Hubertine Auclert (Tilly, 10 de abril de 1848- París, 8 de abril de 1914) Pionera del movimiento feminista y la primera sufragista en Francia. También fue periodista
Imitando los métodos de las "suffragettes" inglesas Auclert practicó la provocación y la desobediencia civil: huelga de impuestos, rechazo del censo, inscripción en las listas electorales, etc.3
Fue la primera en utilizar el término "feminismo"-en 1882- en el contexto en que se utiliza actualmente definido como la lucha para mejorar la situación de las mujeres. También reclamó el uso en femenino de palabras como testigo, abogado, elector, diputado, etc.
A los nueve años fue internada en un colegio religioso donde realizó sus estudios; su padre falleció cuando ella tenía trece años y, muy creyente, se planteó ordenarse religiosa en la congregación de San Vincente de Paul, pero no fue aceptada.
Abandonó el convento en 1864 para alojarse con su madre en la casa de su tío. A su muerte en 1866, su hermano la internó en un convento en Montluçon. Considerada demasiado independiente por las religiosas, fue expulsada por segunda vez de la vida monacal en 1869.
Este rechazo que considera injustificado hace surgir en ella un resentimiento anticlerical.
Libre y materialmente independiente —recibe la herencia de sus padres— elige la causa republicana y la lucha por la libertad de las mujeres a partir de la revisión de las leyes del código napoleónico:
“Soy casi desde nacimiento una rebelde contra el sometimiento femenino, la brutalidad del hombre hacia la mujer que me aterrorizó desde mi infancia, me llevó pronto a estar determinada en reivindicar para mi sexo la independencia y la consideración».
Llegó a París en un momento en el que la caída de Napoleón III y la llegada de la Tercera República abrían la vía al activismo de las mujeres que exigían cambios en el código napoleónico en favor de la educación, la independencia económica para las mujeres, el divorcio, el derecho al voto, etc.
En París se incorporó a la Asociación por el derecho de las mujeres.
La asociación fue disuelta en 1877 pero renació con el nombre de la Liga Francesa por el Derecho de las Mujeres con Victor Hugo como Presidente de Honor impulsada por Léon Richer y Maria Deraismes. Quienes le animaron a participar en el periódico Futuro de las mujeres (Avenir des femmes)
Hubertine se convirtió en la primera activista francesa en proclamarse «feminista».
Mientras que el movimiento feminista francés orientó mayoritariamente su acción a los cambios legales, Auclert exigió para las mujeres el derecho a presentarse a las elecciones argumentando que las leyes injustas no se hubieran votado nunca si se hubieran escuchado las voces de las legisladoras.
Auclert se implicó en el movimiento para defender de manera más radical los derechos de las mujeres y en particular el derecho al voto.
En 1876 fundó la sociedad El derecho de las mujeres con este objetivo, organización que en 1883 se convirtió en la sociedad El sufragio de las mujeres.
En 1880 organizó una huelga de impuestos defendiendo la idea de que dada la ausencia de representación legal, las mujeres no debían ser gravadas con impuestos.
El 13 de febrero de 1881 lanzó La Cittoyenne (La Ciudadana), un periódico en defensa de la liberación femenina que recibió el apoyo de la élite del movimiento feminista, entre ellas el de la escritora y periodista libertaria Caroline Rémy conocida como Séverine y el de la escritora y artista María Bashkirtseff para el que escribió varios artículos.
En 1884 Auclert denunció la ley del divorcio a causa de la flagrante discriminación contra las mujeres a las que no se les permite guardar su salario y propuso la idea entonces radical de un contrato de matrimonio entre cónyuges con separación de bienes
En 1894, colaboró con el periódico La Libre Palabra lanzado por el periodista Édouard Drumont.
En 1900 participó en la creación del Consejo Nacional de las Francesas, una organización creada con el objetivo de federar a los grupos feministas franceses
Considerada como una figura central en la historia del movimiento de los derechos de las mujeres francesas, Hubertine Auclert prosiguió su activismo hasta la muerte.