Victoria
Kent Siano ((Málaga, 6 de marzo de 1891-Nueva York, 25 de septiembre de 1987)
Abogada y política republicana española.
Estudió
Derecho en Madrid mientras vivía y
trabajaba en la Residencia de Señoritas
dirigida por María de Maeztu.
Fue
la primera española admitida en un Colegio de Abogados.
En
1930 se hizo famosa defendiendo ante el Tribunal Supremo de Guerra y Marina a
Álvaro de Albornoz, miembro del Comité Revolucionario Republicano, detenido y
procesado junto con los que después formaron el Gobierno provisional de la
República, a raíz de la Sublevación de Jaca de diciembre de 1930.
Fue
la primera mujer en intervenir ante un consejo de guerra en España y consiguió
la absolución de su defendido.
Afiliada
al Partido Republicano Radical Socialista, fue elegida en 1931 diputada de las
Cortes Constituyentes por Madrid.
En
las elecciones del 16 de febrero de 1936, Victoria Kent fue elegida diputada
por Jaén, en las listas de Izquierda Republicana (IR), que formaba parte del
Frente Popular.
Fue
designada personalmente por el Presidente de la República Alcalá-Zamora como
Directora General de Prisiones en mayo de 1931 hasta 1934, con el objetivo de
conseguir la rehabilitación de los presos. Continuó con la labor emprendida en
el siglo XIX por la precursora Concepción Arenal.
Se
dedicó intensamente a la reforma de las cárceles españolas, bajo la premisa de
que las sociedades están obligadas a recuperar al delincuente como persona
activa, y que las cárceles son el instrumento para ello. Siguiendo estas
directrices, ordenó la mejora de la alimentación de los reclusos, permitió la
libertad de culto en las prisiones, estableció los permisos por razones familiares,
cerró 114 centros penitenciarios por estar en pésimas condiciones, ordenó
construir la nueva cárcel de mujeres de Ventas, en Madrid, en la que no
existían celdas de castigo, y creó el Cuerpo Femenino de Prisiones, para las
cárceles de mujeres, y el Instituto de Estudios Penales.
Se
opuso a que se reconociera el derecho al sufragio femenino, como defendía Clara
Campoamor porque en su opinión la mujer española carecía de la suficiente
preparación social y política como para votar responsablemente. La influencia
de la Iglesia, haría, según ella, que el
voto de las mujeres fuera conservador, lo que perjudicaría a los
partidos de izquierdas.
Durante
la guerra civil se hizo cargo de la creación de refugios para niños y de las
guarderías infantiles.
El
gobierno de la República la envió en 1937
a Francia como Primera Secretaria de la embajada republicana en París.
Con
el final de la Guerra Civil Española colaboró en la salida de los refugiados
españoles hacia América. Pero ella fue sorprendida en París en 1940 por la
invasión nazi.
Permaneció
refugiada durante un año en la embajada mexicana. La Cruz Roja le proporcionó
un apartamento donde vivió hasta la liberación con una identidad falsa: la de
Madame Duval.
En
este tiempo en la capital francesa escribió “Cuatro años en París”, novela
autobiográfica narrada en tercera persona cuyo protagonista, Plácido, es un
álter ego de la autora.
En
1948 se marchó a México, donde dio clases de Derecho Penal en la universidad,
fundando la Escuela de Capacitación para el Personal de Prisiones, de la que
fue directora durante dos años.
De
1951 a 1956 fue ministra sin cartera del Gobierno de la Segunda República
Española en el exilio, la segunda mujer en ocupar dicho cargo tras Federica
Montseny.
En
Nueva York fundó y dirigió la revista Ibérica desde 1954 a 1974, en la que
publicaba las noticias llegadas desde España para los exiliados republicanos en
Estados Unidos.
Sus
últimos años los pasará exiliada en Nueva York.
En
1986 le fue concedida la medalla de San Raimundo de Peñafor, pero debido a su
avanzada edad no pudo acudir a recogerla
En
2016 se publicó el libro "Victoria Kent y Louise Crane en Nueva York.
Un exilio compartido" en el que la profesora Carmen de la Guardia
analiza por primera vez en profundidad la relación intelectual y sentimental
entre Kent y la filántropa Louise Crane basándose en documentación privada.
En ese mundo, cuenta de la Guardia, Kent aunque
no dominaba el inglés a la perfección, encajó bien y lo puso a favor de su
causa: el combate contra el franquismo y la fundamentación de una nueva cultura
política republicana en España.
Citas
de Victoria Kent
"Los
hombres siembran sus ideas antes de morir por ellas, y las ideas escapan a la
muerte."
"Lo
humano, que es tan grande como el universo y tan pequeño como sus
componentes."
"No
se olvida nunca cuando un hombre o unos hombres en desgracia nos han llamado
madre."
“O
creemos que nuestra función sirve para modificar al delincuente o no lo
creemos. En el caso de no tener esta fe, todas las mazmorras y el repertorio
entero de castigos será poco."