fueron a todas las aulas para sacar a sus hijos. Se los llevaron a casa dejando el colegio desierto.

Durante todo el día hubo gritos y más gritos. Unos aparecían sosteniendo una pequeña caja, que era un ataúd de bebé en el cual habían colocado una muñeca negra.

Cuando regresé el segundo día, la escuela estaba vacía. El rector me esperaba en el descanso de la escalera y me indicó dónde quedaba mi clase. Cuando entré vi a una mujer que dijo: «Hola, soy tu maestra -mi nombre es Sra. Henry». Lo primero que pensé fue, «¡Es blanca!», porque nunca había tenido una profesora blanca y no sabía qué esperar.

Resultó ser la mejor maestra que jamás tuve y amé la escuela por ella. Era una mujer que había llegado desde Boston para enseñarme porque los profesores de la ciudad rehusaban darle clase a niños negros. Fue como una segunda madre para mí y nos convertimos en las mejores amigas.